30 años del Tío Pepe al ovni

30 Años de GGPP en el Circuito de Jerez

El Circuito se ha ido modernizando con el paso del tiempo: el trazado se ha remodelado un par de veces. La reforma de los boxes y el edificio principal culminaron las mejoras.

30 años del Tío Pepe al ovni
D. Lamparero

27 de marzo 2016 - 07:02

Referencia en el motociclismo nacional a finales de temporada con el Trofeo de la Merced, Jerez se hizo un hueco con las carreras por La Constancia, San Benito y El Portal, donde Ángel Nieto, Benjamín Grau, Ricardo Tormo o Víctor Palomo forjaron el germen de lo que sería el circuito permanente de velocidad, una vieja aspiración de Paco Pacheco, alma mater del Motoclub Jerezano, organizador de las carreras que acabaron en el Premio Internacional de la Merced y que contagió su sueño de tener un trazado permanente a otro Pacheco, Pedro, alcalde de la ciudad que afrontó la bendita locura de construir el Circuito, inaugurado en 1985 y que acogió su primer Gran Premio en 1986.

Seis años después, en 1992, el trazado jerezano aborda su primera gran remodelación. Sito Pons, entonces referente del motociclismo español, pide a Pacheco un circuito más rápido y el piloto catalán, que también es arquitecto, diseña unas mejoras sin la primitiva chicane, creándose un curvón parabólico -luego bautizada como curva Sito Pons- que enlaza con la segunda recta del trazado, de igual longitud que la recta de meta, pasando el trazado la longitud actual (4.423 metros).

Además, se estrenan 700 metros de Air Fence, entonces un revolucionario sistema de protección basado en colchones de aire que sustituían a las tradicionales balas de paja, convirtiéndose el trazado jerezano pionero en la adopción de este moderno sistema de seguridad que sería incorporado paulatinamente por el resto de circuitos.

Dos años después, en 1994, la muerte del llorado Ayrton Senna en Imola enciende todas las alarmas y en Jerez, donde los monoplazas de F-1 volaban entre las curvas Crivillé y Ferrari -y donde Martin Donnelly sufrió un grave accidente en 1990-, se construye una nueva chicane que aumenta la seguridad, la actual chicane Ayrton Senna utilizada en automovilismo, mientras las motos siguen usando el trazado estándar de 4.423 metros.

En 2002 el Circuito acomete una profunda modernización de sus instalaciones con la construcción de nuevos boxes y pit-lane, además de la plataforma mirador sobre la línea de meta, bautizada por los habituales del Circuito como ovni y que pasó a ser referencia de la instalación. Con esta ambiciosa remodelación, el Circuito pasa a disponer de unos garajes más amplios y cómodos: la anterior disposición comprendía 45 boxes de 6 metros de largo por 4 de ancho y actualmente se cuenta con 43 garajes de 12 metros de largo por 6 de ancho y una altura superior a los 3 metros. También se mejoran las salas VIP y se amplía la sala de prensa, ahora con capacidad para 350 periodistas: en el último Gran Premio hubo 419 acreditados en total contando TV, radios, medios electrónicos y prensa escrita.

La última remodelación del trazado data de 2008, cuando en la pista se ampliaron algunas escapatorias y se las dotó de una zona asfaltada, al tiempo que toda la pista se remozaba con un nuevo asfaltado.

Y para no perder su privilegiada posición en el concierto internacional, el trazado jerezano piensa en nuevas mejoras de cara al futuro: en breve se acometerá la remodelación de la Torre Tío Pepe, otro de los emblemas del Circuito y quedan pendientes el nuevo edificio -permanente- del Museo y los exteriores del trazado, donde hay previsto un circuito auxiliar.

Atrás quedaron, afortunadamente, los atascos en los accesos al Circuito que llegaron a comprometer seriamente la celebración del Gran Premio de motos: la construcción de la autovía desbloqueó el enfrentamiento político que -una vez más- perjudicaba al trazado jerezano. Aquello se arregló pero sirve para ver que la historia, desgraciadamente, se repite. Y mientras, el que lo sufre es el trazado jerezano...

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