Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
El ministro de Economía alemán, Philip Roesler, advirtió ayer que el Banco Central Europeo (BCE) no debe inmiscuirse en la financiación de los estados miembros como "solución permamente", en referencia a la posible compra de deuda española e italiana. "La función principal del BCE debe ser preservar la estabilidad de los precios. La compra de bonos de los gobiernos no puede ser una solución permanente", afirmó.
Roesler defiende que el BCE "debe ser independiente. Sólo se puede generar una nueva confianza en la Eurozona manteniendo estrictamente la disciplina presupuestaria y aplicando reformas estructurales". El ministro responde así a las declaraciones del pasado jueves del presidente del BCE, Mario Draghi, quien afirmó que haría todo lo que fuera necesario para defender el euro, lo que fue interpretado como la posibilidad de que el banco comprase deuda española para aliviar la presión sobre la prima de riesgo. Roesler es vicecanciller por el Partido Liberal Demócrata (FDP), socio minoritario de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Angela Merkel.
El ministro ya protagonizó la semana pasada una agria polémica cuando defendió la salida de Grecia del euro. Roesler sigue en sus trece. "En mi Ministerio hemos podido ver que el Gobierno griego no ha podido poner muchas cosas en práctica". En esa misma línea se manifestó Michael Fuchs, viceportavoz de la CDU en el Bundestag. "No se puede salvar a Grecia. Son simples matemáticas", comentó en declaraciones a la revista económica Wirtschaftswoche. "El Gobierno no tiene ni la voluntad ni los medios para aplicar las reformas", señaló.
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