La quema del Judas Puigdemont de Coripe
La figura del ex presidente catalán representa, según los vecinos de este pueblo, "lo negativo de la sociedad"
La fiesta de la Quema del Judas de 2019 en Coripe ha tenido como protagonista al ex presidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont, cuya figura ha sido fusilada y quemada como ejemplo "de lo negativo para la sociedad".
Personajes como Fidel Castro o, más recientemente, Iñaki Urdangarín, Rodrigo Rato, Miguel Carcaño o el pequeño Nicolás han encarnado al Judas de Coripe, aunque con menos repercusión cuando no existían las redes sociales.
Se trata de una fiesta de Interés Turístico Nacional que ya en 2018 concitó mucha polémica, cuando Movimiento contra la Intolerancia presentó una querella contra los organizadores por el presunto matiz racista de la fiesta, ya que la figura quemada entonces representaba a la presunta asesina del niño almeriense Gabriel Cruz, Ana Julia Quezada.
El alcalde de Coripe, Antonio Pérez, y su concejala de Festejos, Irene García, tuvieron que declarar imputados por un presunto delito de odio, aunque la causa quedó finalmente archivada.
Con el lazo amarillo
En este 2019 Puigdemont ha sido el protagonista involuntario personificando a "un personaje que se haya caracterizado en los 365 días anteriores por ser especialmente negativo para la sociedad", a juicio de los organizadores de la fiesta.
La figura con la imagen del ex presidente catalán lucía su típico peinado, traje oscuro, un lazo amarillo y una estelada como capa, y ha sido quemada tras ser tiroteada ante los vítores de la gente que llenaba la plaza del pueblo.
Todo ello en el marco del Domingo de Resurrección de Coripe, uno de los días más importantes para la localidad con la tradición del Judas, una cita en la que, para la ocasión, se recrea el Huerto de los Olivos por el que pasa la procesión del Cristo Resucitado organizada por la Parroquia de San Pedro y, una vez finalizada es cuando tiene lugar la quema del Judas.
La fiesta culmina cuando el Judas es llevado a la plaza acompañado por los escopeteros, la banda de música y cabezudos, y tras ser colgado de una higuera, colocada junta a la Iglesia para la ocasión, es tiroteado con munición de salva, hasta que empieza a arder y es quemado en su totalidad.
Los organizadores han subrayado que no es una fiesta para crear polémica, sino que simboliza "quemar algo negativo", aunque han admitido el eco que la decisión de este año puede tener.
Puigdemont acusa al PSOE de participar en "un acto de odio"
En un apunte en Twitter, Puigdemont ha lamentado "que el PSOE participe de un acto de odio tan visceral e inhumano", y ha sostenido que su compromiso es la independencia, la democracia y la libertad, y que ninguno de ellos merece un fusilamiento en una sociedad civilizada, en sus palabras.
Puigdemont ha explicado que el muñeco llevaba un lazo amarillo "bien visible", y ha destacado que en el acto no solo le han querido fusilar a él sino que, a su juicio, han querido mofarse de la lucha por la libertad de presos independentistas y los que se encuentran en el extranjero.
Ha destacado que normalmente respeta las muestras de ironía y sarcasmo que considera que forman parte de la libertad de expresión, pero ha reconocido que en este caso no es así: "Esta, a diferencia de las otras, no la puedo respetar, por dignidad personal y por decencia democrática", ha dicho.
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