La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir anticipa una campaña de regadío similar a la de 2023
Alerta de que las reservas siguen en el nivel más bajo en 25 años pese a que las lluvias este año están en la media histórica
Los regantes volverán a sufrir un recorte del 90% respecto a su dotación concesional si desde ahora llueve como el año pasado
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Las lluvias de febrero serán clave para fijar las restricciones de agua
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha alertado de que, pese a las últimas lluvias, las reservas siguen en el nivel más bajo de los últimos 25 años. Y esto es porque, aunque las precipitaciones se acercan mucho a las de un año normal, las aportaciones a los embalses están un 63% por debajo de la media histórica.
Las últimas lluvias han hecho que desde el pasado mes de octubre se recojan 311 litros por metro cuadrado, una cifra muy parecida la media histórica de 316 litros por metro cuadrado. Sin embargo, los embalses en lo que llevamos de año hidrológico (1 de octubre a 30 de septiembre) han sumado 760 hectómetros cúbicos más, cuando la media de los últimos años se sitúa en 1.611.
A día de hoy, los pantanos de toda la cuenca están en el 24,9% de su capacidad mientras que el Sistema de Regulación General en el 21,9%. La cuenca almacena en total 2.000 hectómetros cúbicos, 60 menos que hace un años y el Sistema de Regulación General 1.236, 17 hectómetos cúbicos menos.
Con esta situación hidrológica, la CHG prevé una campaña de regadío -el mayor consumidor de agua de la comunidad- muy parecida a la del año anterior. A diferencia de otras ocasiones, el órgano de cuenca no ha anticipado públicamente la posible dotación en función de los distintos escenarios de lluvias, y se ha limitado a afirmar que “la cuantía final de las dotaciones dependerá de las últimas lluvias de invierno y de la primavera”. De momento, se esperan precipitaciones en los últimos días de febrero, con especial incidencia en Jaén, y en marzo.
En cualquier caso, la organización agraria UPA sí ha dado más detalles sobre las previsiones de la CHG. Si llueve como en 2023, que fue un año muy malo, la dotación total serán de 370 hectómetros cúbicos, la misma que en el ejercicio pasado. A los regantes le corresponderán entre 400 y 700 metros cúbicos por hectárea, un 90% menos que la dotación concesional, la que recibirían en un año normal (6.000 metros cúbicos) y un 60% menor que la de 2022. Eso, según UPA haría inviables cultivos como el algodón y el arroz.
Si las lluvias son normales la dotación se ampliaría hasta 700 hectómetros cúbicos, con lo que se recuperaría, más o menos, el nivel de 2022, que fue también de fuertes restricciones. En este caso, las dotaciones máximas oscilarían entre 1.500 y 2.000 metros cúbicos por hectárea.
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