"El Presupuesto es irreal, una receta para tener un déficit y una deuda tremenda"

John de Zulueta | Presidente del Círculo de Empresarios

Jon de Zulueta (Cambridge, EEUU, 1947), posa para la entrevista con este diario.
John de Zulueta (Cambridge, EEUU, 1947), posa para la entrevista con este diario. / M. G.
Alberto Grimaldi

08 de diciembre 2020 - 07:00

Sevilla/–El Círculo de Empresarios se ha esforzado en crear un documento sobre la recuperación tras el shock creado por la pandemia ¿Cuáles son las líneas maestras para esa reactivación?

–En julio presentamos, junto con Boston Consulting Group, un estudio sobre la transformación de la economía para impulsar el crecimiento y aprovechar la crisis. Ya lo dijo Winston Churchill: “No desperdicies una buena crisis”. Ese estudio busca el crecimiento sostenible y la competitividad de la economía española. Y las claves para ello son innovación y emprendimiento. España está la número 37 en la clasificación del Banco Mundial en cuanto a la facilidad de crear una empresa. Es de los países más complicados para crearlas. Y eso hay que cambiarlo. Y tenemos que innovar, emprender y atraer talento. Muchas startups fundadas aquí se van a Silicon Valley o a Berlín. Tenemos que hacer un esfuerzo por mantenerlas aquí. Para ello hay que invertir mucho más en tecnología y digitalización. Nuestro I+D+i es claramente insuficiente y está muy por debajo de nuestros competidores europeos. Tendríamos que liderar el cambio climático pero hay más panales solares en Alemania que en España, que es una cosa absurda. Tenemos que meternos de lleno en las energías renovables. Estamos muy verdes en industria. Necesitamos reforzar esa capacidad. Somos demasiado dependientes del turismo. Si se evapora el turismo, el país se cae, como ha pasado con el Covid-19.

–En los últimos meses también han sido muy críticos con los Presupuestos Generales del Estado de 2021. ¿No se están aplicando las políticas correctas para afrontar esta crisis?

–El Presupuesto, como hemos dicho, es irreal. Porque sus bases son que habrá una caída del PIB este año del 11%, cuando la OCDE, el FMI, el Banco de España y cualquier institución seria de análisis la sitúa entre el 12% y el 12,5%. Lo mismo ocurre con la recuperación, que con la ayuda europea, el Gobierno la eleva en 2021 al 9,8%, cuando todos esos analistas la sitúan en el entorno del 5%, que es prácticamente la mitad. Si la caída es mayor y la recuperación menor, tus cifras no valen para nada. Vamos a tener un déficit que calculamos en el 6%, unos 75.000 millones, y la UE no los permite por encima del 3%. Vamos a estar controlados por ello al menos ocho años. Y la deuda está por 120.000 millones, cuando la UE está diciendo que no debería ser más del 60% del PIB.

–Vamos a doblarla casi.

–Exacto. Entonces, ese Presupuesto va a tener más gasto del que cifra, porque sólo prevé los ERTE hasta el 31 de enero y van a tener que alargarlos. Y va a tener menos ingresos seguro también. Las cifras son por tanto irreales e inalcanzables. Es una receta para un déficit y una deuda tremenda.

–¿Se están cometiendo los mismos errores que al principio de la Gran Recesión?

–Esta crisis es distinta, porque la Gran Recesión tuvo el problema de las cajas de ahorro y de la enorme burbuja inmobiliaria. Esos dos factores no existen ahora. Una vez que superemos el Covid con la vacuna, deberíamos poder recuperar el crecimiento, que era de los mejores de Europa, superando el 25, cuando las demás estaban estancadas.

–Sí, no llegaban al 1%.

–Exacto. Esta crisis creo que debería ser más corta.

–Le preguntaba más por las políticas públicas, un exceso de déficit muy alto y una deuda desbocada. ¿No son los mismos errores que cometió Zapatero?

–En eso sí son los mismos errores. Pero en los últimos discursos veo que el presidente Sánchez ya no menciona la creación de 800.000 puestos de trabajo en tres años. Eso era un sueño. La OCDE acaba de decir que tendremos que esperar a 2023 para volver a donde estábamos. Estamos perdiendo muchísimo empleo y vamos a ir a un paro del 20%. Un nivel que no permite funcionar a una economía.

–Usted tiene mucha experiencia en gestión sanitaria. ¿Lo está haciendo bien el Gobierno en esa parcela de la pandemia?

–Llevo más de 20 años en el sector sanitario. Como ha mencionado lo conozco bien. Pasé 18 años manejando Sanitas y dos años y medio como presidente de USP Hospitales, el otro lado del negocio. Soy experto en la privada pero no en la pública. Sí puedo decir que algo ha fallado en España, que tiene una buena sanidad pública, con más muertes de personal sanitario del mundo y del triple de muertes que los países que lo han hecho bien. Lo que ha pasado es que hay que separar la sanidad, que se lleva en las 17 autonomías, de la salud pública, que debe controlarlo un Ministerio de Sanidad. Eso es lo que ha fallado aquí. Debe estar centralizado en el Ministerio, pero éste estaba hueco. Sólo compraba material para Ceuta. Y cuando hay que comprar en China al mismo tiempo que todo el mundo, se han visto desbordados. Hemos comprado tarde y mal. Hubo muchos preavisos en enero y febrero sobre la necesidad de hacer estocaje de material y EPI. Y no se hizo nada. Y nuestro gran experto, Fernando Simón, dijo que estábamos preparados y que aquí habría sólo algún caso aislado.

"En la primera ola se llegó tarde, y se provocó la segunda al decir Sánchez en julio que se había derrotado al virus"

–Curiosamente en la segunda ola se ha tomado una estrategia totalmente distinta, y los resultados también son malos. ¿Por qué?

–Son igual de malos, sí. La estrategia debe ser siempre centralizada, Pero el Gobierno ha descentralizado para no dañar más su imagen. Y pasó la patata caliente a las autonomías. Es un error estratégico. Los países que lo han hecho bien tomaron decisiones centralizadas, como Nueva Zelanda, Noruega o Corea del Sur. Cuando cada uno hace lo que quiere, como los 50 estados de EEUU, pues se cosecha un desastres como el de allí. Aquí primero llegamos tarde y luego el propio presidente de España dice el 5 de julio que hemos derrotado al virus, lo que provocó que la gente se fuese a la playa y llegase muy rápido la segunda ola. Y dejarlo en manos de las 17 autonomías no es la solución, que pasa por tener material y una gestión centralizada y centrada en localizar los contagios y aislarlos.

"En junio no habría dicho que la democracia liberal estaba en riesgo, ahora en diciembre me procupa mucho más"

–Han publicado un libro este año sobre el riesgo que corren las democracias liberales. ¿La de España está en peligro?

–En junio cuando presentamos el libro habría dicho que no. Pero ahora tengo preocupaciones.

–¿Por qué?

–Primero, el Rey no pudo ir a Barcelona a entregar los despachos a los nuevos jueces. Hay un intento de controlar al poder judicial desde el Ejecutivo, con un cambio legislativo que elimina la mayoría cualificada al nombrar el CGPJ. Y han venido más ataques: contra la libertad de expresión con un ministerio de la verdad, controlado desde la Moncloa qué es desinformación. El Gobierno no puede ser el juez de qué es o no información. Otro ataque es que Hacienda puede ir a tu empresa o tu casa sin previo aviso y sin orden judicial.

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