Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Susana Díaz necesita más síes que noes para ser elegida presidenta en el Parlamento. El proceso comienza el 16 de abril y, en el peor de los casos, se podría alargar hasta el verano. No obstante, el objetivo de la presidenta es que no se pierda "ni un minuto".
La nueva Cámara
El jueves 16 de abril toman posesión los 109 parlamentarios. Se abre la Cámara. La sesión comienza presidida por la llamada mesa de edad, que dirigirá el mayor de los parlamentarios; en este caso, el socialista gaditano Luis Pizarro. A continuación, se elige al presidente del Parlamento, tres vicepresidentes y tres secretarios. Se votan en tres papeletas diferentes, una para cada uno de los estamentos. Ese día se pueden comprobar los primeros acuerdos.
Investidura
Desde la apertura de la Cámara hasta la sesión de investidura pueden transcurrir 15 días de plazo máximo. Por tanto, la fecha límite es el 30 de abril porque el 1 de mayo es festivo. En la investidura, Susana Díaz defiende su programa de Gobierno y hablan portavoces de los cinco grupos parlamentarios: PSOE, PP, Podemos, Ciudadanos e IU. Lo habitual es que quienes la interpelen sean los que han sido candidatos. La sesión, que suele prolongarse hasta un segundo día, termina con una primera votación. En ésta, Susana Díaz requiere la mayoría absoluta de la Cámara. Necesitaría, por tanto, los 47 parlamentarios socialistas más ocho más. Ciudadanos se lo podría dar, aunque sólo en caso de coalición del Gobierno.
Mayoría simple
Si Susana Díaz no es elegida presidenta por mayoría absoluta, a las 48 horas se convocará otra elección en la que sólo es necesario una mayoría simple. Para ello, se debería abstener Podemos (15 escaños) o el PP (33 escaños) o votar Ciudadanos (9 escaños) a favor. Vale cualquiera de estas tres opciones. Ni Podemos ni PP descartan abstenerse en algunas de estas votaciones. Y es que si no se logra el consenso en la segunda -la de la mayoría simple-, se pueden repetir tantas veces como sea necesario.
Si no hubiera acuerdo, aumentaría la presión sobre los partidos de la oposición, también sobre el PSOE, por el riesgo de inestabilidad. Además, el 8 de mayo comienza la campaña electoral de las elecciones municipales. Si aún no se ha alcanzado el acuerdo, la falta de éste se convertirá en elemento de discusión, y no sólo en Andalucía, sino en todo el país, ya que el 24 de mayo también hay comicios en todas las comunidades autónomas menos País Vasco, Galicia y Cataluña.
... y a los dos meses
El Parlamento puede celebrar sesiones cada vez que su presidente considere que hay opciones de consenso. Pero si transcurridos dos meses desde el día de la primera votación, no hubiese acuerdo, la Cámara quedará disuelta y se convocarían elecciones. El actual Gobierno se quedaría en funciones hasta entonces, y los comicios podrían celebrase después del verano. Se trata del peor escenario. Sin embargo, en el PP andaluz se apostaba por ello si el PSOE hubiese sacado menos de 45 escaños.
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