El secuestrador pactó la entrega del bebé, pero no se presentó
Secuestro y crimen en Almería
La pequeña Miriam murió golpeada y fue arrojada en una mochila con piedras a la balsa. Jonathan Moya pasa a disposición judicial.
El secuestro y muerte de Miriam, la bebé onubense de apenas 16 meses, mantiene aún numerosos interrogantes que esperan ser resueltos en los próximos días. Pero los datos básicos ya han adquirido relevancia, entre ellos, la forma en que falleció. La autopsia practicada en el Instituto de Medicina Legal (IML) de Almería revela que la pequeña perdió la vida después de que la golpearan en la cabeza y que, posteriormente, fue arrojada a una balsa en una bolsa de deporte junto con piedras (para ganar peso e impedir que saliera a flote), algo que contradice las declaraciones del autor del crimen, que especificó que la niña se murió poco después de raptarla. Con esto, todavía quedaba por detallar en qué momento del secuestro fue asesinada a través del plan orquestado (y seguramente fallido) por Jonathan Moya González, quien informó sobre el estanque de riego donde la arrojó y delató a una segunda persona como colaboradora, su amigo Raúl R. F. Pero la duda fue en parte resuelta en la tarde de ayer, cuando el IML comunicó que había fallecido entre dos y cinco días atrás del hallazgo del cadáver. Tejidos del bebé han sido enviados al Instituto de Toxicología de Sevilla para concretar el día extacto.
Es decir, con toda seguridad Miriam permaneció, al menos, tres días viva junto a su secuestrador. Según fuentes cercanas a la investigación, la Guardia Civil pudo seguir algunos de los pasos de Jonathan a través de su teléfono móvil, e incluso otras fuentes apuntaron a este periódico que llegó a pactar su entrega el pasado 25 de diciembre en un paraje de la Fiñana, la Revuelta de los Pinos, a dos kilómetros de la localidad. Los agentes acudieron, pero el confeso asesino no lo hizo, pudiendo, con esto, intentar una maniobra de despiste. De todas formas, esa llamada que Jonathan realizó a la Guardia Civil sirvió para confirmar que se encontraba en la zona. Miriam podría estar muerta ya para ese momento.
Entre los datos que están aún en el limbo, queda por resolver si fue Jonathan (17 veces arrestado) quien acudió hasta El Campillo (Abrucena), -lugar donde está ubicada la alberca-, si estuvo acompañado o si el camino que le separa del cortijo Torre de Marfil del Camino Real (donde fue detenido por la Guardia Civil y que se encuentra a unos 500 metros) fue recorrido por otra persona. No hay que olvidar que aunque ya son dos los arrestados, las autoridades no descartan que se sumen más detenciones en las próximas horas. De momento, en las instalaciones de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, junto al supuesto asesino, se encuentra Raúl R. F., vecino de la localidad de Fiñana, que no tiene antecedentes penales y es íntimo amigo de Jonathan. Los agentes de la Guardia Civil también portaban la fotografía de Raúl cuando realizaban las pesquisas necesarias en la Comarca del Nacimiento para localizar a las personas que estaban participando en el secuestro de Miriam. Los agentes de la Policía Judicial intentaron durante toda la jornada de ayer fijar su exacto grado de implicación en los hechos. En este sentido, el padre de Raúl confirmó un dato que los agentes están estudiando, y es el posible ofrecimiento de Jonathan a Raúl de una cantidad de 50.000 euros "por un trabajo", apunte al que los agentes podrían haber tenido acceso a través del análisis de teléfonos móviles. "No le dijo para qué iba a ser ese dinero. Mi hijo le comentó en forma de broma que si se los pagaba por adelantado que lo haría, pero no pasó de ahí", manifestó el padre. La Guardia Civil también pidió declaración a la novia de Raúl y analizó su móvil. El segundo detenido realizaba trabajos como portero en la noche de Almería.
De lo que pueda aportar Raúl se extraerán más conclusiones sobre cómo fueron ejecutadas las labores de maniobra, una vez consiguieron hacerse con la pequeña tras dejar a Gema Cuerda tirada en la localidad de Gérgal, junto a la Venta del Pino, siempre y cuando se demuestre su implicación en el caso. Otro punto que queda por esclarecer y que no se ha hecho público, porque el asesino no lo ha admitido (o no ha trascendido), es el fin del rapto de Miriam, aunque todo apunta a que era la venta a otra familia, intento que se hubiera frustrado al no poseer las infraestructuras necesarias y gracias a la rápida actuación de Guardia Civil y Policía Nacional, que también obtuvieron pistas sobre la localización de Jonathan gracias a los pinchazos telefónicos que realizaron en el entorno más próximo del detenido. Jonathan estuvo en junio en prisión provisional imputado por la presunta comisión de 12 delitos de estafa que habría cometido haciéndose pasar por agente de la Policía Nacional. Esta mañana ha pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Almería junto a un amigo que podría haberle encubierto. Ambos detenidos llegaron pasadas las 10:00 a la Ciudad de la Justicia en sendos coches de la Guardia Civil, procedentes de la Comandancia, para prestar declaración ante el juez.
Otra de las personas que se ha visto metida de lleno en esta historia es Francisco Oliva, el dueño de la balsa de riego donde fue arrojada la pequeña Miriam. "El alcalde de Fiñana me llamó sobre las 01:30 de la mañana. Me dieron datos sobre la balsa y les dije que era la mía. Nunca olvidaré este día, es algo que ya queda marcado para siempre. Yo no conocía a Jonathan, pero sí a su familia", explica Francisco, quien detalló que el alberca tiene en torno a cinco metros de profundidad y que la visitó el pasado domingo día 23, sin apreciar ningún detalle extraño, algo que cambió ayer, puesto que una de las zonas superiores de la valla que rodea el agua se encontraba doblada. La finca fue bautizada como El Campillo y se encuentra junto a la A-92 a su paso por Abrucena. Es un terreno de almendros que conecta con el Camino Real mediante una vía de tierra, el lugar por el que casi con toda seguridad fue transportada Miriam, pues cualquier otro recorrido lo hubiera expuesto en sobremanera a agentes y vecinos.
La Comarca del Río Nacimiento, y en especial las localidades de Abla y Abrucena, tardarán un tiempo indeterminado en olvidar lo sucedido. La muestra de condena al acto cometido por Jonathan Gómez se realizó ayer en ambas localidades, que han declarado a su joven vecino persona non grata y han declarado luto por dos días.
En Abrucena, el pleno se celebró por la tarde y los vecinos se concentraron en la puerta del Ayuntamiento para recordar la memoria de la bebé fallecida. Diputación provincial de Almería informó ayer, a través de su presidente Gabriel Amta, que la institución va a asumir todos los gastos funerarios del bebé, así como el traslado de su cuerpo, y el traslado de la madre y la abuela de la niña a su pueblo natal, La Palma del Condado en Huelva, mientras que el ayuntamiento de la localidad pagará el funeral.
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