Jerez, cuna del primer club español

Fútbol

Nuevos datos desvelan que la primera sociedad que practica el foot-ball en nuestro país de forma totalmente organizada es el Jerez Cricket Club, entidad fundada en el año 1864.

Jerez, cuna del primer club español
Jerez, cuna del primer club español
Ernesto Alba Reina

22 de agosto 2016 - 07:25

¿Cuándo y dónde se jugó por primera vez al fútbol en España? Hasta hace unos años la respuesta a esta pregunta parecía clara e incuestionable, en 1873 en Huelva, de manos de los trabajadores ingleses instalados en la cuenca minera de Riotinto. Sin embargo, el descubrimiento de una noticia en el periódico jerezano ‘El Progreso’, fechada el 1 de Noviembre de 1870, llevó a situar este histórico acontecimiento tres años antes y en otro enclave de marcada influencia británica, Jerez de la Frontera, conectada comercial, cultural y socialmente con Inglaterra a través del negocio de exportación de sus vinos.

En dicho artículo se detallaba que la mañana de ese día se disputaría en el Hipódromo de Caulina una partida de cricket y que por la tarde los aficionados a ‘porrazos’ disfrutarían de un rato de foot-ball, señalando de este modo a Jerez como la primera ciudad de España en la que se practicó el fútbol. Ese descubrimiento obligaba a reescribir la historia del balompié nacional en sus comienzos, concediendo a nuestra ciudad un protagonismo relevante.

Lógicamente, la controversia estaba servida y no tardaron en aparecer quiénes cuestionaban y restaban valor a la noticia. Ser la cuna del balompié nacional otorga un importante prestigio y honor a la ciudad que pueda presumir de este galardón.

Por un lado, se argumentó que el empleo del término foot-ball a secas puede generar dudas sobre si la reseña hace alusión en realidad a un encuentro de football-rugby o de football-association, que era la denominación utilizada en Inglaterra para designar al fútbol jugado con los pies. Y es que la palabra foot-ball se usaba indistintamente para designar a ambas variantes del juego. Por este motivo cuando una noticia menciona la celebración de un encuentro de foot-ball durante ese periodo nunca se tiene la certeza absoluta de que se tratara de fútbol o de rugby.

El nacimiento en 1863 de la Football Association (FA) en Londres estableció una primera distinción oficial en su reglamentación y, aunque un gran número de clubes se mantuvieron fieles al rugby, otros, unidos a esta nueva Federación, se decantaron por la práctica del fútbol tradicional o dribbling game y comenzaron a organizar encuentros sujetos a las denominadas ‘Reglas de Cambridge’ de 1848, aunque introduciendo sensibles modificaciones. Las más importantes, las que prohibían el uso de las manos para trasladar el balón y el juego brusco para derribar contrarios.

Con ello se pretendía crear “un estilo propio, más hábil frente al tumulto que representaba la vieja normativa”. Aún así, “establecer una cronología fiable del proceso de introducción del fútbol asociación en el mundo es casi imposible. […] Esto es particularmente válido para el período anterior a 1880, en el que muchos británicos, sobre todo los instalados en el exterior durante un lapso extenso, aún no habían incorporado la separación radical que se operó entre los dos juegos primero en 1863, y luego en 1871”, cuando con la creación de la Rugby Football Union tomaron caminos independientes de forma definitiva.

Sin embargo, esta dificultad de los emigrantes ingleses para mantenerse al día de las últimas innovaciones futbolísticas como consecuencia de sus largas temporadas ausentes de las islas británicas no fue tal en el caso de Jerez, donde los frecuentes y periódicos viajes de empresarios vinícolas jerezanos e ingleses a la patria del foot-ball por motivos de negocios durante todo el siglo XIX, mantuvieron siempre abierto un fluido canal de comunicación que habría favorecido la llegada a nuestra ciudad de las novedosas normas de la Federación inglesa de fútbol que habían comenzado a difundirse hacía ya siete años. Resulta por tanto perfectamente plausible desde un punto de vista cronológico que el juego celebrado en Jerez en 1870 consistiera en un partido de fútbol asociación.

