La pasión ya es leyenda

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El XDFC certifica su histórico ascenso a Tercera como campeón tras imponerse al Chiclana Industrial con un gol de Javi Tamayo

La afición empuja a un equipo al que valía un empate

Los jugadores azulinos celebran el ascenso con la afición.
Texto: M. Romero / Vídeo: Pascual

07 de mayo 2018 - 01:35

La travesía en el desierto ha terminado. El Xerez DFC ya es equipo de Tercera División casi cinco años después de su fundación el 28 de junio de 2013. El cuadro azulino derrotó al Chiclana Industrial por 1-0 y certificó un salto de categoría que sólo estaba pendiente de las matemáticas porque el equipo siempre demostró ser de Tercera. Durante toda la temporada ha sido líder o bien ocupó puestos de ascenso directo. La pasión de la que nació este club ya es leyenda. El pequeño ha crecido, se ha hecho mayor y ya camina solo. Atrás han quedado tardes de sufrimiento y campos de tierra.

Es el momento de comenzar a disfrutar del éxito de una directiva que ha hecho sus deberes, de un cuerpo técnico que ha hecho perfectamente su trabajo y de una plantilla comprometida, que sabía desde el primer momento que las exigencias eran máximas después del fracaso de la pasada temporada. El ascenso es la guinda a un sobresaliente ejercicio, en el que los azulinos han ganado todos los encuentros en casa (15) menos el de hace dos jornadas ante el Conil.

Chapín registró la mejor entrada de la temporada, como la ocasión requería, y los más de cuatro mil aficionados que no quisieron perderse esta cita con la historia llevaron en volandas a unos futbolistas que lo dieron todo pero que tardaron en abrir la lata por la tensión. En plena Feria se daban todos los ingredientes para la fiesta y tardó en llegar pero llegó.

Pepe Masegosa varió el once respecto al que goleó al Isla Cristina el pasado domingo para afrontar esta cita. Recuperaba para este encuentro a Joaqui tras cumplir su castigo y volvió al centro de la zaga, con lo que Adri Rodríguez adelantaba su posición para acompañar a Jorge Herrero en la medular. El capitán Barba también dejó su puesto como enganche a Caballero.

Los azulinos ya sabían cuando saltaron al campo que con un punto tendrían cerrado el ascenso de forma matemática tras la derrota del Conil en Valverde (1-0) frente a la Olímpica pero salieron dispuestos a sentenciar para evitar sorpresas y no demorar la consecución del objetivo.

El asedio al portal industrialista era total y la zaga visitante, un frontón. Los de Bolli dejaban claro que su única arma sería la contra, con Dani Guerrero como un auténtico islote arriba, y el balón para el Xerez DFC.

A los once minutos, Padilla, después de recoger un rechace en un saque de esquina, probó fortuna con un tiro desde la frontal del área que paró el guardameta Carlos sin problemas. Justo después, ni Cuenca primero ni Bello después supieron resolver una contra clara ante el portero chiclanero. En el 13', la estrategia no funcionó. Bello, que volvió a dar un auténtico recital y fue el mejor de la tarde, sacó en corto una falta en la frontal del área para Heredia, Zurga despejó el remate con todo -le costó salir del campo lesionado- y el balón se fue a saque de esquina. Bello lo sacó cerrado y el portero metió seguro los puños. El cuadro xerecista era un martillo pilón y su recital en ataque continuaba, lo mismo que la solidez de los de Bolli. El meta Carlos ya comenzaba a demostrar que su tarde sería para enmarcar. Su actuación fue soberbia y terminó salvando a los suyos de una auténtica goleada.

Los jugadores del Xerez DFC celebran el ascenso en Chapín.

A los veinte minutos, un pase de la muerte de Bello al área pequeña lo sacó un defensa al no encontrar rematador. En el 25', el balón fue de Caballero y tampoco encontró ninguna pierna que lo empujara al fondo de la red. Superada la media hora, otra vez lo intentó el XDFC a balón parado. Un córner de Heredia se envenenó con el viento y lo sacó la defensa y el propio extremo (36') enganchó un tiro duro y abajo que detuvo el portero seguro.

Las oportunidades se sucedían en cascada pero no había forma. Dos minutos después, Herrero remató de cabeza por encima del larguero. Antes del descanso, aún tuvieron dos opciones más los de Masegosa, después de una contra que Dani Guerrero no pudo resolver. Las dos ocasiones partieron de las botas de Bello. Un gran pase del atacante no lo aprovechó Cuenca, que entregó la pelota al portero después de haber tenido tiempo de darse la vuelta y de acomodarse el disparo. Sobre la campana, otro centro del extremo lo atajó el meta en el suelo antes de que nadie lo empujara al fondo de la red.

Javi Tamayo se quitó la camiseta para celebrar el tanto del triunfo y vio una tarjeta amarilla.
Javi Tamayo se quitó la camiseta para celebrar el tanto del triunfo y vio una tarjeta amarilla. / pascual

En el descanso, Masegosa movió banquillo. Dejó en la caseta a Jorge Herrero para dar entrada a Javi Tamayo. Una clara apuesta ofensiva con más dinamita arriba. Y el ariete pudo marcar con la zurda desde la frontal del área nada más arrancar el segundo acto. Su tiro se le marchó rozando el palo derecho de la meta visitante. A renglón seguido, también mandó de cabeza por encima del larguero un centro de Caballero.

El asedio seguía y el gol se resistía más de lo normal. En el 52', Javi Tamayo marca pero el colegiado anula su tanto por fuera de juego. Caballero, en el 54', lo intentó desde borde del área y en el 57', Cuenca remató fuera junto al palo. El dominio era agobiante y el empuje de la grada impresionante, empujaba más que nunca.

Los industrialistas, sólidos y dando la cara, no desfallecían y a la hora de partido lo intentó Dani Guerrero pero estaba demasiado solo, lo mismo que Pirulo, que acababa de entrar por Javi López.

Al final, tanto fue el cántaro a la fuente, que terminó rompiéndose. Javi Tamayo, peinaba de forma impecable y de espaldas, una falta botada Caballero. Era el justo premio a la constancia. Cuenca pudo hacer el segundo y el tercero pero su primer remate lo sacó el portero y el segundo, un cabezazo, se fue al larguero.

Al final, alegría desbordada, objetivo cumplido como campeón en una temporada para enmarcar y justo recuerdo para todos aquellos xerecistas que creyeron en el proyecto, que ya no están y que ayer ayudaron desde el cielo.

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