Un nuevo incendio en Mijas obliga al desalojo de 150 personas
El alcalde asegura que todo apunta a que fue intencionado Más de un centenar de efectivos tenían previsto trabajar durante la madrugada, aunque la evolución era favorable
Sólo tres semanas después del último incendio originado en Mijas, que provocó el desalojo de cientos de vecinos de las urbanizaciones de El Chaparral y de la calle Noruega, el municipio malagueño volvió a verse ayer amenazado por las llamas, que afectaron al mismo paraje y que se propagaron hasta la zona del Hipódromo. Como medida preventiva, todas las viviendas de la zona de El Chaparral fueron desalojadas con unos 150 residentes, que en torno a las 22:45 pudieron regresar a sus casas de forma progresiva. No obstante, el Ayuntamiento de Mijas había habilitado el polideportivo La Cala para aquellos que quisieran pasar allí la noche.
A la espera de determinar con exactitud lo ocurrido, una de las hipótesis que ayer cobraba más fuerza es que el incendio fuera de nuevo provocado, por lo que el alcalde del municipio, Ángel Nozal, pidió que en esta ocasión la investigación "sea intensa". "Las llamas comenzaron a verse bien en una zona concreta de La Cala, cerca del campo de fútbol. Ha habido ya cuatro fuegos muy serios y muy peligrosos en tres semanas. Hay alguien que está poniendo en peligro la vida de las personas", aseveró el regidor, quien calcula que la quema pudo afectar a entre seis y ocho kilómetros de distancia, aunque la cifra de hectáreas aún no ha trascendido. Además de una vivienda, un coche y un tejado, también se vieron dañadas, de forma superficiel, tres pérgolas, según los datos aportados por el coordinador de servicios operativos de Mijas, Daniel Teruel.
El fuego se inició en torno a las 19:20, momento en el que el dispositivo para la Prevención y Extinción de Incendios Forestales de la Junta de Andalucía, el Plan Infoca, desplegaba sus medios y comenzaba a trabajar en la zona. Hasta allí se desplazaron diez medios aéreos, dos Brica, seis grupos de especialistas, cuatro vehículos contraincendios, así como agentes de Medio Ambiente, técnicos de operaciones y de extinción y la Unidad Médica por Incendios Forestales (UMIF). También acudieron una decena de efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos (CPB) de Málaga, procedentes de Coín y Manilva, así como otros de los parques de Benalmádena y Marbella.
Y es que las tareas de extinción se complicaron prácticamente desde que se desató el fuego debido al fuerte viento -de hasta 15 kilómetros por hora- que soplaba y también a las elevadas temperaturas. De hecho, Málaga era una de las tres provincias andaluzas que mantuvo activo durante todo el día la alerta amarilla por riesgo relativo a fenómenos costeros o altas temperaturas, según indicó la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). En el caso de Málaga, el aviso afectaba a la Costa del Sol y el valle del Guadalhorce, donde se esperaba que las máximas alcanzaran los 36 grados.
Los medios aéreos se retiraron a las 21:31 por falta de luz y continuaron trabajando los terrestres. Al cierre de esta edición, el fuego había sido estabilizado pero todavía no estaba controlado. Un centenar de efectivos continuaría trabajando durante la noche para la extinción de las llamas.
En el último incendio registrado en Mijas, ocurrido a principios del mes de julio, se vieron afectadas diez hectáreas de matorral y monte bajo. La proximidad de las llamas provocó que se vivieran escenas de tensión y que el Ayuntamiento de Mijas habilitara, como en esta ocasión, el polideportivo La Cala para dar cobijo a los vecinos que habían sido desalojados. Antes de que se diera por estabilizado, se había llegado a decretar el nivel 1 de emergencias por la proximidad del incendio a algunas casas.
Mijas se ha convertido casi en un fijo todos los años en el listado de siniestros forestales de la provincia. Entre otros, se recuerda el del 12 de septiembre de 2011, que se unía a la trágica lista de incendios que ha sufrido esta zona y que pasó a la historia como uno de los más graves ocurridos en el término municipal. Pero el peor fue el devastador fuego que arrasó más de 1.100 hectáreas que resultaron calcinadas en 2001. Eran las 23:00 del 18 de julio de ese año cuando la voz de alarma volvía a saltar.
En 2012, una imprudencia se saldó con otro fuego en Mijas apenas dos semanas después del trágico siniestro que acabó con la quema de más de 8.000 hectáreas de terreno de seis municipios de la Costa del Sol.
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