Los embalses del Guadalquivir ganan más de 500 hectómetros cúbicos en una semana

Las últimas lluvias dejan 200 hectómetros cúbicos, alejan del todo el corte de suministro, aunque hay que evaluar aún qué dotaciones agrícolas habrá

El transporte de agua en barcos desde Murcia dependerá de cómo se cierre esta primavera

Así suelta agua el embalse del Agrio

"Los andaluces que beben del Guadalquivir no tendrán problemas de abastecimiento"

El vado de Don Simón, en Sevilla, cercano a Doñana, inundó la carretera este sábado. / Jesús Martín
J. M. Marqués Perales

31 de marzo 2024 - 06:00

Las lluvias de toda la Semana Santa han mejorado de modo notable los embalses de la cuenca del Guadalquivir y han aliviado la situación extrema de las cuencas mediterráneas andaluzas, así como las atlánticas de Cádiz y Huelva. En los embalses del Guadalquivir, que gestiona el Gobierno central por medio de la Confederación Hidrográfica homónima, hay ahora 535 hectómetros cúbicos más que hace siete días y 1.285 más que en 2023 por estas mismas fechas. Suponen un 36,8% de su capacidad de llenado.

La borrasca Nelson le ha ha dado la vuelta al triste mapa hidrológico andaluz, el año está siendo húmedo, será una buena campaña agrícola para el secano y va a servir para sacar a buena parte de la comunidad de la situación de sequía de los embalses. Queda por resolver el suministro en la Costa del Sol, que va a depender de las siguientes semanas, y de ver cuánta agua habrá para los regadíos en la cuenca del Guadalquivir, que es donde se concentra buena parte de las tierras asistidas; entre éstas, 800.000 hectáreas de olivar en intensivo.

Las cuencas que gestiona la Junta, que son las mediterráneas más las atlánticas de Cádiz y Huelva, sólo han mejorado de modo especial en estos dos últimos casos. Tanto Huelva como Cádiz han estado en el centro de las borrascas, y han seguido recogiendo bastantes precipitaciones durante la madrugada del domingo. El embalse de Los Hurones, que es el que abastece a las poblaciones del occidente gaditano, incluido Jerez y Cádiz, se sitúa al 87% de su llenado. Hay que tener en cuenta que en Grazalema, aguas arribas, se han recogido desde septiembre 1.800 litros por metro cuadrado, son 400 más que el último año hidrológico.

Málaga y el Campo de Gibraltar presentaban antes de Semana Santa la situación más crítica. El embalse malagueño de la Viñuela tiene 19,2 hectómetros cúbicos, un 11%, un porcentaje aún muy bajo, pero que es el doble que hace siete días. Aún habrá que esperar a los primeros días de abril para evaluar la situación, porque es ahora cuando se han formado las escorrentías que llevan recursos a los pantanos.

De esto dependerá que el Gobierno y la Junta sigan adelante con el proyecto de traer agua en barco desde la desaladora de Escombreras, en Murcia. Se trata de un proceso muy costoso que, probablemente, será desechado en las próximas semanas. Se trata de una solución de urgencia para la Costa del Sol y el Campo de Gibraltar que sólo se justifica por una extrema necesidad.

En el Guadalquivir, que abastece sobre todo a Sevilla, Córdoba y Jaén, se da por descartado que haya problemas de suministro para las poblaciones. No habrá restricciones. Si antes de la Semana Santa se descartaban los cortes, ahora se da por asegurada la situación. Hay que tener en cuenta que la ciudad de Sevilla y los municipios del Aljarafe han decidido este sábado pasar del estado de alerta por sequía al de normalidad. Melonares, que es el mayor pantano que abastece la ciudad, está al 72,7% de llenado, mientras que algunos más pequeños, como el del río Agrio, abrió las compuertas el miércoles pasado. El Gergal, otro de los embalses más grandes, se sitúa casi al 100%.

Doñana

Las lluvias han sido muy abundantes en las sierras de Huelva y de Sevilla, el río Guadiamar baja con fuerza y ha comenzado a llevar agua al espacio natural de Doñana, donde comienza a apreciarse una lamina de agua de inundación. En la zona del Rocío se han producido inundaciones, aunque no es del todo representativo de la generalidad del espacio. Hay que esperar al mes de abril para ver si esos aportes son suficientes para la nidificación de aves acuáticas.

Los embalses de Córdoba y Jaén, que son los más importantes de la cuenca, han comenzado a llenarse, si bien aún es pronto para evaluar qué dotaciones de agua pueden autorizarse para los agricultores. Los pantanos cordobeses están ahora al 31,72%. El de Iznájar, que es el mayor de Andalucía con una capacidad de 920 hectómetros cúbicos, tiene 216 acumulados, sólo se encuentra al 24,5% pero esos dos centenares de hectómetros es una cantidad notable.

En Jaén también ha mejorado el balance hídrico. El embalse del Tranco, en Cazorla, ya se encuentra al 49,56%, con 205 hectómetros cúbicos, y la provincia en general al 38,9%. Esta última borrasca ha servido para sacar a Jaén y Córdoba de los problemas de sequía que arrastraba desde hace cuatro años y que se dejaban ver tanto en los pantanos como en la situación agrícola. El olivar verá cómo se supera las dos malas campañas anteriores, en las que la producción cayó a la mitad.

Una de las zonas más afectadas de Andalucía es el Alto Guadiato y el Valle de los Pedroches, donde 80.000 personas carecen de agua de grifo después de que el embalse de Sierra Boyera se declaró vacío en 2023. Se había derivado agua desde la Colada, pero no se puede beber porque está contaminada. Sierra Boyera ha ganado en estos últimos días 20 hectómetros cúbicos.

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