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La vuelta al colegio este lunes en Andalucía viene marcada por el recorte en la plantilla docente. Tras 12 años de subidas consecutivas en las cifras del profesorado, por primera vez se produce un retroceso en el número de profesionales que imparten clase en la red de centros públicos. Esta disminución contrasta con el aumento experimentado en el alumnado, generalizado en casi todos los niveles educativos. La Junta responsabiliza de la merma en el profesorado a las medidas adoptadas por el Gobierno, un argumento que no convence a los sindicatos de enseñanza, que piden al Ejecutivo andaluz que opte por otras alternativas para que la calidad de la educación no se vea afectada.
Cuestión de números. La evolución del profesorado público en Andalucía en los últimos 13 cursos tendrá en el que comienza hoy un punto de inflexión. La curva ascendente que se inició en septiembre de 2000 cambiará a partir de ahora, cuando 93.644 docentes empiecen a desarrollar su labor en las aulas andaluzas. Esta cifra supone una bajada del 4,6% respecto a la que se registró el año pasado por estas fechas. Se trata, por tanto, de la primera disminución que se produce en el profesorado público en los últimos trece cursos, según los datos facilitados por la Consejería de Educación. Ya el año pasado el número de profesionales que se incorporaron a los colegios fue muy reducido: sólo 198, cifra muy alejada de la de curso anteriores, cuando en términos porcentuales hubo crecimientos por encima del 4%.
El motivo de esta reducción, anunciada la primavera pasada, se encuentra en el Real Decreto 14/2012 aprobado por el Ejecutivo de Rajoy, en el que se establece un aumento de dos horas lectivas a los profesores de Secundaria, lo que a la postre supone reducir la contratación de personal interino que antes cubría dichos horarios. La consejera de Educación confirmó el martes pasado que el número de profesores sin plaza fija con los que dejará de contar la Junta este curso es de 4.502. Esta cifra podría haber sido mayor si la Administración regional hubiera aplicado el aumento del número de alumnos por clase (ratio) que contemplaba el citado decreto como una de las medidas no obligatorias para frenar el déficit público. Finalmente, Educación la descartó y evitó así que el número de profesores hubiera bajado hasta los 90.211.
Pese a los intentos del departamento que dirige Moreno para que las medidas estatales tengan la mínima incidencia en la educación andaluza, lo cierto es que la plantilla con la que arranca este curso se sitúa a un nivel muy similar a la de hace un lustro, cuando el número de personas que trabajaban en las aulas andaluzas era de 92.098. En comparación con el curso pasado la reducción incide especialmente en la ESO, donde el profesorado ha disminuido casi un 10% y en la Enseñanza de Régimen Especial -conservatorios y escuelas oficiales de idiomas, donde también se aplica el aumento del horario lectivo- cuya plantilla ha mermado un 10,3% en un año. Por contra, se mantiene igual en Infantil y Primaria, con 50.576 maestros; y en Educación de Adultos, con 2.199 profesionales.
Esta disminución "impuesta" desde el Gobierno central no va en consonancia con el número de alumnos. Es más, se produce en un año donde de nuevo se ha registrado una subida interanual de matriculaciones en centros públicos, tendencia iniciada hace siete cursos. Los estudiantes escolarizados en total son 1.434.507 (sin contar los del primer ciclo de Infantil donde se ha reducido el número de niños en guarderías), un 1,62% más que en septiembre de 2011. Por etapas, en todas se produce un aumento, excepto en los Ciclos Formativos (FP), donde se constata un leve descenso en poco más de 1.000 alumnos. Esta bajada se produce tanto en las titulaciones de Grado Medio como en las del Superior. También es destacable que se hayan elevado las matriculaciones en ESO -aunque de forma moderada-, tras años de continuas bajadas.
El hecho de que el profesorado merme mientras suben las matriculaciones ha disparado las críticas sindicales desde que la Consejera de Educación confirmó la pérdida de 4.502 interinos. El malestar entre los representantes de los docentes se tradujo en la manifestación convocada la semana pasada en todas las provincias para protestar contra este recorte. No será la última. Las centrales anuncian ya un otoño "caliente" y fijan un calendario de movilizaciones que tendrá en todos los centros públicos un día a la semana -el miércoles- para que maestros y profesores participen en los actos de protesta como jornada reivindicativa en el sector educativo. Los sindicatos advierten a las administraciones que la pérdida de docentes entraña un grave peligro para la calidad de la enseñanza.
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