La CE prevé que España incumplirá el objetivo de déficit en 2015 y 1016
Pronostica un 4,5% al cierre del año y un 3,5% al final del próximo año. La Comisión sube su previsión de crecimiento al 2,8% del PIB en 2015 y al 2,6% en 2016, una y tres décimas debajo de las expectativas del Gobierno.
La Comisión Europea (CE) prevé que España no logrará situar su déficit público por debajo del 3% del PIB en 2016, fecha límite dada por los socios europeos al Gobierno para ello, en contra de lo que calcula el propio Ejecutivo español. En sus previsiones macroeconómicas de primavera publicadas hoy, la CE estima que España incumplirá asimismo el objetivo del 4,2% del PIB establecido para este año y mantenido por el Gobierno, al augurar una reducción hasta el 4,5%, tres décimas de más.
Para 2016, el Ejecutivo comunitario proyecta un déficit público del 3,5%, dos décimas menos que el 3,7% que figuraba en sus previsiones de febrero pasado, pero por encima del 2,8 % requerido. El Gobierno español considera en su Programa de Estabilidad actualizado para el periodo 2015-2018 enviado a Bruselas que podrá salir del procedimiento de déficit excesivo en 2016 con un saldo negativo de las administraciones públicas del 2,8% del PIB.
Por su parte, la CE vuelve a aludir a los mismos "riesgos" que ya mencionó en febrero pasado, que considera que pueden afectar los esfuerzos de reducción del déficit en España. En concreto se refiere a la "incertidumbre con respecto al impacto actual de la reforma fiscal sobre los ingresos, a los pasivos contingentes de las autopistas de peaje con problemas y a los riesgos de implementación en un año electoral".
En opinión de la CE, después de que España cumpliese el objetivo de déficit de 2014 (un 5,8% con la ayuda a la banca) gracias a una "fuerte recuperación económica y a unas mejores condiciones" de financiación, de aquí en adelante la reducción del déficit se apoyará principalmente "en las mejores perspectivas macroeconómicas". Esta reducción, que se producirá "pese al impacto de los recortes tributarios recientemente implementados", en referencia a la reforma fiscal, se ve lastrada por un "crecimiento tenue del PIB nominal, que actúa como freno sobre la evolución de los ingresos", señala el Ejecutivo comunitario.
Éste sostiene, además, que los gastos en pensiones seguirán aumentando, pero la caída del desempleo debería limitar los incrementos de transferencias sociales en un futuro próximo. Asimismo, gracias a unos tipos de interés más bajos, el gasto para cubrir los intereses debería moderarse hasta 2016, indica la CE. En cuanto a la deuda pública, ésta seguirá subiendo en España en el periodo de referencia aunque la CE ha mejorado sus previsiones respecto a los datos que manejaba.
El Ejecutivo comunitario sitúa ahora la deuda pública española para este año en el 100,4% del PIB y en el 101,4% para 2016, lo que representa 1,1 puntos porcentuales menos que en las anteriores previsiones en ambos casos. El Gobierno español, por su parte, prevé que la deuda se reducirá en 2015 hasta el 98,9% del PIB y estima que la senda de disminución continúe en 2016. La CE se basa en la información que tenía disponible hasta el 21 de abril y en un escenario en el que no se acometen ajustes o recortes.
La CE sube su previsión de crecimiento de España aunque menos que el Gobierno
La Comisión Europea (CE) se mostró más optimista que a principios de año respecto al crecimiento de la economía de España, para la que prevé un avance del 2,8% del PIB en 2015 y del 2,6% en 2016, una y tres décimas respectivamente por debajo de las expectativas del Gobierno español. En sus previsiones macroeconómicas de primavera, la CE espera que la demanda interna siga siendo el principal motor de arrastre de la economía española, favorecida también por la mejora de las perspectivas del mercado laboral, una mayor confianza y la relajación de las condiciones financieras, entre otros factores. Tras la "larga recesión" experimentada por España hasta 2014, el Ejecutivo comunitario calcula que el crecimiento se ha acelerado en el primer trimestre del año, para luego moderarse en la segunda mitad del año.
La CE considera que esos factores "mantendrán el crecimiento" al menos hasta 2016, junto a los "eventos externos favorables" y a una medidas fiscales "menos restrictivas". En cambio, pesarán a la baja el alto nivel de endeudamiento de los sectores público y privado, así como el proceso de desendeudamiento que continúa en el país, mientras que el "lastre" que representó el sector externo en 2014 irá disminuyendo en 2015 hasta resultar neutral en 2016.
Los datos que maneja la Comisión Europea se sitúan por debajo de las expectativas del Programa de Estabilidad para 2015-2018 que el Gobierno español envió el 30 de abril a Bruselas, y que el Ejecutivo comunitario no ha tenido en cuenta para sus perspectivas presentadas. El Ejecutivo español espera que el PIB crecerá el 2,9% este año y el próximo, y que avance hasta el 3% en 2017 y 2018.
Los cálculos de Bruselas son, por el contrario, más optimistas que los manejados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que elevó en abril de nuevo sus previsiones para España hasta el 2,5% en 2015 y en el 2% para 2016. Bruselas también ha mejorado ligeramente sus previsiones respecto a la evolución del desempleo, aunque seguirá en el 20,5 % en 2016 tras caer este año al 22,4% y haber superado el 26% en 2013.
Las "tendencias positivas" que ya detectó la CE en sus anteriores previsiones -un mayor ímpetu en la creación de empleo y el descenso del desempleo- vendrán acompañadas del nuevo crecimiento de la fuerza laboral, es decir, el número de personas en edad de trabajar que tienen trabajo o lo buscan en España. La caída del paro se verá beneficiada por la moderación salarial y "un aumento tan solo modesto de los costes unitarios laborales".
Las exportaciones, sector que Bruselas esperaba que moderara su empuje tras ser el principal impulso del crecimiento de la economía española durante el inicio de la recuperación, volverán a acelerarse durante 2015 y 2016 gracias a la mejoría de la competitividad de los precios y otros factores, así como de la recuperación de los principales mercados de los bienes exportados desde España. Por su parte, las importaciones se moderarán ligeramente durante este año, tras experimentar una repentina expansión en 2014.
La CE estima que la tasa de inflación "se mantendrá en terreno negativo en el corto plazo con un -0,6 % en 2015, arrastrada por la caída de los precios del petróleo, aunque este efecto ha sido parcialmente mitigado por la depreciación del euro". La evolución de los precios volverá a terreno positivo en 2016, cuando marcará un 1,1 %, "aunque permanecerá baja, ya que la brecha de producción de la economía sigue siendo muy amplia".
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