Beitia y López, un par de buenas bazas
La saltadora y el marchador cargan con la responsabilidad de ejercer de líderes de un equipo español en vías de regeneración
Una saltadora de 35 años, Ruth Beitia, y un marchador de 26, Miguel Ángel López, vuelven a cargar con la responsabilidad de meter a España en el medallero del Europeo de atletismo, que entre hoy y el domingo se disputa en Zúrich. Un año después de conseguir sendos bronces en el Mundial de Moscú, Beitia y López reanudan su carrera a la cabeza de una breve nómina de aspirantes españoles a pisar podio en el escenario mágico de Letzigrund, que congrega cada año a los mejores atletas del mundo en la Weltklasse y ha vivido 25 récords del mundo.
Zúrich recibe con lluvia a unos 1.600 atletas de 59 países europeos que disfrutarán de temperaturas que van de los 11 a los 21 grados. Ramón Cid, director técnico de la Federación Española, cifró sus expectativas en un abanico de entre cuatro y seis medallas, un cálculo optimista a la vista del ranking continental del año, donde sólo Miguel Ángel López y el obstaculista Víctor García ocupan posiciones de podio, y sólo como terceros.
Ni siquiera la eterna Ruth Beitia -cuarta con su salto de 1,99- disfruta de esa situación de privilegio en la lista europea, pero desde su amago de retirada en 2012, felizmente cancelado, la cántabra parece empeñada en desafiar las leyes de la edad. Junto a esta terna, se abonan a la esperanza de metal Manuel Olmedo y David Bustos en 1.500; Toni Abadía, Jesús España y Nuria Fernández en 5.000, Ayad Lamdassem, Javi Guerra y Sandra Aguilar en maratón, y Eusebio Cáceres en longitud.
Hay más atletas que en su fuero interno abrigan esperanzas de medalla, pero en caso de ver realizado su secreto anhelo su nombre quedará adscrito al capítulo de sorpresas. Jesús España, oro hace ocho años en una final inolvidable de 5.000 en la que batió al británico Mo Farah, hoy monarca universal del fondo, vuelve a la carga, ahora con 35 años, tras superar los contratiempos físicos que mermaron su rendimiento los dos últimos años.
Farah, que renunció por lesión a los recientes Juegos de la Commonwealth, regresa con el plan de obtener su tercer doblete del fondo consecutivo (5.000 y 10.000) en alta competición, tras los obtenidos en Londres 2012 y Moscú 2013.
Zúrich tendrá un significado especial para Nuria Fernández. El próximo sábado, justo cuando cumplirá 38 años, y en el país que por circunstancias familiares la vio nacer, se disputará la final femenina de 5.000, para la que ha trabajado durante todo el curso.
No menos especial será la oportunidad para el abuelo del equipo, Jesús Ángel García Bragado, que se presenta con 44 años en sus sextos campeonatos, igualando el récord de participaciones, igual que Nuria. El madrileño ya ha sido segundo (2006) y tercero (2002) en 50 km. marcha.
Si el equipo español, el cuarto más amplio de los campeonatos con 73 atletas, consiguiera cuatro medallas, igualaría la cosecha de la edición anterior (Helsinki 2012), la peor en 22 años. A partir de la quinta, y sobre todo de los 12 finalistas, podrá hablarse de recuperación. El reformado estadio Letzigrund pondrá a prueba, durante seis días, la incipiente regeneración del atletismo español.
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