Froome, Quintana y los invitados
La ronda gala, la más dura de los últimos años para algunos y muy montañosa, arranca en Normandía con dos favoritos y una segunda unidad de nivel dispuesta a dar la sorpresa
El Tour de Francia que se lanza hoy en Mont Saint-Michel anuncia un atractivo duelo entre el británico Chris Froome (Sky), que aspira a su tercera corona en París, y el colombiano Nairo Quintana (Movistar), que persigue estrenarse tras dos segundos puestos. Ambos serán los máximos favoritos al título, aunque cuentan como rival directo con Alberto Contador (Tinkoff), quien pretende volver a conquistar una carrera que no logra desde 2009. Aparte del trío de candidatos principales, la segunda línea aporta mucha calidad, quizá más que nunca, con los italianos Vincenzo Nibali, con las tres grandes vueltas en su palmarés, y Fabio Aru, ganador de la Vuelta, Alejandro Valverde, tercero en el Giro, y Richie Porte, entre otros. Será interesante ver a grandes campeones en funciones de gregario, pues tanto Nibali como Valverde acuden, en principio, a ayudar a sus jefes de filas, Aru y Quintana, respectivamente.
El recorrido ofrece una primera semana menos peligrosa respecto a ediciones anteriores. No habrá pavés, aunque el viento puede dar algún susto. Pero la segunda semana, con los Pirineos; y la tercera, con los Alpes, ofrecerán etapas propicias para grandes batallas.
El líder del Sky, ganador en 2013 y 2015, afronta su séptima participación y llega con cinco victorias en la temporada, entre ellas el Dauphine, considerado el último examen antes del Tour. El recorrido es de su agrado y se ajusta a sus condiciones, incluidas las dos contrarreloj, la segunda cronoescalada. Para el británico la tercera semana será clave, pero avisa de la jornada de Andorra y de otras con descenso al final.
Nairo Quintana, de 26 años, buscará el maillot amarillo. Otro resultado le apartaría de su objetivo real. El ciclista de Cómbita sueña con los finales en alto y señaló como jornadas propicias las jornadas de Andorra, Mont Ventoux y Morzine. Aunque su punto más débil podría estar en la lucha contra el crono, es algo que no le asusta, sobre tod porque una pica hacia arriba.
Por su parte, Contador no tiene dudas de que se trata de uno de los Tour más duros que recuerda. Tras abandonar la idea de retirarse del ciclismo al final de temporada, se apunta a soñar con lo más alto del podio en París, en una edición que se lanza desde la isla rocosa de Mont Saint Michel, una joya del patrimonio mundial de la UNESCO de obligado paso turístico en Normandía. El destino será Sainte-Marie-du-Mont, junto a la playa de Utah, unos de los escenarios del Desembarco de la II Guerra Mundial.
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