Entre el color y la calor

Sevilla/La selección española regresará el próximo 15 de octubre a Sevilla, más de tres años después de su último partido en la capital andaluza, en un duelo entre España e Inglaterra que se celebrará en el Benito Villamarín y que fue presentado ayer en el Ayuntamiento de la capital andaluza por el presidente de la Real Federación Española (RFEF), Luis Rubiales; el alcalde de la ciudad, Juan Espadas; el consejero andaluz de Turismo y Deporte, Francisco Javier Fernández Hernández; el presidente de la territorial andaluza, Eduardo Herrera, y el presidente del Betis, Ángel Haro.

"Sevilla siempre ha sido la casa de la selección y hemos advertido la ilusión que existe en la ciudad por poder disfrutar del equipo de todos. El Villamarín es un estadio maravilloso y estamos seguros de que habrá un ambiente extraordinario. Ahora hay una filosofía, creo que acertada, de llevarla a todas las ciudades de España, pero la selección no ha dejado Sevilla", señaló Rubiales, que elogió el comportamiento del Betis y de las instituciones para que la selección regrese al Benito Villamarín 23 años después: "Hay que agradecer el esfuerzo al presidente del Real Betis y al Real Betis, que no ha parado de pedir un partido, porque han pasado muchos años, y a la Federación Andaluza y su presidente. Aquí estamos con un gran partido ante una selección histórica".

También hubo tiempo para la sonrisa. Y es que Rubiales bromeó con el vídeo de Joaquín tras la convocatoria de Luis Enrique, después de que precisamente el portuense y Rafael Gordillo fueran los protagonistas del anuncio con el que se publicita este duelo entre españoles e ingleses. "Ha habido unas declaraciones muy polémicas de Joaquín con una percha en la mano y estamos muy enfadados con él, pero como es un chaval seguro que tiene tiempo para ser convocado", comentó Rubiales jocosamente.

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, por su parte, manifestó que es "una magnífica noticia para la ciudad de Sevilla, que llevaba tiempo tratando de recuperar lo que fue", es decir, "la sede fija durante once años de España", ya que "algunos de los partidos disputados aquí todavía están frescos. Ésta es una ciudad muy futbolera".

Pero entre tanto colorido, Rubiales, además, encontró tiempo para continuar con su aspiración de regular los horarios del fútbol y evitar las altas temperaturas en los partidos. "La RFEF tiene muchas obligaciones estatutarias y normativas. Lo más importante se resume en el espíritu de cuidar y ser garante de los derechos de todos los que componen el fútbol. Hace unos días se ha aprobado un paquete de medidas que condicionan los partidos en función de unos horarios, de las temperaturas y de la radiación solar. No es lo mismo una temperatura por la noche que al mediodía. Ahora mismo ese paquete de medidas está en la mesa del CSD. Lo que queremos es que no se juegue un partido a más de 30 grados antes de las 19:30. Si hay un partido en Sevilla y otro en otra zona de España, se jugará antes el de la otra zona de España", explicó.