Pablo Román: "Sería maravilloso jugar algún día en ACB"

Baloncesto

El pivot jerezano ha logrado el ascenso a LEB Oro con el UBU Tizona burgalés y ahora está a la espera de saber si continúa la próxima temporada

Pablo Román, en el Palacio de Deportes de Chapín.
Pablo Román, en el Palacio de Deportes de Chapín. / Pascual
D. Sánchez

12 de junio 2020 - 07:00

Pablo Román Romero-Valdespino ha logrado con su equipo, el UBU Tizona burgalés, el ascenso a la Liga LEB Oro después de que la Federación Española de Baloncesto haya dado por concluidas las competiciones que están bajo su organización. Es el segundo ascenso consecutivo del Tizona y del jugador jerezano, que está pendiente de saber si va a continuar en la entidad castellano-leonesa la próxima temporada.

Mientras tanto, Pablo Román ha retomado los entrenamientos en el Palacio de Deportes de Chapín junto al técnico José Galán, entrenador del Unión Baloncesto Jerez femenino. La idea del pivot es mejorar su físico para poder adaptarse al puesto de 4, con el objeto de lograr más versatilidad en el juego, lo que parejamente le podría otorgar más minutos en la cancha.

A sus 24 años (cumplirá los 25 el próximo noviembre), Pablo Román es el jugador jerezano con más proyección dentro del mundo de la canasta. El pivot de 2.08 ha desarrollado su carrera en Liga EBA -a excepción de esta última temporada en Plata- en equipos como el Novaschool (Rincón de la Victoria); Betanzos (La Coruña); Náutico de Tenerife (filial del Iberostar); Cimbis (San Fernando); y Orense, antes de recalar el equipo burgalés.

"Con 16 años me fui a Irlanda a aprender inglés en un internado y jugué al rugby, todo aquello me curtió"

Sus inicios fueron en el Chajeba, aunque salió de Jerez a los 16 años para estar un año interno en un colegio irlandés. “Mis padres me mandaron para estudiar inglés. Hice Primero de Bachillerato y el primer mes fue muy duro, sin entender ni papa del idioma. Pero fue un gran año, me lo pasé genial. Allí ni siquiera jugué al baloncesto sino al rugby y este deporte me sirvió para curtirme y poder ser duro más adelante en un puesto tan físico como el de pivot”.

Posteriormente, y casi por casualidad, recaló en Madrid, donde hizo una prueba con el Estudiantes. “Un ojeador me vio en la playa, lo alto que era y curiosamente era amigo de un primo mío. Una semana después, me pagaron un billete de tren y estaba haciendo una prueba con el júnior del ‘Estu’. No me cogieron, pero me mandaron a otro equipo de la misma liga y al término de esta pude hacer la postemporada con el Estudiantes de LEB Plata. En ese equipo estaban Fran Guerra y Juancho (Hernangómez). Fue una gran experiencia, aunque finalmente no contaron conmigo”, recuerda.

Tras pasar por varios clubes, recaló en la 18/19 en el UBU Tizona, con el que ha logrado dos ascensos consecutivos, el último a LEB Oro. “En lo personal, creo que en el momento de parar era cuando mejor me encontraba, tanto físicamente como de confianza”.

Burgos está de moda. Tiene un equipo en ACB (San Pablo Burgos) y al Tizona ahora en LEB Oro. Curiosamente, el UBU es el que logró tres años consecutivos plaza en ACB, pero no pudo hacer frente al canon que exigía la ahora llamada Liga Endesa. El club acudió a los tribunales, ganó el caso y gracias a eso, el San Pablo compró la plaza y fue el que termino jugando en ACB.

"La figura del pivot grande y pesado se está perdiendo, hay que evolucionar, mi objetivo es ser más versátil"

“Aquí hay una afición al deporte increíble. Viven todos los deportes. Nosotros estamos patrocinados por la Universidad de Burgos (UBU) y tenemos equipos de rugby, de tenis de mesa, balonmano, voley, baloncesto, y todos a un alto nivel. Parecido a lo que es la Universidad Católica de Murcia (UCAM). También está el equipo de ACB, que lleva dos años seguidos siendo la mejor afición. Es una ciudad volcada con el deporte y se nota muchísimo. En nuestros partidos, el pabellón siempre está lleno”.

Además, la ciudad también es acogedora: “Me parece una ciudad cómoda para vivir, se parece mucho a Jerez en ese sentido. Es llana y es fácil moverse de un lado a otro. Los burgaleses son muy buena gente; no hay esa gracia y ese arte que tenemos aquí, pero se vive igual de bien y cómodo. Y frío, allí fabrican el frío y luego lo exportan”.

Desde este martes, el pivot se entrena dos días en semana en el Palacio y físico lunes, miércoles y viernes. El objetivo, poder jugar también de 4: “Soy un pivot pesado, pero con un buen porcentaje de tiro en media distancia. Por eso, la idea este verano es trabajar para cambiar un poco el físico, estar más fino para atacar de cara y no sólo de espaldas, con la finalidad de ser un poco más versátil y poder jugar de cinco y también atacar de cuatro y defender a un cuatro. La complicación que tiene en defensa al jugar de cuatro es que tienes que estar mucho más rápido de piernas que defendiendo a un pivot. Me voy a dar mucha caña este verano para poder dar un salto de calidad, creo que me va a venir genial para tener más minutos”.

"Burgos es una ciudad muy tranquila y cómoda para vivir y la gente está volcada con el deporte"

Y es que la figura del pivot se está perdiendo, renovarse o morir: “Tenemos a Tavares y a Tomic y pocos más. Pivots grandes y pesados quedan muy pocos, cada vez se tiende más a jugar abiertos en la cancha y me toca adaptarme y evolucionar un poco”.

Y con muchos años aún por delante, Pablo Román se pone la meta de, por qué no, llegar algún día a la ACB: “Sería maravilloso. Por ahora estoy muy contento en Burgos, he acabado contrato y mi ilusión es seguir formando parte del proyecto, ya que he estado en los dos ascensos. De momento, está todo en el aire porque tampoco se sabe qué va a pasar la temporada que viene. Está todo un poco parado”.

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