Editorial
Una legislatura fallida
La última sesión de control al presidente de la Junta en el Parlamento mostró a un Juanma Moreno nervioso e incómodo ante las sospechas y denuncias judiciales por las contrataciones en el SAS. Este jueves, quince días después, el presidente andaluz se ha rehecho y ha pasado al ataque a pesar de los datos extraídos de informes oficiales sobre los servicios sociales que han mostrado en el salón de plenos todos los grupos parlamentarios. Porque Andalucía es la región más pobre de España y de Europa, la que tiene a más personas en la lista de espera sanitaria, además de que está 280 días por encima de la media estatal de personas en lista de espera de la dependencia. Unos datos que ningún portavoz, empezando por el propio Moreno, ha cuestionado. Aunque sí, claro, han interpretado de formas distintas.
La Dependencia era el tema elegido por Juan Espadas para poner en un aprieto a Moreno, "hablemos de lo que le interesa a la gente", le ha dicho, poniendo el ejemplo de un granadino que ha fallecido en la espera de la Ley de Dependencia, "como otros 3.700 andaluces que han fallecido en este año 2023 sin acceder a sus prestaciones". "Esta es la realidad; podrá hacer todas las encuestas que quiera, pero el día que llegue el momento de votar, perderá las elecciones por la sanidad pública en Andalucía. Señor Moreno, nos veremos entonces".
Muchos datos aportaba Espadas que ha acusado a Juanma Moreno de "nefasta gestión" porque el Gobierno de España transfiere a Andalucía más dinero que nunca para la dependencia, exactamente 729 millones de euros en este año cuando en 2018, cuando Rajoy era presidente (y Moreno secretario de Estado de Servicios Sociales) la cuenta era de 248 millones para la dependencia andaluza.
La cuenta de Moreno era otra. Andalucía aporta 1.211 millones de euros para atender a los dependientes y el Estado debería aportar exactamente lo mismo, un acuerdo que está en la ley pero que el Gobierno central sólo cumple con el País Vasco. Faltarían, entonces, 502 millones de euros. Pero, al margen de los datos, el presidente de la Junta quería sacarse la espinita de la anterior sesión y dejó para su última intervención el mensaje de la jornada. "El PSOE andaluz se dedica a embarrar la vida política, judicializando la vida pública y ensuciando a este Parlamento por la impotencia e incapacidad de construir una alternativa para Andalucía que sea viable", ha dicho sin dejar pasar "las necesidades internas que están por encima de los problemas externos de los andaluces".
Los dos grupos más a la izquierda del arco parlamentario también han presentado datos y han censurado la gestión política del Gobierno andaluz. Desde Por Andalucía, Inma Nieto, le ha preguntado "si está orgulloso del destrozo social que está haciendoe n materias como sanidad y dependencia", Desde Adelante Andalucía, su portavoz, José Ignacio García ponía el foco en la vivienda reclamando una política concreta: "Bajar los precios del alquiler por ley; eliminar los pisos turísticos; expropiar viviendas en manos de fondos y bancos de inversión", ha pedido antes de reclamar al Gobierno andaluz que "elimine las ayudas al alquiler a los altos cargos para cumplir su palabra, sus promesas", de la que ha recordado que el Gobierno andaluz destina 1,2 millones de euros. "Si todo esto le parece radical, a mí me parece radical pagar 1.500 euros por un piso de dos habitaciones", ha dicho García.
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