En el nombre del padre

Pepe Reina, titular hoy contra Grecia, aspira a homenajear a su progenitor · Miguel cree que su hijo es mejor que él

El portero español Reina detiene un balón con las dos manos ante la mirada de Iker Casillas.
El portero español Reina detiene un balón con las dos manos ante la mirada de Iker Casillas.
Pablo S. Román (Afp) / Salzburgo

18 de junio 2008 - 05:02

Para Pepe Reina, portero de la selección española, que sustituirá a Iker Casillas en el arco contra Grecia, hoy en Salzburgo, la Eurocopa representa la oportunidad de ganar un título continental que a su padre se le escapó en su club.

Hace 34 años, en 1974, su padre, Miguel, era el portero del Atlético Madrid en la final de la Copa de Europa perdida por el equipo español frente al Bayern Múnich, que se jugó a dos partidos, tras haber empatado en el primero (1-1) y ganar los alemanes por 4-0 en el segundo.

Luis Aragonés, actual seleccionador español y compañero de Miguel Reina en el Atlético Madrid, marcó el único tanto del Atlético en aquella doble final.

El actual técnico del equipo nacional se retiró del fútbol tras aquella temporada y pasó a ser directamente entrenador del Atlético Madrid.

Luis Aragonés, siete años mayor que Miguel Reina, y el padre del portero del Liverpool, uno como técnico y el otro como portero, ganaron juntos con posterioridad la Copa Intercontinental para el Atlético Madrid, que venció al Independiente argentino a doble partido.

Para Miguel Reina, de 62 años, que ganó dos Trofeos Zamora como mejor portero de la Liga española, dos Copas de España, una Copa de la UEFA, entonces llamada de Ferias, y una Copa Intercontinental, y que fue 5 veces internacional, su hijo Pepe es mejor que él.

"Es un portero muy completo, seguro, domina el área y tiene muy buen juego con los pies", explica Miguel Reina, que inculcó a Pepe la ilusión por ser portero, cuando el niño quería ser extremo derecho.

Pepe Reina se ha hecho más conocido internacionalmente que su padre al jugar en el Liverpool, con el que perdió también una final de Liga de Campeones, el año pasado ante el AC Milan.

"A mi hijo le he dado dos consejos: que sea buen compañero y que durante el partido sólo esté pendiente del balón. Es un porterazo, y no lo digo como padre, sino porque entiendo de esto", dice Miguel Reina, que estuvo en Innsbruck, con su nieta Grecia en brazos, siguiendo las prácticas de su hijo.

Miguel Reina, que fue operado de una angina de pecho en enero pasado, no acude mucho a ver a su hijo en los encuentros.

"Sólo me ha visto en seis o siete partidos en directo a lo largo de mi carrera. Es difícil para él, como padre, y que además fue portero. Sabe lo que significa un error para un portero, y por eso prefiere no verme en directo", explica Pepe Reina.

El hecho de que el partido España-Grecia, en el que no hay nada en juego, con la selección de Pepe Reina clasificada como primera de grupo y los helenos eliminados, será en esta ocasión lo que permita a Miguel ver con tranquilidad a su hijo como guardameta titular de España en un torneo oficial.

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