Características y ventajas de las baterías AGM en una instalación solar

Las baterías solares juegan un papel fundamental en cualquier instalación fotovoltaica aislada. Ahora bien, hay que tener en cuenta que existen varios modelos y que no todos ofrecen las mismas prestaciones —influye mucho el tamaño de la instalación y los requisitos energéticos—. Las baterías AGM se han posicionado como una de las mejores opciones en los últimos años, sobre todo, por su versatilidad, pero también por su ausencia de mantenimiento y por su larga vida útil. Los expertos en energía fotovoltaica explican cuáles son las prestaciones más destacadas y sus ventajas.

La batería AGM es un tipo de batería muy versátil que se utiliza en instalaciones solares, pero también en otras muchas aplicaciones, como en coches con sistemas automáticos de arranque-parada, sillas de ruedas, patinetes eléctricos y demás. Su nombre proviene de las siglas en inglés Absortion Glass Mat que se traduce como malla o alfombra de vidrio de absorción. Estas, explican desde el portal referente en energía solar CuencaSolar, están elaboradas con una base de fibra de vidrio absorbente entre las placas. “En ellas se absorbe el electrolito gracias a un proceso de capilaridad”, aclaran. Las baterías AGM cuentan, así mismo, con una válvula de alivio de presión que se activa cuando existe una presión excesiva en el interior de la misma. Otra de las características destacadas de este tipo de baterías es su estructura interna. La malla de fibra de vidrio separa las placas negativas de las positivas, dejando espacio para la recombinación de oxígeno en cada celda y con independencia de la posición de cada una de ellas.

Además, aclaran los expertos de CuencaSolar, en el supuesto de que hubiera una rotura del envase, el escape del ácido es limitado y la probabilidad de un cortocircuito entre celda y celda es mínima. “Al haber una división entre las placas por las fibras de vidrio no existe ningún peligro de cortocircuito entre celda y celda”, subrayan. Las baterías solares AGM pueden clasificarse en varios tipos, tal y como puede verse en la tienda online de CuencaSolar.es. Esta clasificación depende del voltaje y lo más habitual es encontrar modelos de 6V, de 12V y de 48V.

Usos y aplicaciones de las baterías solares AGM

Una de las principales ventajas de las baterías solares del tipo AGM es que pueden utilizarse en multitud de aplicaciones, explican los profesionales del sector. En el caso de las viviendas, lo más habitual es que se empleen para la alimentación de electrodomésticos y aparatos del hogar, por ejemplo, para cubrir los consumos de neveras, de microondas y de lavadoras. Ahora bien, también pueden utilizarse para otros fines, como para las instalaciones industriales y fotovoltaicas puesto que ofrecen una larga vida útil y un excelente funcionamiento, matizan los profesionales. Son una opción muy adecuada para el autoconsumo del tipo aislado que precisa de baterías de gran capacidad de almacenamiento. También para el uso de vehículos, como las baterías para barcos o caravanas con paneles solares. Además, las baterías del tipo AGM son muy útiles en instalaciones de telecomunicaciones, en sistemas SAI y en sistemas médicos, entre otras.

Las principales ventajas de las baterías AGM en instalaciones solares

Aparte de la versatilidad que ofrecen este tipo de baterías, lo que le da la posibilidad al usuario de hacer uso de ellas en múltiples aplicaciones, también cuentan con otras importantes ventajas. Las baterías solares AGM destacan por su eficiente absorción del electrolito, en comparación con otro tipo de baterías. La malla absorbente de vidrio evita que este se pueda escapar y que haya goteo fuera de la batería en caso de rotura, además las fibras de vidrio se tejen de manera especial para aumentar la superficie, por lo que pueden contener una cantidad suficiente de electrolito a lo largo de su vida, matizan los profesionales. Esto influye directamente en el mantenimiento de la batería, que no resulta necesario, ya que además cuentan con un diseño compacto y sellado, lo que facilita de igual manera su instalación en cualquier lugar y por parte del usuario, sin necesidad de tener conocimientos técnicos especializados.

La vida útil de las baterías AGM es otro de los puntos a favor de este tipo de acumulador de energía. Estas ofrecen una gran cantidad de ciclos, ya que generalmente pueden llegar hasta los 1300 ciclos. Además, los ciclos pueden ser de descargas más profundas que con otros modelos, aunque por supuesto no es recomendable ya que esto siempre afectará a su vida útil y a su capacidad nominal. Esto es posible debido a que el electrolito se evapora durante la fase de carga y descarga (cuando aumenta la temperatura interna) hasta llegar a la fase final, que se recombina con el ácido manteniendo la batería con todas sus prestaciones. Por último, especifican desde el sector, existen otras ventajas como su tiempo de carga relativamente corto, la resistencia ante las temperaturas extremas, su bajo nivel de descarga a lo largo del tiempo y la intolerancia frente a las sobrecargas, entre otras.

¿Qué se necesita para llevar a cabo una instalación solar?

La realización de una instalación es un proceso relativamente sencillo, explican los profesionales del sector. Lo primero que hay que tener en cuenta es si la vivienda o el lugar específico reúne las condiciones necesarias para poder instalar placas solares. Por lo general, hoy en día esto no suele suponer ningún problema teniendo en cuenta la cantidad de opciones disponibles, tanto de paneles solares, como de baterías y demás componentes que aportan una mayor flexibilidad a la hora de realizar la instalación, subrayan. Y, en segundo lugar, hay que considerar los requisitos legales, tal y como puede leerse en el portal especializado CuestionesLegales. En el caso de una instalación solar fotovoltaica el usuario o responsable de la instalación debe solicitar los permisos urbanísticos al ayuntamiento y otros permisos como la licencia de obra e impuestos o el contrato de suministro de energía para servicios auxiliares.