Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
Fundación Mapfre anunció la semana pasada que destinará 35 millones de euros a distintos proyectos de ámbito internacional que tienen como objetivo proteger mejor a la población
frente al virus, ayudar a los colectivos más desfavorecidos y contribuir a la salida de esta crisis con el menor impacto posible.
Entre ellas destacan dos medidas de actuación inmediata, como una donación de 5 millones de euros al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para acelerar la investigación relacionada con el coronavirus SARS-CoV2, causante de la pandemia de COVID-19, y luchar así contra la enfermedad. Dicha ayuda permitirá al CSIC realizar un estudio integral de esta pandemia, profundizar en el conocimiento del virus y sus mecanismos de transmisión, y propiciar no solo
una vacuna frente al mismo, sino también base científica para proteger mejor a la población frente a futuras pandemias.
Otra medida es la dotación de 20 millones de euros para la adquisición de respiradores, material médico, equipos de protección sanitaria y realización de pruebas en 27 países, de la que se beneficiarán residencias, hospitales y centros médicos, especialmente de países de Latinoamérica.
También ha destinado una partida de 10 millones de euros para impulsar acciones en España, dirigidas a atender psicológicamente a los ciudadanos que hayan perdido a un familiar; acompañar a los mayores que se encuentren solos a través del voluntariado; microdonaciones para asistir a las personas de la tercera edad con menos recursos; desarrollar y fabricar respiradores automáticos y equipos de protección individual; proporcionar bienes de primera necesidad; y recuperar el empleo a través de ayudas, dirigidas principalmente a pymes y autónomos.
Entre estas, cabe destacar algunas iniciativas que Fundación Mapfre está llevando a cabo ya en nuestro país con carácter inmediato. Por ejemplo, ha financiado el desarrollo y fabricación de un prototipo de respirador, que ha sido
diseñado por The Open Ventilator, un equipo de investigadores españoles, gracias al apoyo de la Universidad Rey Juan Carlos y Celera.
También ha donado cerca de 600.000 euros en material sanitario a residencias de personas mayores y entidades sociales asistenciales, y está proporcionando materiales a voluntarios de la Universidad Francisco Vitoria y
de la empresa E-Rescue, para fabricar cerca de 50.000 equipos de protección, como viseras y mascarillas de tela, que están repartiéndose entre sanitarios y personal expuesto al coronavirus.
También ha financiado y donado a la Policía Nacional dos equipos portátiles de desinfección, valorados en 15.000 euros, basados en una tecnología de última generación, diseñada
por la Universidad de Alcalá de Henares.
Desde que se inició la presente crisis sanitaria, Mapfre ha puesto en marcha diferentes medidas para ayudar a Pymes y autónomos a paliar los efectos de la misma sobre su actividad,
con especial foco en sus clientes y proveedores:
La primera iniciativa que puso en marcha MAPFRE para luchar contra el COVID-19 fue poner los medios necesarios para garantizar que todos aquellos trabajadores cuya actividad no
exigiera su presencia en su puesto de trabajo pudieran trabajar desde sus casas, tanto para preservar su salud como para contribuir a la lucha contra la propagación del virus. Así, la
compañía ha desplegado su Plan de Contingencia de Negocio para hacer frente a la situación actual, con el doble objetivo de proteger la salud de sus empleados, colaboradores y
clientes, y de mantener el servicio con la máxima calidad posible.
En este momento, más del 95% de los empleados en España están trabajando en remoto para reducir el riesgo de contagio y poder garantizar el servicio a los clientes. Similares
medidas se han adoptado en otros países en los que Mapfre está presente.
Se definieron medidas de protección de la salud, y seguimiento sanitario de todos los empleados a través del Servicio Médico de Empresa, además de una plataforma para ayuda psicológica.
Se pusieron en marcha consejos sobre teletrabajo, píldoras de autoaprendizaje, y otras muchas medidas de apoyo y se mantiene un canal de comunicación abierto con todos los empleados.
El presidente de Mapfre, Antonio Huertas, anunció públicamente que la compañía no va a realizar ningún expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) en su plantilla para afrontar la crisis del coronavirus.
El pasado 24 de marzo, Mapfre España anunció las siguientes medidas de apoyo a los más de 742.000 Pymes y autónomos que tienen seguros contratados con la compañía. Así, Descontará a las primas de sus seguros contratados la parte correspondiente a los días en los que esté en vigor el estado de alarma, cuyas medidas excepcionales para luchar contra la propagación del Covid-19 impiden a este colectivo desarrollar
adecuadamente su actividad. La medida aplicará a todas las actividades, incluyendo aquellas que han permanecido abiertas.
El importe se descontará en el primer recibo que tenga que abonar el cliente tras la conclusión del Estado de Alarma, sin que éste tenga que realizar ningún trámite o solicitud. La medida incluye todos los seguros que Autónomos y Pymes tengan contratados con la compañía para protección de su actividad empresarial.
La firma ofrecerá la posibilidad de fraccionar los pagos de la mayoría de sus seguros particulares y de ámbito profesional, en una cuota mensual durante el periodo de un año, sin
intereses ni recargos de ningún tipo. Esta posibilidad también se ofrecerá a la totalidad de sus clientes particulares.
Ademas, ampliará el periodo de pago de los recibos de los seguros que tengan contratados pymes y autónomos, hasta poder llegar a 60 días. Asimismo, ofrece a PYMES y autónomos información acerca de las ayudas públicas aprobadas por el Gobierno para paliar los efectos del COVID-19.
El pasado 31 de marzo, Mapfre España anunció que destinará hasta 24 millones de euros a anticipar la facturación de los proveedores de la compañía que se vean obligados a detener
o ralentizar su actividad por causa del Covid-19.
Esta medida beneficia a los más de 7.000 reparadores, gruistas, taxistas y otros proveedores que colaboran habitualmente prestando sus servicios a los clientes de la
compañía y que ahora podrán solicitar un anticipo de su facturación a MAPFRE, para paliar los efectos que las medidas tomadas para frenar la propagación del coronavirus está teniendo sobre su actividad y, por tanto, sobre su facturación.
La compañía ofrece también un servicio gratuito de asesoramiento, con el fin de que puedan conocer todas las medidas aprobadas en el Real Decreto que declara el estado de alarma a las que pueden acogerse este colectivo y cómo hacerlo.
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