Los focos sobre Márquez y Lorenzo
Motociclismo | Gran Premio de Qatar
El Mundial de MotoGP arranca bajo la luna de Doha con dos gallos laureados en Honda
Marc aspira a la 8ª corona recuperándose del hombro y con legión de rivales en contra
Luces, cámaras, acción. El primero de los diecinueve capítulos que ofrecerá la temporada 2019 de MotoGP comienza su rodaje bajo la luna de Doha. Como en las mejores producciones cinematográficas, el Mundial de Motociclismo se inicia con un plus de misterio nocturno y luz artificial en el desierto de Qatar, fijándose los focos de atención en dos 'actores' principales, Marc Márquez y Jorge Lorenzo, ambos con la misma Honda. Más intriga y alicientes son imposibles, pero una duda sobre géneros flota con el polvo del ambiente: ¿Veremos una serie televisiva de acción, suspense o bélica?
Tal y como sucede con las películas, nos gustaría vaticinar el desenlace antes de conocer la trama, pero lo único que está asegurado en esta edición de los grandes premios es que el guión volverá a girar en torno a la figura del que llaman 'Superman Márquez', un ídolo planetario de solo 26 años que intentará conquistar el octavo título de su fulgurante carrera deportiva (lleva cinco en la máxima categoría). Pero no hay que llamarse a engaños, aunque algunos piensen lo contrario, el heptacampeón es de carne y hueso, no un héroe de cómic que vuela con capa, nada es fruto de la magia. Lejos de la ficción, la realidad evidencia que el genial piloto de Cervera lleva tres años seguidos siendo la voz cantante de MotoGP, como ya lo hiciera en su debut de 2013 y al siguiente de 2014, con un total de 44 victorias, 77 podios, 52 'poles' y 44 vueltas rápidas en carrera, acumulando también 170 caídas en pruebas del Mundial desde que aterrizase en el año 2008. A raíz de esos percances, es lógico que la salud dé señales de alarma, por lo que Marc tuvo que ser sometido el pasado diciembre a una delicada operación en su castigado hombro izquierdo y no se sabe si precisará cierto margen de tiempo para seguir dando el do de pecho.
Con el ánimo de no alimentar más intrigas, Márquez ha disipado muchas dudas en los test celebrados hace una semana en este circuito que inaugura la nueva temporada, dando fe de ello: "Probé el hombro contra el suelo en la curva 5 de Losail y está en su sitio. Desde la primera carrera estaré a mi nivel normal". Es decir, el genio de Honda Repsol garantiza fidelidad a su inigualable estilo de siempre: "Estoy listo para el arranque del Mundial. Tenemos un muy buen ritmo, cosa que en Qatar es importante. Estoy preparado para pelear por el podio y no veo a nadie que a nivel de ritmo esté muy por delante. Empiezo el Mundial como quería", e incluso se atreve a lanzar el primer aviso a su nuevo compañero de equipo, Jorge Lorenzo: "Necesita tiempo para adaptarse, pero cuando estás en HRC tienes que estar delante".
Esta llamada de atención por parte de Márquez a Lorenzo quizá sea un tanto prematura, pues el piloto mallorquín, sustituto del retirado Pedrosa, sigue recuperándose de una fractura de escafoides en la mano izquierda. Aún así, resulta innegable que sus resultados serán revisados con lupa, pues ha generado enormes expectativas al convertirse en el segundo 'gallo' laureado del equipo Honda, que ha reunido en el mismo box la friolera de 12 títulos mundiales, la cifra más alta de su historia, que se traduce en una rivalidad sin parangón. Pese a la lógica presión, Jorge recoge el guante con filosofía: "A priori, me veo más adaptado a la Honda de lo que estaba a la Ducati a estas alturas del año" y añade: "Quizá me enfrente al compañero más complicado en cuanto a velocidad, agresividad y hambre de victoria, pero lo haré en plenitud y conociendo bien la moto. En MotoGP todo es posible. Espero dar la sorpresa. Claramente no soy el favorito: no conozco la moto y acabé noveno en 2018. Pero todos saben que soy muy tozudo, que no paro hasta lograr el objetivo. Tengo eso en mi mente". Eso sí, también se cura en salud de posibles decepciones futuras: "Mis mayores retos ya los he cumplido".
Veremos pues si Lorenzo es capaz de reverdecer laureles con Honda a sus 33 años, después de la experiencia poco fructífera de dos temporadas en Ducati, que se saldó con tres victorias, 22 millones de euros de sueldo y aireados conflictos. Si el piloto balear se plantea hacer que la Honda sea aquella fina Yamaha con la que logró su tercer y último título de MotoGP hace cuatro años, lo tendrá difícil, por no decir que imposible. Nunca hemos visto una moto del ala dorada que vaya por railes, cosa que sí ha sido habitual en Yamaha e incluso últimamente en Ducati. Es decir, a Jorge Lorenzo no le queda otra que adaptarse y fijar como su único objetivo superar a un Marc Márquez que se reafirma como centro del universo MotoGP y al que por mucho que este año intenten moverle la silla, nada ni nadie van a debilitarle su estatus. El piloto de Cervera manda en pista y en las estadísticas, lidera en estilo, genialidad y dialéctica, saliendo airoso de guerras psicológicas. Con su eterna sonrisa mantiene todo bajo control y se divierte de lo lindo, no hay nadie más feliz que él en los circuitos.
Una de las grandes incógnitas de este inicio de Mundial es saber si la Honda de Márquez continuará exigiéndole al máximo física y mentalmente, o si por el contrario va a darle un extra de potencia y estabilidad. Su maltrecho hombro y las leyes de la física que lo suelen llevar al suelo más de lo normal, lo exigen casi a voces. El piloto español lleva seis años defendiendo a esta marca japonesa que tantos éxitos le ha dado, pero la competencia es cada vez más feroz y así lo ponen de manifiesto equipos como Ducati, representados por Dovizioso y Petrucci (Italia cierra filas con su mejor armada), o la formación de Yamaha, que encuadra a Rossi y Viñales (llamados a volver por sus fueros), mientras que en Suzuki, al igual que en Honda, hay pleno de pilotos españoles, con Rins y Mir (dos rebeldes con causa). Astuto donde los haya, Márquez recela de todos y cree que guardan algo en el bolsillo: "Creo que ninguno de ellos han mostrado en pretemporada todo lo que pueden dar de sí".
Con diecinueve carreras por delante, a nadie extraña que ninguna de las estrellas de MotoGP se postule a priori como máximo candidato a la victoria en el primer Gran Premio de 2019 en Qatar. El pasado año fue el italiano Dovizioso quien triunfó en la noche de Losail, teniendo como antecesores a Viñales y Lorenzo, ambos con Yamaha. ¿Se imaginan que sea Jorge Lorenzo quien se impone en su debut con Honda? El guión no está escrito, pero el 'gallo' Márquez trataría de evitarlo por todos los medios, mal que le pese a su hombro…
(*) Jesús Benítez, periodista y escritor, fue editor jefe del Diario Marca y, durante más de una década, siguió todos los grandes premios del Mundial de Motociclismo. A comienzos de los 90, ejerció varios años como jefe de prensa del Circuito de Jerez.
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