Ni siquiera en el homenaje al padre de la patria andaluza

El homenaje cuidado y solemne de la Andalucía oficial, la del Parlamento, la Cámara de Cuentas, el Consejo Audiovisual, el Consultivo, la Delegación del Gobierno...., contrasta con la realidad política que vive Andalucía en la que los portavoces de los grupos políticos no fueron capaces de aparcar sus diferencias ni en el nombre de Blas Infante.

Y eso por no hablar de Vox que se ausenta ostensiblemente de este homenaje anual a pesar de que en el Estatuto de Autonomía que han jurado al entrar en el Parlamento se recoge textualmente el papel del pensador y político que nació hace este 5 de julio hace 139 años. Pero lo cierto es que en lo único en lo que hubo consenso fue en el reconocimiento al trabajo que ha hecho María de los Ángeles Infante, hija de Blas Infante, y que falleció hace tres meses, por su impulso al legado de su padre y la conservación de los símbolos de Andalucía que hizo tanto ella como toda su familia tras el asesinato del padre de la patria andaluza. En eso y en la sublime interpretación del himno a cargo de Teresa Cobo Sánchez, una jerezana afincada en Antequera y que ha llegado al Parlamento de la mano de la ONCE. Con su interpretación, sin micrófono ni música y por Rocío Jurado cerró un acto en el que la igualdad y la unidad estuvieron en boca de casi todos...aunque con interpretaciones diferentes.

Porque los discursos de los portavoces políticos estuvieron cargados de reproches y sólo el presidente de la Junta, como correspondía a un acto institucional, mantuvo un tono más conciliador aunque insistió en reclamar la financiación que necesita la comunidad. Juanma Moreno pidió unidad y compromiso "leal y sincero de todos" para reclamar "los recursos que necesitamos, que merecemos" para "competir en absoluta igualdad" con otros territorios de España con la premisa de que "queremos prosperar", una meta que habría que desechar si no hace "en igualdad de condiciones en términos de recursos económicos".

Con la premisa de que "nuestras diferencias no nos hacen enemigos", el presidente de la Junta de Andalucía ha reclamado que todo el arco político andaluz se comporte como "herederos del legado de concordia de Blas Infante" por cuanto ha vuelto a esgrimir como meta "trabajar por la igualdad de Andalucía con el resto de comunidades", por lo que ha reivindicado el símbolo de "la bandera común a la que servimos, la bandera que creó Blas Infante hace más de 100 años".

Juan Espadas, secretario general del PSOE-A, también ha aprovechado para lanzar su mensaje cargado de intención. "El autogobierno está para ejercerlo y no para esconderlo bajo un agravio permanente con otros territorios o atribuyendo a otros los problemas", dijo en su intervención oficial. Una idea que después repetía por los pasillos, tanto ante los micrófonos de los medios como en las charlas posteriores. Espadas defiende que Cataluña "quiere exprimir las competencias que le permite su Estatuto de Autonomía, la pregunta es ¿por qué Andalucía no?", unas palabras con las que resolvía la pregunta sobre las negociaciones que está manteniendo Cataluña con el Ministerio de Hacienda para recaudar el cien por cien de los impuestos en esa comunidad autónoma.

Inma Nieto, de Por Andalucía, ponía el foco en la recuperación de los restos de Blas Infante, "no hay tarea más urgente porque es un deber común insoslayable", mientras que José Ignacio García, portavoz de Adelante Andalucía, pronunciaba unas palabras muy medidas atrayendo el legado de Infante a la realidad actual de Andalucía, como la precariedad laboral, la inmigración, "nadie es extranjero en Andalucía, decía Blas Infante", o el hecho de que el 46,8% de los niños andaluces "están en riesgo de pobreza".

Las palabras más duras fueron, sin embargo, las del portavoz popular, Toni Martín, quien reclamó el sentido de un homenaje a Blas Infante que no sea acudir con "chaqueta y corbata para decir las mismas frases de siempre; sería un homenaje vacío", por lo que ha abogado por considerar que "el respeto es llamar a las cosas por su nombre".

Con ese prefacio ha sostenido que "en estos tiempos de zozobra y de ataques a nuestra autonomía, el gran homenaje es no arrodillar a Andalucía ante los privilegios de otros", para advertir contra la tentación de que "otros lastren las oportunidades de esta tierra", así como ha lamentado de que "otros agachen la cabeza" para incurrir en "un colaboracionismo vergonzante", de manera que en vez de "pegar bocados por esta tierra" se conforman con "el papel de ser meros agradaores".

 "Mantener vivo a Blas Infante es no aceptando dobles varas de medir ni aceptando menosprecios", para concluir con un "qué otra manera de defender el legado".