Qué tiempos aquellos

El Jerez FS, el Atletismo Chapín y el Unibasket son algunos de los clubes jerezanos que se han perdido o distan mucho de lo que fueron. Mala gestión, pésima política de cantera y promesas incumplidas, entre las claves

Qué tiempos aquellos
Qué tiempos aquellos
David Sánchez

28 de julio 2011 - 09:03

Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor. Una aseveración que le viene que ni pintada al deporte de la ciudad, otrora referente en no pocas disciplinas y que de un tiempo a esta parte languidece, sin el respaldo de simpatizantes y aficionados y mucho menos del institucional, embarcado en intentar resolver -sin éxito- sus problemas diarios.

Hubo un tiempo que a Jerez se le (mal llamó) ‘Ciudad del Deporte’. Le debemos la frase, como tantas otras cosas (buenas y malas), al antiguo alcalde de la ciudad, Pedro Pacheco Herrera. En efecto, echar la vista atrás produce cuanto menos tristeza al ver cómo se han dilapidado deportes que ahora malviven en categorías provinciales o ni siquiera existen. Pésimas gestiones, una nula política de cantera, no crear el arraigo suficiente entre los ciudadanos y creer a pies juntillas las promesas de los que nos gobiernan son algunas de las claves para entender el porqué Jerez cuenta con instalaciones de primer orden, pero infrautilizadas. He aquí algunos ejemplos.

ATLETISMO

El Club Atletismo Chapín, posteriormente conocido como Puma Chapín Jerez, fue la referencia del atletismo nacional -se dice pronto- durante ocho temporadas consecutivas. Acabó con la hegemonía del Larios madrileño, ganador de la Liga de clubes durante 14 años de manera ininterrumpida, y sumó ocho títulos nacionales (2001-2008). Por su equipo masculino pasaron los mejores atletas del panorama nacional. El primer ‘mediático’ fue Yago Lamela, de reciente actualidad por unos problemas de salud y que aún ostenta el récord de España de longitud con 8.56. Luego le siguieron atletas de la talla de Javier Bermejo, varias veces campeón de España en salto de altura; Ángel David Rodríguez, recordman nacional de los 100 metros; José Luis Blanco, medalla de plata en los 3.000 obstáculos del Europeo de 2006, bronce en 2010 y actualmente suspendido dos años por dopaje; Joan Lino, medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004; o el sevillano Manuel Olmedo, jovencísimo cuando recaló en el Puma Chapín y actual campeón de Europa de 1.500 en pista cubierta. Eso forma parte del pasado, el Puma ya no ruge. En 2007, con la entrada del PSOE por mayoría absoluta en la alcaldía se cortó el grifo de la financiación. 500.000 euros anuales de subvención, según denunció el por entonces delegado de Deportes Antonio Fernández Ortega, eran inasumibles para las arcas del consistorio. Se acabó de un plumazo con la historia del mejor equipo de atletismo español de la primera década del siglo XXI. En el ambiente siempre quedará la duda de qué pesó más a la hora de tomar la decisión: si cortar una sangría cercana a los 100 millones de las extintas pesetas o acabar con uno de los emblemas de la era ‘Pacheco’. Seguramente, fifty-fifty.

Ahora, el Club Atletismo Chapín sobrevive gracias a las pruebas de fondo. José María Moreno, antiguo gerente de Deportes y coordinador deportivo del club, trata de mantener vivo un club que vivió tiempos de esplendor.

Mención aparte merece la figura de Mercedes Chilla. La única jerezana que en más de 20 años de atletismo en la ciudad supo emerger hasta convertirse en campeona de España en la modalidad de jabalina, donde domina con mano de hierro desde hace más de una década. Medalla de bronce e el Europeo de Goteborg (2006) y perteneciente al Valencia Terra i Mar (“Terra primero Mar” como pronunció una antigua delegada de Deportes), a los políticos en el poder les resultaba difícil explicar cómo teniendo un club de elite en Jerez, la jerezana pertenecía a un rival directo en la Liga de Clubes. En lugar de explicar lo sencillo, es decir, que en Valencia además de un contrato de trabajo gozaba de unas condiciones económicas superiores, aquí se rizó el rizo y se buscó la forma de que regresara al Puma Jerez, una gestión que se vendió con toda su pompa. Cuando años después regresó al Valencia Terra i Mar no se hizo tanta fiesta.

FÚTBOL SALA

Antes de la eclosión del atletismo, el Jerez Fútbol Sala llevó a gala ser el primer club de la ciudad en militar en la máxima categoría de su especialidad. Es más, el Garvey FS, posteriormente conocido como Caja San Fernando, fue uno de los clubes fundadores de la Liga Nacional de Fútbol Sala, la mejor competición de clubes del mundo a la que dejó de pertenecer en 2001.

