El propietario de una finca ocupada por el SAT no denunciará a los jornaleros

Caserío a la vista. El de Moratalla, en el término municipal de Hornachuelos (Córdoba), en medio de una provincia en alerta naranja por el calor, donde estos días el asfalto de las carreteras regresa a su estado original de alquitrán. Ideal para una marcha obrera. Así que la finca puntuaba perfecta como meta volante de la caravana del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT). Aunque más que meta volante, su valor aumentaba como punto de avituallamiento o área de descanso.

Así que hubo ayer ocupación -"pacífica", recalcaron-, del Caserío de Moratalla, donde los jornaleros disfrutaron de un baño en su piscina mientras el parlamentario de IU, Juan Manuel Sánchez Gordillo, soltaba en su proclama que la estancia se prolongará "hasta que venga una orden de desalojo". Nada de marcharse antes del mediodía, como en los hoteles. Por encima del chapoteo, el alcalde de Marinaleda arremetió contra el "latifundismo andaluz" y avisó de que "pueden venir a provocarnos, pero no nos vamos a ir, vamos a resistir pacíficamente, queremos una orden del juez". Los ocupantes habían decidido pasar la noche en la finca.

Pero el propietario del caserío "no tiene intención de denunciar" a los jornaleros que lo han ocupado. Lo confirmaron fuentes de la propiedad de la finca, que informaron de que el dueño de los terrenos no denunciará "mientras los ocupantes no hagan daño" a las instalaciones, por lo que no pedirá el desalojo. "Es una propiedad privada y su propietario no tiene inconveniente" en la ocupación, afirmaron las mismas fuentes.

El caserío se encuentra en fase de acondicionamiento para un futuro hotel y sus instalaciones no cuentan con agua ni luz. El director del complejo turístico Palacio de Moratalla, Francisco Mulero, espera por ello que los ocupantes no estén demasiado tiempo. "Tienen naranjas para comer todas las que quieran y agua la que puedan coger del río", dijo Mulero, quien ha ordenado a las personas que trabajan en las instalaciones que no se enfrenten a los jornaleros.

En ese escenario, la subdelegación del Gobierno en Córdoba confía en que la ocupación sea "simbólica" y que "no se prolongue en el tiempo". Agentes de la Guardia Civil destacados en el lugar, "pendiente de la evolución de los acontecimientos", detectaron que los jornaleros se encuentran "en la parte de explotación agrícola" de la finca.

Quien dio la peor versión del caserío de Moratalla fue el portavoz del SAT, Diego Cañamero, quien explicó que después de la rehabilitación del edificio de la finca, "las empresas no han pagado a los trabajadores y no cumplen el convenio", además de explotar a los inmigrantes. Eso sí, exigió a los ocupantes que no tocaran "nada del palacio porque no es nuestro".

Con la marcha obrera el SAT quiere "unir las luchas del campo y de la ciudad" y activar la alarma "contra la represión sindical y la criminalización que se sufre por parte del Gobierno", al tiempo que reivindica "no pagar la deuda, dado que la mayor deuda existente es privada, de los bancos en su mayoría, y los distintos gobiernos del PSOE y del PP, y el andaluz y español, plegados al capitalismo, están socializando las pérdidas privadas a través de recortes".

El secretario general del PP-A, José Luis Sanz, reprochó ayer al presidente y al vicepresidente del Gobierno autonómico, José Antonio Griñán y Diego Valderas, que "amparen comportamientos golpistas" con sus "silencios" y "justificaciones" por las fincas ocupadas, robos en centros comerciales y asaltos a entidades bancarias protagonizadas por un parlamentario andaluz. Para Sanz, es "inaceptable" que desde el Ejecutivo se estén "fomentando delitos tipificados en el Código Penal".

El dirigente popular lamentó que "después de los esfuerzos económicos y publicitarios que hace diariamente el Gobierno andaluz por una supuesta defensa a ultranza de la imagen de Andalucía tengamos que asistir a esta fiesta de la anarquía sin que nadie en el gobierno andaluz se inmute ni mueva un dedo. Sánchez Gordillo no es Andalucía", recalcó.