Dos hermanos jerezanos y un primo suyo lideran la trama de estafas
Fraude a la Seguridad Social
La operación 'Picones' continúa abierta tras imputarse a más de 300 personas y detectarse un fraude que puede superar los cinco millones de euros. Localizadas seis empresas 'pantallas' en la operación
La Guardia Civil mantiene abierta la operación ‘Picones’ contra el cobro fraudulento de prestaciones por desempleo y ayuda familiar que se ha saldado ya provisionalmente con 91 detenidos y 213 imputados (los indicios de prueba son menos sólidos). La operación no tiene precedentes a nivel nacional por su magnitud y el monte total del posible fraude puede alcanzar los cinco millones ya que hay que seguir cotejando más documentación.
El subdelegado del Gobierno de la provincia, Javier de Torre, explicó ayer en rueda de prensa que “no había empresas, ni trabajadores; son personas que se estaban aprovechando de los fondos públicos”. Ninguno de los detenidos ha ingresado en prisión.
Los investigadores de la Guardia Civil consideran que dos jerezanos y un primo suyo con antecedentes policiales por estafa idearon supuestamente un sistema de empresas ‘pantallas’ o ‘fantasmas’ -dos están activas y cuatro cerradas en sectores como la construcción y la hostelería- a los que colocaban al frente a unos ‘hombres de paja’ o testaferros a los que le daban pequeñas cantidades de dinero, así como los invitaban a copas, tabaco y gasolina. Seleccionaban a estos testaferros porque son insolventes.
El comandante de la policía judicial de la Guardia Civil, Luis Martín, explicó que el origen de las pesquisas fue por otro tema. “Los hechos no tenían nada que ver con la Seguridad Social al principio. Varias empresas denunciaron que habían sido engañadas en la compra de bienes caros usando como garantía nóminas y documentos que resultaron ser falsos. Los ‘hombre de paja’ ven cómo les embargan esos bienes y aunque al principio no quieren colaborar, luego van haciendo declaraciones... que nos permiten seguir avanzando.”
Con ese hilo que comenzó en Ubrique la Guardia Civil ha desvelado toda “una serie de irregularidades en la constitución de empresas, incluso ficticias. Los ‘hombres de paja’ proporcionaban altas ficticias a trabajadores (que han terminado imputados policialmente) a los que contaban un determinado periodo de tiempo cotizado para cobrar subsidios por desempleo”. Los perceptores de esas prestaciones posteriores ora de la Seguridad Social ora del Inem pagaban una cantidad en función del tiempo que eran ‘dados de alta’.
El subdelegado del Gobierno señaló la ‘operación Picones’ es “un ejemplo de colaboración entre las instituciones” y lanzó un aviso a los navegantes. “Con el plan nacional contra el fraude vamos a poner todo el acento en perseguirlo de dos modos: un trabajo sistematizado con control informativo y cruce de datos entre las diferentes Administraciones, y con intervenciones como ésta”.
Los dos hermanos Picón eran los presuntos cabecillas (sus viviendas de Jerez fueron registradas ayer por la Benemérita), y el primo hacía las veces de “comercial” de la trama.
La red abastecía así de contratos falsos a todo tipo de personas, entre ellas presos que necesitaban un contrato para acceder a un tercer grado penitenciario o extranjeros que querían justificar arraigo en España.
La Guardia Civil va imputar a los tres familiares de ser miembros de una banda organizada en espera de que la Fiscalía se vaya posicionando en las diligencias abiertas por la titular de un juzgado de instrucción de Jerez. Todos los detenidos e imputados han quedado a disposición de la autoridad judicial que les irá requiriendo para tomarle manifestación aunque ya hay otros que han declarado.
La mayoría de las detenciones e imputaciones se ha desarrollado esta misma semana, aunque las gestiones de investigación comenzaron ya el año pasado después las denuncias formuladas en abril de 2011 tras la compra de vehículos de alta gama cuyas letras dejaban de pagarse.
También te puede interesar
Lo último
Encuentro de la Fundación Cajasol
Las Jornadas Cervantinas acercan el lado más desconocido de Cervantes en Castro del Río (Córdoba)