Messi para a la fuerza

Las alarmas se encendieron ayer en Barcelona y Argentina al conocerse que Lionel Messi estará entre seis y ocho semanas sin jugar por la lesión muscular que sufrió el domingo ante el Betis.

Las pruebas realizadas ayer determinaron que el crack del Barcelona tiene "una rotura muscular en el bíceps femoral de la pierna izquierda", anunció el club.

La rehabilitación se realizará primero en Barcelona y luego en Buenos Aires, advirtió el club, que dio por perdido al futbolista para lo que queda de año. A la recuperación habría que añadir el tiempo para que Messi recupere la forma.

Messi se marchó del campo ante el Betis a los 22 minutos sin casi tocar balón y después de sufrir molestias en la pierna izquierda. Las lesiones en el bíceps femoral son recurrentes en el delantero, que alterna pierna derecha e izquierda.

El argentino sufrió su tercera lesión muscular de la temporada y la quinta del año, aunque en este caso habría que precisar que nunca tuvo un pronóstico de recuperación tan prolongado como ahora, con cerca de dos meses de convalecencia. "Messi tiene que parar y cuidarse", afirmó el domingo su compañero Cesc, que sufrió un esguince en Sevilla y estará una semana de baja.

"Yo también lo pasé muy mal durante un año y medio en el Arsenal por lo mismo. Al final, te metes en un pozo jodido, y espero que a él no le pase lo mismo. Que se recupere y se tome todo el tiempo que haga falta hasta que esté bien", añadió el centrocampista. "Nunca es agradable que un jugador recaiga de una lesión. Vamos a cuidarlo para cuando vuelva esté al cien por cien", pidió el director deportivo, Andoni Zubizarreta. Su técnico, Gerardo Martino, también sugirió que de fondo aparece un problema que puede derivar en algo mayor: "Es la tercera lesión que tiene y puede influir en su cabeza".

Lo que ya es seguro es que Messi cerrará en la enfermería su año deportivo más nefasto. Desde el 2 de abril, cuando se lesionó ante el París Saint-Germain en la Liga de Campeones, ha encadenado problemas musculares que le impidieron rendir a su mejor nivel tanto en el Barça como con Argentina.

En los últimos días se supo que el futbolista decidió prescindir del fisioterapeuta Juanjo Brau, el hombre que durante los últimos años se convirtió en su sombra y lo acompañó en todos los viajes con la selección argentina.

A cambio, el jugador habría contratado a una nueva dietista que también lo acompañaría en los viajes. Lo cierto es que en el último año Messi pasó de ser "el hombre de hierro" al "jugador de cristal".

Si con la llegada de Josep Guardiola al banquillo del Barcelona, en 2008, estuvo cuatro años sin lesiones, la marcha del entrenador trajo diferentes tiempos para el futbolista, que progresivamente se hizo más propenso a padecer lesiones musculares. Ahora Messi tendrá que armarse de paciencia, algo difícil para un hombre que sólo es plenamente feliz jugando al fútbol.