La tierra, enemiga o aliada
España juega en su superficie favorita, pero la lluvia puede perjudicar su juego Safarova, como el miércoles, no se entrenó ayer por un resfriado
La arcilla es la superficie por excelencia del tenis patrio. Que España la elija siempre en sus enfrentamientos de Copa Davis y Copa Federación en casa no es casual, de ahí que la apuesta para el duelo de la primera ronda del Grupo Mundial , ante la República Checa, fuese ésa: tierra y pista al aire libre.
Pero la lluvia que no deja de caer en Sevilla estos días (y la que se espera) está complicando el plan del conjunto que capitanea Conchita Martínez, que mira al cielo "con mucha preocupación". El agua está provocando que la pista, cuando se puede entrenar, esté pesada, la pelota bota poco y hace el juego mucho más lento. Un hándicap para las españolas, que buscaban todo lo contrario con la elección de una superficie que, en teoría, debería darles cierta ventaja.
"No es la elección que mejor nos viene, evidentemente". El capitán checo, Petr Pala, lo tiene claro. Los resutados no engañan. Sus dos últimas derrotas fueron sobre el polvo de ladrillo, ambas en Italia. El año pasado las transalpinas se llevaron el título ganando en el Circolo Tennis de Palermo por 3-1 en la final, cortando una racha de siete cruces seguidos con victoria para las centroeuropeas que les sirvió para ganar la Copa Federación en 2011 y 2012. En 2010 Italia se volvió a cruzar en el camino checo en semifinales y les tocó elegir superficie. Tierra, por supuesto, esta vez en el Nicola Pietrangeli de Roma. El 5-0 para las locales habla por sí solo de un choque que, como en el anterior, contó, entre otras, con Kvitova, Hlavackova y Safarova, base del equipo que está en Sevilla para medirse desde mañana, si la climatología lo permite, con España. Precisamente Safarova, que el jueves no se entrenó por un resfriado, tampoco lo hizo ayer en el tiempo que la climatología dio un respiro.
Desde el año 2000, República Checa ha disputado 13 enfrentamientos sobre la arcilla ganando cuatro: en 2007 a Eslovaquia (0-5); en 2005, a Japón (3-2); en 2004, en Estonia (2-3); y en 2002, a Canadá (5-0). Una de esas derrotas llegó precisamente contra España en 2007 (4-1). Ninguna de las españolas que ahora integran el equipo estuvieron entonces en el Club Tenis Llafranc (Girona). Desde 2000, España acumula un balance de 17-7 en duelos sobre una tierra batida que puede ser enemiga o aliada.
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