Una vez aclarado este aspecto, las dudas se sembraron en torno al empleo de la expresión ‘a porrazos’, puesto que de dichas palabras se infería que el juego consistió en una partida de rugby debido a la dureza inherente a este deporte. Esta idea, que a simple vista podría parecer lógica, queda rebatida por dos motivos fundamentales. El primero es que inicialmente el estilo y la técnica del foot-ball eran todavía muy rudimentarios y los jugadores se disputaban la pelota propinándose pisotones, patadas y empujones, de este modo, el balompié fue percibido por la sociedad española como un deporte violento y en consecuencia resultaba muy frecuente recurrir a expresiones como a porrazos, y ‘peleas’ en la zona onubense, para referirse a estos primeros partidos de fútbol. Así, en la edición del día 28 de abril de 1891 el ‘Diario Oficial de Avisos de Madrid’ informaba de la muerte durante el año anterior en Inglaterra de al menos 7 jugadores por los golpes y lesiones recibidos mientras participaban en partidos de fútbol. Todo esto, unido a la ausencia absoluta en los años sucesivos de tradición rugbística, señala que la línea evolutiva del fútbol jerezano proviene por vía directa del football-association, es decir, que el fútbol que se practicaba en nuestra ciudad era el mismo que se comenzó a jugar en la zona de Huelva tres años después y que se diferenciaba sustancialmente del rugby en cuanto a su reglamentación y al espíritu del juego.

El segundo radica en que con el empleo de ‘a porrazos’, el redactor no está calificando realmente la condición violenta del juego en cuestión sino refiriéndose a los aficionados a los porrazos, a los batazos. O sea, a los jugadores de la partida de cricket que se jugaría esa mañana y que tras un intermedio volverían a la acción practicando esta vez el foot-ball puesto que, como veremos más adelante, ambos sports eran compaginados asiduamente por los mismos deportistas.

La noticia jerezana de 1870 también recibió críticas desde otros frentes puesto que para algunos la constitución en 1886 de la Internacional Board, organismo encargado de unificar un conjunto de reglas comunes a nivel mundial, se considera habitualmente como el inicio del fútbol moderno, y por tanto, la partida celebrada en Jerez quedaría excluida de dicha consideración.

Sin embargo, esta circunstancia no desmerece el foot-ball practicado hasta entonces porque, aunque algunas de sus reglas comparadas con las actuales puedan parecer arcaicas, ello no supone que se tratase de un deporte distinto sino de fútbol en un momento de plena y constante evolución de sus normas dentro del proceso que desembocaría más adelante en la fijación de su forma, más o menos, definitiva.

Al fin y al cabo, era fútbol, ya que quiénes lo practicaban en ese momento también lo hacían de manera diferente a como lo habían hecho sus antecesores y asimilaban las sucesivas novedades con naturalidad, al igual que a nosotros en la actualidad nos parecen trasnochadas las normas del fútbol que se jugaba hace medio siglo sin que por ello lo cataloguemos como otra clase de fútbol. Para ellos, lo que jugaban era simplemente foot-ball, el único fútbol que existía y de la única manera que conocían.

En esa línea también se expresan otros investigadores como Luis Javier Bravo Mayor, cuando afirma que “el fútbol moderno comenzó su andadura a mediados del siglo XIX sin poder concretar una fecha exacta. Fue construyéndose poco a poco”; David Barber al sostener que “el moderno juego del fútbol nació en la noche del lunes 26 de octubre de 1863” o Jorge Horacio Gallego para quien “las Reglas iniciales de nuestro fútbol actual quedaron establecidas” también en dicho año.

