Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
Que España es un país emergente en el deporte de la doma clásica lo sabíamos desde que el mundo conoció al caballo 'Evento', un Pura Raza Española que hoy sería considerado mediocre pero que se hizo grande cuando volvió a Jerez, donde nació, con un diploma olímpico de Atlanta en 1996.
Pero ahora es la Federación Ecuestre Internacional y no la abuela de 'Evento' la que reconoce que en este país hay una proporción de jinetes de doma clásica que supera los índices de Holanda o de la mismísima Alemania. Otra cosa es que nos luzca, y no es por la calidad de nuestros jinetes, que están a un nivel altísimo de formación, si no por la calidad de nuestros caballos, que siguen sin ser los mejores. El PRE evoluciona hacia un caballo mejor y esto es un hecho contrastable; el problema es que también lo hace el resto de razas, y a una velocidad mayor, pues en las sangres mezcladas se corrigen los defectos en apenas una generación.
Si hay que hablar de corregir defectos, un jinete experto es José Antonio García Mena, descubierto y formado por Álvaro Domecq Romero, que sabe llevar al límite las capacidades deportivas de los caballos que entrena. El lusitano 'Dragao Figueiras' es un tordo muy movido, con aires amplios y movidos, un caballo barroco que consiguió puntuar por encima del setenta por ciento en la prueba de San Jorge, hoja de ejercicios en la que al caballo se le exige la ejecución de movimientos más reunidos, como la media pirueta o series de cambio de pie en galope.
'Manchego', retengan este nombre. Es un PRE hijo de 'Gumiel', súper expresivo y atlético. Ayer fue segundo en San Jorge y se encargó de expresarlo la amazona Cristina Durán, que acabó con una puntuación que rozó el sesenta y nueve por ciento.
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios