Contador, ¿apagafuegos o incendiario?

Luis M. Pascual (Efe) Montauban

08 de julio 2016 - 05:02

Alberto Contador no quiere inflar una polémica evidente en el seno del Tinkoff, en el que no se siente suficientemente respaldado y arropado para la pelea por la general. El jefe de filas de la formación, solo el jueves en las primeras rampas del Tour, mermado por las heridas no cerradas de las caídas de los dos primeros días, considera que el equipo no estuvo lo suficientemente a su lado en los malos momentos. Pero de puertas para afuera el discurso es el de limar asperezas: "Lo hablamos, eso es lo importante, y ha quedado todo claro. Ahora hay que pasar pagina y recuperarnos", aseguró el madrileño tras atravesar la meta de la sexta etapa en Montauban.

Su discurso tranquilizador no apaga las llamas que parecen rodear a la formación rusa, en pleno proceso de desaparición e incapaz de dar la imagen de unidad en torno a su líder. Y es que en la salida en Arpajon Contador habló claro: "Las órdenes del equipo fueron unas y la decisión Kreuziger fue otra. Ésa es claramente la realidad. El Tinkoff no falló en la táctica, Kreuziger adoptó esa resolución por su cuenta. Sin embargo, tratamos el tema y dejo atrás el malentendido. Ya se comprobará hasta dónde podemos llegar en este Tour", afirmó por la mañana tras una noche caliente en el hotel del Tinkoff y la discusión franca, según revelan fuentes próximas a la formación rusa.

El danés Michael Valgren, uno de los gregarios del español, reconoció que el ambiente no era bueno, que había tensión, pero al igual que Contador aseguró que todo quedó resuelto. Uno de los directores deportivos, Sean Yates, sin embargo, negó cualquier malestar y adujo que todo fue "un problema de comunicación". Una versión que queda en evidencia por una fotografía en la que se ve al checo mirando hacia atrás cuando Contador perdía contacto con el grupo de los favoritos tras un ataque del francés Romain Bardet. Y Kreuzuger, checo, haciéndose el sueco ante los periodistas españoles. La paz en el Tinkoff será tan frágil como lo sea la salud de su jefe de filas.

stats