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Luisma sí la enchufa

La primera victoria del Guadalcacín en Tercera División llega en la octava jornada con un tanto marca de la casa del atacante jerezano Los de Ismael se sitúan en el puesto 15º

El centrocampista jerezano Dani salta obstaculizado por un contrario.
D. Sánchez Guadalcacín

06 de octubre 2014 - 05:02

El Guadalcacín-Sevilla C no pasará a la historia por su buen fútbol pero sí por ser el partido de la primera victoria del club jerezano en su historia como equipo de Tercera División. En efecto, el primer triunfo en Liga se ha hecho de rogar pero por fin llegó. Los fieles del Guadalcacín se llevaron dos alegrías en una: celebrar el primer gol de la temporada en casa y los tres primeros puntos que colocan al equipo de Ismael Pérez con 8 puntos y en el puesto 15º.

En el minuto 36 del partido se acabó el 'gafe' para el Guada. Luisma, con un gol marca de la casa, quitó las telarañas de la escuadra izquierda de Fernando y llevó el éxtasis a la grada del Fernández Marchán. La afición local por fin pudo celebrar el primer gol en casa, ya que hasta el momento el Guada sólo había marcado en Huelva (Juanito Benítez) y la pasada semana en Mairena (los dos de Diego Galiano).

El gran héroe del choque, el neojarillense Luisma, firmó un auténtico golazo, de esos que se saca de la chistera de vez en cuando. Ayer, Ismael apostó por él como delantero centro y respondió, además de con el gol, con otra dos clara ocasión que se le fue por encima del larguero. La primera que tuvo fue adentro. Paquito inició la jugada desde su propio campo con un pase buscando el perfil diestro de Luisma, éste recogió el balón, se lo adelantó un par de metros y justo al pisar el área soltó un latigazo que superó a un sorprendido Fernando.

Hasta ese momento, el partido no estaba ni para uno ni para el otro aunque el Sevilla C pudo adelantarse minutos antes si no llega a ser por una magnífica intervención de Lebrón en un mano a mano con Sillero, a quien le ganó la partida.

Ismael Pérez introdujo varios cambios buscando la reacción de un equipo que hasta ayer no había estrenado su casillero de victorias. Luisma jugó como delantero referencia -Juanito Benítez estuvo en el banquillo y aunque calentó durante buena parte de la segunda mitad finalmente no jugó ni un minuto- y en defensa, Diego Galiano se desplazó al lateral derecho haciéndole un hueco en la zaga a Luis Castillo, ayer compañero -además de hermano- de Paquito en el centro de la defensa. El técnico también reforzó el centro del campo con un 'trivote' formado por Topo, Dani y Alfonso, aunque este último con libertad de movimientos.

Enfrente, se esperaba mucho más de un Sevilla C que tiene mucho nombre pero escaso juego. Los sevillistas llegaron al Fernández Marchán como el otro equipo de la categoría que aún no conocía la victoria y se marchó de igual modo.

Ambos equipos afrontaban el encuentro con muchas urgencias y esto se notó en el juego. Poco fútbol, mucho voleón y escasas ocasiones de gol, ni por un bando ni por el otro. En un campo con poca anchura como es el Fernández Marchán, los equipos se ven obligados a buscar el juego directo y el balón estuvo más tiempo sobrevolando la pedanía jerezana que en el verde.

Pese a todo, el Guada siempre lleva peligro a balón parado y así tuvo su primer acercamiento más o menos claro. Fue tras un saque de banda de David que recogió Luisma dentro del área, controló y cedió a Alfonso, cuyo disparo hizo una parábola marchándose el balón por encima del larguero (19').

Pareció reaccionar el Sevilla C y pocos minutos después Sillero lo intentó con un disparo que también se fue por encima del arco de Lebrón. El meta guadalcacileño tuvo que emplearse a fondo a la media hora de partido. Sillero recibió de Bugatto y se quedó solo ante el meta local, quien afianzó pies y adivinó la vaselina del sevillista, abortando el peligro y desbaratando la mejor ocasión de los visitantes en los 96 minutos que duró el partido.

El choque no terminaba de romper hasta que a nueve minutos del descanso el Guadalcacín logró por fin perforar la meta sevillista, un tanto que se festejó como pocos en la grada y que dio un cariz totalmente distinto al encuentro.

En la segunda mitad se esperaba una salida en tromba de los sevillistas pero nada más lejos de la realidad. El segundo filial nervionense no se acercó con demasiado peligro a la meta de Lebrón hasta los minutos finales, cuando más por empuje que por buen juego, encerró a los locales.

Fueron los guadalcacileños los que pudieron sentenciar en varias ocasiones. Primero, Luisma reclamó un penalti tras recibir una entrada de Rafa Álvarez que pareció pena máxima. El punta estuvo a punto de hacer el segundo pero su remate con la zurda se le fue arriba por poco tras un magnífico centro de Piñero en una jugada que por su elaboración mereció mejor resultado.

Con el Sevilla C tomando riesgos, vino un dos contra uno que montó Jesús y que se quedó en nada porque el atacante no encontró el momento de ceder a Luisma, que esperaba el pase absolutamente solo.

En los minutos finales, Lebrón -que apenas se entrenó durante la semana por culpa de una pequeña contractura- tuvo que ser examinado, lo que propició que el colegiado añadiera seis largos minutos que se hicieron eternos aunque a la afición el sufrimiento le mereció la pena.

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