Un hombre dispara en Jerez contra dos mujeres y se suicida
Las víctimas, madre e hija, se encuentran en estado muy grave. El agresor, de 41 años, mantuvo una relación con la joven, de 33, y no existían denuncias por malos tratos.
Al mediodía de ayer, el barrio de San Miguel quedaba conmocionado por un trágico suceso. Un hombre de 41 años, natural de Algar, abría fuego contra dos mujeres con una escopeta de caza y posteriormente se suicidaba con un disparo en la garganta en plena calle Molino del Viento. Ambas mujeres, madre e hija, recibieron disparos en el pecho y tuvieron que ser trasladadas de urgencia al hospital de Jerez en estado grave para ser intervenidas quirúrgicamente. Al cierre de esta edición, Yolanda N. R., de 33 años, se encontraba en estado muy grave en la Unidad de Cuidados Intensivos del centro hospitalario jerezano después de haber sido operada por los daños que le causaron los disparos. Su progenitora, Pilar R., de 64 años, tuvo que ser trasladada al hospital Puerta del Mar de Cádiz en el transcurso de la tarde para ser sometida a una operación. Su estado también continúa siendo muy grave.
La Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido. Al poco del suceso se decretó el secreto de sumario y se investiga si los hechos responden a un caso de violencia de género. Cabe destacar que no existían denuncias anteriores por caso alguno de maltrato entre el varón y la mujer de menor edad, que al parecer eran una pareja de hecho rota. Los agentes trataron con sumo cuidado todos los detalles de la trágica escena y retiraron el arma utilizada presuntamente durante la agresión: una escopeta de cañones paralelos.
Los primeros en conocer lo ocurrido fueron los residentes en el barrio. Una señora mayor escuchó los disparos y se asomó creyendo que eran unos niños jugando con petardos. Cuando salió a su ventana, el panorama era muy distinto: un hombre portaba una escopeta y dos mujeres yacían en el suelo con heridas por arma de fuego. "Me apuntó con la escopeta y le dije que no lo hiciera, que yo no había visto nada. Luego se apuntó y se disparó en la garganta", exponía la vecina de forma nerviosa tras el suceso. Nadie se lo creía. Ante el alboroto formado en la calle y el cordón que impedía la entrada en la misma, los vecinos preguntaban a los miembros del Cuerpo de Policía qué ocurría y no daban crédito a la contestación de los agentes: "Un tiroteo".
Fueron estos mismos testigos los que rápidamente llamaron al 112, número de emergencias, tras lo ocurrido. La Policía Nacional se desplazó hasta el lugar de los hechos de forma rauda para acordonar la zona ante la mirada de multitud de curiosos que se agolpaban en los extremos de la calle para conocer lo ocurrido. De igual forma llegaron los efectivos de emergencias del 061 para atender a las heridas y trasladarlas al hospital. Varias patrullas de la Local colaboraron también con los agentes nacionales.
Pocos conocían en el barrio a los protagonistas del suceso. "Yo no sé quienes son. Dicen que son de dos pueblecitos de la Sierra, pero es que ni me suena la cara de verlos por aquí", relataba un vecino que se informaba de lo sucedido en una calle colindante. La joven se había trasladado a Jerez para trabajar en la gasolinera situada en la avenida Adolfo Suárez (antigua carretera de circunvalación), a la altura del Parque Empresarial, hace poco más de un mes. El agresor, Alejo B. P., era su ex pareja, con la que había cortado sus vínculos personales poco tiempo antes de mudarse al número 8 de la calle Molino del Viento. "Es que en el 8 -portal en el que vivían las víctimas de la agresión y delante del cual ocurrió el suceso- entra y sale gente constantemente. No son de los antiguos del barrio, que sabes que las personas mayores van a comprar juntas y se conocen entre ellas. Allí cada mes tenemos vecinos distintos y es muy difícil conocerlos. Además suelen ser extranjeros. Con esa chavala habré intercambiado un hola o un adiós", relataba pasada la tarde otro de los residentes de San Miguel.
El momento de mayor impacto llegó cuando la grúa tuvo que sacar de la calle Molino del Viento los coches de los protagonistas del trágico suceso. Los testigos miraban el todoterreno del agresor, que estaba lleno de sangre. El coche de la menor de las mujeres estaba marcado por el disparo de un cartucho y sus ventanas hechas añicos. Por el lugar apareció la hermana e hija de las víctimas, que rompía a llorar ante la mirada atónita de los agentes policiales que intentaban consolarla.
Nadie daba crédito a la noticia. En la gasolinera donde trabajaba la joven de 33 años se enteraron del suceso por el sexto sentido de una de las trabajadoras. "Me recogió mi padre sobre las 14,30 horas y empezó a sonar por la radio el informativo. Cuando escuché lo ocurrido, la descripción me cuadró con la de mi compañera, pero en un primer momento pensé que yo estaba loca. Le mandé un mensaje a través de Whatsapp y luego la llamé. Pero, claro, no me contestó", relataba una de sus compañeras de trabajo, que fue la que dio la voz de alerta en la gasolinera: "Cuando llegué aquí se lo comenté a mis compañeros, pero nadie sabía nada. Además, se sumaba que estaba de descanso y hasta el lunes no tenía que venir por aquí. Cuando llamé al encargado ya nos confirmaron que era ella".
La víctima estaba trabajando en Jerez desde hacía poco más de un mes para cubrir las vacaciones de sus compañeros, que, a pesar de que la conocían poco, la retratan como una persona muy alegre y charlatana: "Ella siempre hablaba mucho y nunca había comentado nada de malos tratos. Sí había dicho algo de que le había quitado el coche, que estaba a nombre de él, pero poco más. Ella estaba feliz desde que se había venido para acá".
En Algar tampoco creían la noticia llegada desde Jerez. "Era un hombre muy normal. Siempre estaba riéndose y no esperábamos que ocurriera nada de esto. La familia está completamente destrozada después de esto", relataban desde el pueblo natal acerca del agresor. "Sabíamos que se habían peleado, pero poco más".
Los distintos partidos políticos no tardaron en mostrar su repulsa a través de diferentes comunicados. Desde el gobierno local, Mamen Sánchez lamentaba en nombre de su Corporación lo ocurrido en la calle Molino del Viento. Asimismo, la regidora estuvo en el hospital de Jerez para mostrar su apoyo a los familiares de las víctimas. Éstas no eran las únicas muestras de pesar mostradas tras lo sucedido por un representante socialista. Miriam Alconchel también se sumó a la repulsa e insistió en la necesidad de un pacto de Estado contra la violencia hacia las mujeres. La secretaria general del PSOE provincial y presidenta de la Diputación, Irene García, condenaba "enérgicamente" el suceso, al igual que Ganemos Jerez.
El Partido Popular también hizo lo propio y María José García-Pelayo trasladaba sus "condolencias de forma pública a los familiares de las personas afectadas en este trágico suceso, deseando la evolución favorable de las dos mujeres". Por su parte, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, condenaba la doble agresión. "Es fundamental que toda la sociedad sea consciente de la necesidad de advertir a las autoridades cuando se perciba el más mínimo indicio de maltrato", indicó. Según la Delegación del Gobierno en Andalucía, todo indica que se trata de un nuevo caso de violencia de género, a la espera de que concluya la investigación en curso y lo confirme la Dirección General para la Violencia de Género del Ministerio de Sanidad.
Conforme pasaron las horas, el barrio de San Miguel volvió poco a poco a la normalidad. Las cámaras de televisión eran las protagonistas de un lugar en el que los disparos habían dejado paso de nuevo paso al silencio.
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