Bajo mi opinión, lo que define al fútbol moderno es su filosofía, es decir, aquel juego que está basado en el toque con los pies y en el que está prohibido el uso de las manos para desplazar el balón y para derribar contrarios. El hecho de la utilización de las redes, el tiro de penalti o el fuera de juego y otras innovaciones aparecidas unos años antes o después no afecta al concepto ni a los principios del juego, ‘primacía de la habilidad sobre la fuerza, del dribbling sobre la melé’.

Con el tiempo, la labor de divulgación en diferentes foros y revistas especializadas ayudó al reconocimiento generalizado que existe en la actualidad de Jerez como la ciudad en la que por primera vez se jugó al fútbol en España. En este punto, me asaltó una duda: si en Jerez se empezó a practicar el fútbol, debió existir un club que promoviera esta actividad.

La reseña de 1870 era un oasis en el desierto, no aportaba más información sobre los jugadores protagonistas o sobre el organizador de la partida, parecía remitir más bien a una reunión de amigos esporádica e informal y sin continuidad, por lo que era necesario profundizar en estos aspectos para que el descubrimiento gozara de una trascendencia real y no quedara reducida a simple anécdota.

El punto de partida se basó en una premisa de especial relevancia para lo que trataré de exponer a continuación, que los jugadores del encuentro de cricket y los de la partida de foot-ball pertenecían a un mismo club. Y es que en estos años ambos juegos aparecen con frecuencia íntimamente relacionados debido a que eran los más populares en Inglaterra. Además, se complementaban a la perfección porque la decisión de combinar la práctica del cricket y el foot-ball mediante la creación de un club respondía a “una dualidad muy de moda en el Reino Unido y, recientemente, en otros países europeos y sudamericanos donde se habían podido exportar desde las islas con inusitado éxito. La suerte estaba echada y la elección no podía defraudarles ya que se cubría toda la temporada a partes iguales: fútbol para el invierno y cricket para el verano, dos deportes compatibles entre sí…”.

Siguiendo esa línea, recientemente se ha redescubierto que en 1879 se constituyó el Cricket y Foot-ball Club de Madrid de manera “similar a los existentes en Sevilla y Jerez” (London Standard, 05/10/1879). Y en efecto, indagando se puede concretar que en nuestra ciudad existía por aquellos años el Jerez Cricket Club, que había sido fundado en agosto de 1864 por miembros de la colonia inglesa y constando como su primer presidente el vicecónsul británico en la ciudad, Charles Harman Furlong.

El club era una sociedad mixta compuesta por unos treinta miembros, tanto ingleses como españoles, disponía de su propio reglamento y celebraba sus partidos en el Hipódromo de Caulina.

En ese momento, había que retroceder a la histórica partida jerezana del 1 de Noviembre de 1870, en la que como ya he explicado, el cricket y el foot-ball iban igualmente de la mano. Lógicamente, esa partida estuvo organizada por el Jerez Cricket Club como referente único de este deporte en la ciudad, disputándose además junto al hipódromo, que era el escenario habitual de los partidos del club de cricket jerezano.

Aquella mañana, los integrantes del club celebraron un encuentro de cricket, deporte que era su primordial razón de ser, y por la tarde esos mismos jugadores, aquellos aficionados ‘a porrazos’, organizaron una partida de foot-ball, simultaneando ambos sports como en el caso del club madrileño. De este modo, el Jerez Cricket Club se convirtió en la primera sociedad formal y legalizada que practicó el fútbol en España, antecediendo en casi una década al Cricket y Foot-ball Club de Madrid y en casi dos al Huelva Recreation Club, lo que constituye un importante hito del fútbol nacional que merece ser justamente reconocido y valorado.

La nómina de jugadores que integraron esta sociedad en algún momento de su vida está formada en parte por A. J. Lecolant, W. G. Richardson, Oliver Davies, F. Ardizone, E. Noble, James Speed, C. Creswell, Joseph Warter, M. Cantillo, M. González, Fernández, W. Garvey, Schwann, C. H. Younger, T. H. Smith, Shaw, Rodway, Warwick, W. Noble, Carsey, J. Hayes, J. Tibbs, P. González, Richard H. Davies, J. P. Marks, S. F. Rowland, W. Glassford, Roderick Creswell, A. Speed o F. Forrester. Entre ellos se encontraban algunos de los que en 1870 dieron las primeras patadas a un balón de foot-ball en nuestro país.

