Kristoff, el pionero

Alexander Kristoff (Katusha) se convirtió ayer en el primer noruego que conquista la clásica belga Tour de Flandes, al batir en el sprint a su compañero de fuga, el holandés Niki Terpstra (Etixx Quick Step), con el que se había adelantado en los 15 últimos kilómetros. Kristoff se impuso con claridad a Tepstra y marcó un tiempo de 6 horas, 26 minutos y 38 segundos al término de los 264 kilómetros de trayecto.

La clave del triunfo estuvo en los adoquines del Kwaremont, uno de los 19 muros que jalonaron el recorrido de 264 kilómetros: un tirón de Kristoff al que sólo pudo seguir Terpstra.

Una buena sincronización entre ambos les permitió abrir un hueco de medio minuto cuando sólo faltaban 14 kilómetros para la meta, punto en el saltaron de grupo perseguidor el belga Greg van Avermaert y el eslovaco Peter Sagan, que a punto estuvieron de enlazar. Kristoff miraba por el rabillo del ojo a Terpstra, quien seguía sin darle relevos y en los metros finales sacó a relucir las pocas fuerzas que le quedaban para hacer historia al convertirse el primer corredor de ese país en ganar en el monumento de Flandes.

En esta ocasión, la carrera belga estuvo más abierta que en ediciones anteriores debido a las ausencias del suizo Cancellara, ganador de las dos últimas ediciones, y del belga Tom Boonen, quien también lleva tres victorias.

Kristoff confirmó su buen momento de forma y logró una nueva victoria, la más importante del año, después de ganar tres etapas en Qatar, una en Omán, otra en la París-Niza y hace unos días en los Tres Días de La Panne, prueba belga en la que fue el primero en la general y en tres etapas.

Brilló en la parte final, pero en el comienzo el protagonismo fue para el gaditano Juanjo Lobato, Vanspreybouck, Broeckx, Dillier, Docker, Juul Jensen, Greipel, Thurau, Martinez, Groenewegen y Van Keirsbulck. Ellos protagonizaron la escapada del día, llegando a tener hasta casi siete minutos de ventaja, pero a medida que se iban superando los muros, las fuerzas y el entendimiento fueron bajando ante un pelotón en el que marcaban el ritmo el Etixx y Sky, sobre todo, que también estaba pendiente de su líder, Bradley Wiggins, quien tuvo que cambiar de bicicleta en un par de ocasiones y era una de las bazas para el triunfo. El trebujenero acabó abandonando.

Otro ilustre, Greipel, se dejó ver en la parte final con ataques que no fructificaron, pues la carrera estaba controlada, especialmente por el equipo del flamante vencedor, Kristoff, que coronó por primera vez a su país.