Los orígenes del Jerez FS se remontan a la mitad de la década de los ochenta. El nombre del club va ligado desde sus inicios al de Manolo Leira, actual gerente del San Fernando CD. Bajo su mandato, el club conoció los mejores años de su existencia. Sus disputas con la Gerencia de Deportes y, por ende, con Pedro Pacheco, le acabaron pasando factura. El cambio en la normativa de la competición, obligando a todos los clubes a instalar como pista de juego una superficie por entonces novedosa (tarima flotante) y una guerra abierta con el Ayuntamiento condenó al equipo al destierro a San Fernando. Bahía Sur sí cumplía con las exigencias de la LNFS, el Ruiz-Mateos no y el Ayuntamiento se negó a ejecutar el cambio argumentando que el nuevo Palacio de Deportes, en plena fase de construcción para los Juegos Ecuestres de 2002, cumpliría con dicha homologación. El Caja nunca jugó en el nuevo Palacio de Deportes y el exilio le costó un descenso que fue como clavarle una estaca en el corazón. Poco tiempo después, al Ruiz-Mateos se le instaló la nueva pista.

De nuevo la sospecha de una ‘vendetta’ se llevaba un equipo por delante. Y no cualquier equipo. En tiempos de bonanza, el Caja San Fernando fue un vivero del que se nutrieron otros equipos. Sin duda, el mejor jugador de su historia fue Edesio, un brasileño que en su único año en Jerez enamoró a la afición con sus fintas, regates y disparos con la zurda. Pura fantasía. Se marchó al Interviú y posteriormente jugó en Playas de Castellón y El Pozo y Cartagena antes de regresar de nuevo al Playas, conquistando dos Ligas, tres Copas, otras tres Supercopas y un ‘pichichi’. Fue el mejor pero no el único. Manolo Oliva, ahora entrenador de porteros del Xerez CD, se pasó del fútbol 11 al Fútbol 5. Siempre estuvo vinculado al Jerez FS y llegó a ser internacional absoluto. También lo fueron Carlos Pareja o Isco. Ettiene, Edu, Luceño, Montoya, Insa, Pablo, Óscar... Primero Younes, con aquel histórico ascenso frente al Ceuta, posteriormente Ricardo Villaça. Llegó un jovenzuelo cedido por Interviú que posteriormente triunfó en El Pozo y en la selección española, con la que se proclamó campeón del Mundo. Álvaro se llamaba. El mayor hito del club fue su clasificación para el ‘play-off’ por el título, siendo eliminado por Boomerang.

El Jerez FS regresaba a Jerez y sufría un nuevo descenso. Ya por entonces le había tomado el testigo el Ono Jerez, posteriormente Gervasport, con Ricardo Villaça en el banquillo. Por entonces, el Ono femenino realizaba la gesta de competir en División de Honor de la mano de Juan Carlos Gálvez. Pero el fútbol sala fue languideciendo, siempre envuelto en mil problemas económicos, y se acabó la aventura. Actualmente, no hay ningún equipo sénior sénior en la ciudad.

BALONCESTO

El baloncesto cogió el testigo del fútbol sala en la segunda mitad de la década. El CB Tartessos era un equipo de categoría provincial hasta que Mari Paz León (que en paz descanse) quiso ponerlo en el panorama nacional. La fusión entre este equipo y el Zona Oeste dio pie al Unibasket, que fue ascendiendo desde Primera Nacional a la LEB Plata, pasando antes por EBA y LEB Bronce. De la mano de Manolo Moscosio, el Unibasket compitió en la LEB Bronce y el llorado Toa Paterna -a quien se le diagnosticó un cáncer al poco de llegar a Jerez- insufló al equipo ese espíritu ganador que siempre fue con él para obtener en Badajoz el ascenso a LEB Plata. Los jerezanos, siempre con un sin fin de problemas económicos a sus espaldas, lucharon en su único año en Plata por el ascenso a LEB Oro. El presupuesto no dio para más y la entidad tuvo que renunciar a la categoría e inscribirse en Bronce aunque con un nuevo patrocinador que, según palabras de nuestros munícipes, iba a ser poco menos que el impulso necesario para tener un equipo en ACB en no mucho tiempo. Que ironía. Pronto se demostró que una cosa es predicar y otra bien distinta dar trigo. Los impagos se fueron sucediendo, el equipo acabó la temporada a duras penas y, de la forma más digna, cayó en la fase de ascenso a Plata, protagonizando sentadas e incluso asistiendo a actos de la anterior alcaldesa para reivindicar lo que ellos entendían como falsas promesas.

La experiencia del Chajeba’04 tampoco llegó a buen puerto aunque aguantó un par de temporadas en la elite del baloncesto femenino antes de plegar velas.

El único club que sigue al frente es el Xerez CB de Miguel Soto, el decano del baloncesto en la ciudad. Actualmente juega en la Primera Nacional, aunque su participación en la próxima temporada está en el aire.

otros deportes

Jerez tuvo un equipo de balonmano que llegó a militar en Segunda Nacional, la antesala de la máxima categoría, en la primera mitad de los años ochenta. Años después se intentó revitalizar este deporte y el Balonmano Jerez representó a la ciudad en categoría autonómica para volver a vivir una nueva crisis de la que no sale.

Algo parecido le ocurre al Club Voleibol Jerez, que actualmente juega en la Primera Andaluza. Una entidad que no hace muchos años llegó a disputar la fase de ascenso a la segunda división nacional y que espera mejores momentos. Y qué decir del hockey sobre patines. Hasta la fase final de una Copa del Rey llegó a organizar Jerez tras la inauguración del nuevo Palacio de Deportes. Por entonces se habló de la creación de una escuela de hockey y hasta de un club con pretensiones. El proyecto, como cabía esperar, no prosperó.

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