Pleno de finales del Madrid
El equipo de Pablo Laso pugnará por la corona liguera, después de ganar previamente el título de la Supercopa, la Copa y la Euroliga, tras vencer a un Valencia que nunca tiró la toalla
El Real Madrid sigue viviendo una temporada de ensueño y selló su billete para la final de la Liga Endesa en el feudo de un bravo Valencia Básket, al que derrotó en el cuarto partido por 84-90. Los blancos llevan pleno de finales, y de triunfos, esta campaña, tras haber alcanzado la de la Supercopa, la Copa del Rey y la Euroliga.
El equipo de Pablo Laso supo mantener la cabeza fría y dejarse guiar por los más veteranos para doblegar a un rival que no dejó de buscar la victoria. Aparentemente recuperado del golpe de haber perdido el tercer encuentro sobre la bocina de la prórroga tras creer haberlo ganado con una canasta fuera de tiempo, el Valencia, liderado por el atrevido Vives, saltó dispuesto a volver a llevar la iniciativa y lo logró gracias a su consistencia y a su buen porcentaje de tres puntos.
El Madrid logró evadirse del ambiente de la Fonteta y decidió apostar por cargar el juego interior. El buen trabajo de Ayón y Reyes le permitió meterse en el partido pese a no estar tan acertado de tres (22-24, m.10).
La entrada de Sergio Rodríguez permitió a los visitantes ampliar su repertorio. Sus penetraciones, además de puntos directos, dejaron las esquinas libres para tiros más cómodos de Nocioni y Carroll (35-40, m.16).
Pero, impulsado por un valiente Lucic y por Dubljevic -el mejor del duelo con 24 puntos-, el bloque de Carles Duran recuperó el timón por el control absoluto de la zona blanca (49-47, m.20).
Vives volvió a poner en marcha a los locales nada más arrancar el tercer cuarto y el Valencia abrió brecha (55-49, m. 23), pero el Madrid entró en el choque y un pique entre Rudy y Rafa Martínez, al que señalaron una falta y una antideportiva seguidas, elevó en exceso las pulsaciones locales. Los de Laso tuvieron más temple y en el duelo de defensas zonales encontró mejores tiros, y con un parcial de 2-14 puso a prueba la dureza mental de los locales (64-70, m.29).
Ocho puntos consecutivos de Sato permitieron al Valencia mantenerse en pie, pero el conjunto local discutió varias decisiones arbitrales en las que se sintió perjudicado y perdió el hilo (77-86, m.34). Aun así, luchó pero apareció para neutralizar cada acelerón local y firmar la final.
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