El Jerez Cricket Club debe ser considerado, de este modo, como el club de fútbol más antiguo que ha existido en nuestro país, ya sea como entidad netamente futbolística o que en algún momento de su historia como sociedad se dedicó al balompié.

En este periodo era muy frecuente que, aunque un club se fundase con la intención inicial de dedicarse a un deporte concreto, la ganas y la ilusión de sus deportistas por mantenerse al día de las últimas novedades les llevaba a recrearse además con otros juegos. Un caso similar sería el de la ciudad de Barcelona donde los socios del Club de Regatas fueron los primeros en iniciarse en el fútbol y practicarlo de forma organizada.

Además, los primeros clubes españoles que jugaron al foot-ball no nacieron como sociedades exclusivamente futbolísticas sino que eran entidades que fomentaban la práctica de un variado número de deportes, como en el caso paradigmático del Huelva Recreation Club, que nació para promover la práctica del cricket, el foot-ball y también el tenis entre otros.

El Jerez Cricket Club mantuvo una importante actividad durante más de una década concertando numerosos encuentros de cricket pero progresivamente fue perdiendo presencia al no adquirir este deporte el arraigo necesario y dejó de existir algunos años antes de la finalización del siglo. Por este motivo el decanato del fútbol nacional recayó seguidamente en el Huelva Recreation Club, que lo ha retenido meritoriamente al haber mantenido una trayectoria continuada desde su fundación hasta el día de hoy.

Pese a ello, el foot-ball siguió practicándose en Jerez a tenor de varias referencias procedentes todas básicamente de diferentes publicaciones editadas por casas bodegueras conservadas en el Archivo Histórico de González-Byass.

En 1876 daban testimonio de un “nuevo deporte de extrañas reglas y complicadas palabras extranjeras”, que ahora podemos asociar con el fútbol puesto que en dicho año el polo y el cricket -únicos deportes de pelota que podrían prestarse a confusión- habían perdido toda condición de novedosos pues se empezaron a jugar en Jerez con una anterioridad de 6 y 12 años respectivamente.

Ya en 1884 otra noticia que parece apuntar más claramente al fútbol habla de “divertimentos de empleados de firmas exportadoras inglesas radicadas en Jerez aficionados al goal”.

Pero aunque hasta el momento solo dispongamos de estas tres referencias, ello no implica que el foot-ball no se hubiera practicado en más ocasiones en Jerez. Lo que ocurre es que no todas las veces que se jugó habrían sido recogidas como noticias, bien fuera porque no respondían a un interés general de los lectores o porque al jugarse dentro de la disciplina del propio club, ya que no existían otros clubes a los que enfrentarse, el carácter privado de estas reuniones dificultaba que llegasen a oídos de los redactores.

Y es que si analizamos detenidamente la noticia de 1870 vemos como en ella se informa sobre el juego del foot-ball de manera directa y sin más explicaciones ni presentaciones, lo que da a entender que podría haberse ya practicado con anterioridad.

Aquella tarde, los socios del Jerez Cricket Club se distribuirían en dos bandos identificados cada uno por un color y tratarían de llevar el balón a la portería del contrario impulsándolo con los pies. Si pudiésemos viajar en el tiempo y observarlos desde la distancia todos convendríamos en que lo que estaríamos viendo era, con sus peculiaridades y diferencias, claro, un partido de fútbol.

Lógicamente, no fue un partido que enfrentase a dos equipos diferentes, pero lo que está meridianamente claro es que seríamos testigos de los inicios del fútbol en nuestro país y que el Jerez Cricket Club, por el momento y mientras no aparezca otro más antiguo, fue el primer equipo de España que practicó el fútbol.

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