Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
La zona euro espera concederse una tregua durante el mes de agosto y dejar para principios de septiembre la posible solución a los problemas de financiación que sufre España, según han explicado fuentes comunitarias y tal y como se desprende del mensaje del Banco Central Europeo (BCE) esta semana. "No habrá un Eurogrupo en agosto", ha insistido a Efe una fuente europea.
Eso supondría, por tanto, que no habría una activación del fondo de rescate (FEEF) durante este mes, dado que ésta requiere un acuerdo de los ministros de Finanzas del bloque. Entre los motivos, ha señalado la fuente, figura el hecho de que un nuevo programa de ayuda para España -como podría ser la compra de deuda soberana por parte del FEEF- necesitaría en algunos Estados miembros pasar por los parlamentos, en su mayoría en receso estival.
Las palabras pronunciadas por el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, van en la misma línea, pues aseguró que si se decide recurrir al fondo de rescate sólo se hará una vez que se conozcan los detalles de las nuevas medidas de política monetaria que prepara el BCE.
El jueves, el presidente de la autoridad monetaria, Mario Draghi, aseguró que esas acciones se diseñarán en "las próximas semanas" y condicionó claramente la posibilidad de retomar la compra de deuda en los mercados secundarios a que el país en cuestión solicite la intervención del FEEF. Todo apunta, por tanto, a los primeros días de septiembre como fecha clave.
Los países del euro preparan ya la celebración de un Eurogrupo en la primera semana del mes, en la que también se producirá la próxima reunión del consejo de gobierno del BCE. Según la fuente anteriormente citada, si España solicitase al fondo de rescate que comprase deuda soberana para aliviar la prima de riesgo, "lo normal" sería que lo hiciese alrededor de esas fechas.
En ese caso, la Comisión Europea (CE) y el BCE prepararían en uno o dos días un nuevo Memorando de Entendimiento con las condiciones de la ayuda y éste podría recibir rápidamente el visto bueno del Eurogrupo, incluso por teleconferencia, según ha explicado otra fuente. Posteriormente pasaría de urgencia a los parlamentos que tuviesen que aprobarlo y sería ratificado de nuevo por los ministros de Finanzas.
Mientras todo eso no ocurra, se descarta una intervención del BCE en los mercados para aliviar la tensión, tal y como dejó claro Draghi, que descartó retomar la compra de deuda en el mercado secundario sin la activación del fondo de rescate. Es decir, que el BCE sólo sacaría el bazuca si hay un acuerdo político en la eurozona para socorrer a un país, tal y como requiere la activación de la compra de deuda por parte del FEEF o de su sucesor, el MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad).
"No se pueden esperar decisiones sin un acuerdo político", explicó a Efe una fuente diplomática, que aseguró que Alemania sólo aceptará dar más ayudas si hay un componente político -una condicionalidad "estricta y efectiva", recordó Draghi- y no una actuación por su cuenta del BCE. La idea, por tanto, es que España supere agosto y, si fuese necesario, recibiese asistencia en septiembre si la presión sobre la deuda sigue siendo extrema.
El repunte de la Bolsa y la mejoría registrada ayer por la prima de riesgo tras el hundimiento provocado por la rueda de prensa de Draghi hacen pensar en Bruselas que los mercados pueden calmarse durante lo que queda de mes. "Las expectativas (ante la reunión del BCE) eran demasiadas", consideraba esa fuente diplomática, que apostaba por una mayor calma en los próximos días.
Varios analistas han señalado en los últimos días que España no debería tener problemas de liquidez para superar el verano. La próxima subasta de deuda está prevista, precisamente, para el 6 de septiembre y no tiene vencimientos importantes hasta octubre.
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