Victoria pero con bronca

Gijón/Un solitario gol de Rubén García permitió al Sporting reencontrarse con la victoria y superar a un Lorca que dominó muchos minutos pero fue incapaz de marcar ante un equipo gijonés, que fue despedido con pitos pese al triunfo.

La visita del Lorca era un primer examen para el Sporting, que en las dos últimas jornadas había despertado dudas entre los aficionados y los primeros minutos no contribuyeron a despejarlas.

El Lorca se plantó bien en campo con muchas precauciones defensivas acumulando muchos hombres por detrás del balón y tratando de salir a la contra mientras que los rojiblancos se empeñaron en jugar balones largos.

El Sporting se veía superado y en las gradas surgieron las primeras protestas hasta que el árbitro anuló un gol a Scepovic por fuera de juego tras la mejor jugada local hasta ese momento.

A partir de ahí el Sporting empezó a combinar mejor llegando por las bandas, aunque sin crear peligro que sí ocasionó Nando en un disparo cruzado tras un mal entendimiento entre Barba y Álex López.

Álex Pérez remató de cabeza un córner al larguero en pleno dominio sportinguista que al final acabó marcando antes de irse al descanso en una jugada en la que el portero murciano cometió sobre Scepovic. La pena máxima la lanzó Carmona, pero Dorronsoro adivinó la trayectoria y rechazó el balón, que fue a pies de Canella, que centró para que Rubén García de cabeza adelante a los gijoneses.

De nuevo el Lorca salió más fuerte que el Sporting, que se dejó en el vestuario las buenas impresiones que había mostrado en el último tramo de la primera parte y el público se lo recriminó.

Paco Herrera hizo dos cambios prácticamente consecutivos pero el juego no cambió y la imagen del equipo tampoco. Mariño, en el minuto 50, salvó a su equipo del empate al sacar una gran mano a un disparo cercano de Manel Martínez y minutos después también rechazó otro disparo de Dani Ojeda en medio del dominio visitante.

Al final el Sporting sumó los tres puntos y sigue en la cabeza, pero fue despedido por los aficionados con una sonora bronca.