El FMI mejora el crecimiento de España y empeora el de la Eurozona
El organismo eleva cuatro décimas el avance del PIB nacional en 2024, hasta el 1,9%
Asegura que el país está “en buena forma” gracias al consumo privado y al turismo
El FMI pide a España un plan de consolidación fiscal con un ajuste de unos 44.000 millones hasta 2028
El FMI subraya la importancia de la estabilidad política pese a que crezca el PIB
El Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó ayer que la economía española está “en buena forma” y confirmó que crecerá este año el 1,9%, convirtiéndose en el país con mayor crecimiento, dentro de las mayores economías de la Eurozona.
“Tiene un consumo bastante sólido, que se desacelerará durante el año, pero en general es una economía que está en buena forma”, afirmó en una entrevista el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas.
En el marco de sus reuniones de Primavera, el FMI publicó ayer martes una actualización de las cifras de crecimiento global y confirmó que España crecerá el 1,9% en 2024, cuatro décimas más de lo que el Fondo calculó en sus anteriores previsiones en enero.
En 2025, el FMI prevé que el producto interior bruto (PIB) de España avance un 2,1% (lo mismo que pronosticaba el pasado enero) gracias a la buena marcha del consumo, la renta disponible y la mejora de la cartera de servicios y turismo, así como la llegada de fondos europeos Next Generation.
“(La mejoría de 2024) se debe a un desempeño económico muy sólido en el último trimestre de 2023 y a las señales que obtenemos de los indicadores económicos de principios de 2024”, detalló Gourinchas.
“A España ciertamente le ha ido muy bien en el último año”, añadió, por su “gran capacidad de recuperación”.
El organismo ofrece también datos de inflación y de desempleo. Así, se estima que la inflación en España cerrará 2024 en el 2,7 % y 2025 en el 2,4 %, mientras que el desempleo cerrará 2024 en el 11,6% y 2025 en el 11,3%.
En cuanto al resto de Europa, el FMI rebajó su previsión de crecimiento de la Eurozona para este año en una décima, hasta el 0,8%, y en dos décimas la de 2025, hasta el 1,5%, con Alemania y Francia como los grandes lastres.
Gourinchas explicó en una conferencia de prensa que la región ha sentido “todo el peso de la crisis energética de 2022 y parte de 2023”, pero “poco a poco está saliendo de ella en el contexto de una política monetaria restrictiva”.
Según el FMI, Alemania registrará un crecimiento del 0,2% del PIB en 2024, tres décimas menos que lo previsto anteriormente, y del 1,3 % en el próximo año, también tres décimas por debajo de su última estimación, afectada por “un sentimiento de los consumidores que sigue siendo débil”.
Francia cae también tres décimas en ambos ejercicios y su economía crecerá un 0,7% y un 1,4%, respectivamente, mientras que Italia registrará un crecimiento del 0,7 % en 2024 y 2025, lo que supone mantener la previsión para este año y rebajar cuatro décimas la del año que viene.
Para el conjunto de la Unión Europea (UE), espera también un crecimiento una décima por debajo de lo previsto en enero, con un avance del PIB conjunto del 1,1% en 2024 y del 1,8% en 2025.
En la Eurozona, según Gourinchas, se está viendo pese a ello “un repunte en la actividad de 2023 a 2024”.
El informe el FMI recuerda el impacto que ha tenido la “relativa alta exposición” de la UE a la guerra de Ucrania, mientras que en el lado positivo subraya el consumo de los hogares gracias a un menor impacto de los precios de la energía y una inflación más contenida.
“La separación de la economía mundial en bloques debido a la guerra de Rusia en Ucrania y otras tensiones geopolíticas podría acelerarse. Tal desarrollo podría generar más restricciones en el comercio y los movimientos transfronterizos de capital, tecnología y trabajadores, y podría obstaculizar la cooperación internacional”, señala el informe.
A nivel mundial, el crecimiento de la economía mundial será ligeramente más fuerte de lo esperado anteriormente, hasta el 3,2% en 2024, mientras que mantiene sin cambios, también en el 3,2% el de 2025,
Esta mejoría se produce como consecuencia de un mayor impulso de Estados Unidos, en contraste con la recuperación más débil prevista ahora para la Eurozona.
La institución señala que la actividad económica mundial se ha mostrado “sorprendentemente resiliente” durante el periodo de desinflación acometido estos dos últimos años, aunque reconoce que el ritmo de crecimiento estimado “es históricamente lento”, debido a factores a corto plazo, como los costes de endeudamiento y la retirada de apoyos fiscales.
1 Comentario