Los últimos accidentes en el Estrecho reavivan la reclamación del nuevo fondeadero exterior del Puerto de Algeciras
Administraciones y empresas abogan por los nuevos espacios de fondeo, que cuentan con el rechazo de los ayuntamientos afectados
La seguridad de la navegación, principal argumento a favor de la iniciativa
Gerardo Landaluce: "La transición energética y la industria son líneas de trabajo fundamentales para el Puerto de Algeciras"
Algeciras/Dos accidentes marítimos en un mes en el Estrecho de Gibraltar han reavivado la reclamación que viene encabezando desde hace años el Puerto de Algeciras sobre la creación de un nuevo fondeadero exterior para la dársena, punto neurálgico del comercio marítimo internacional.
El último de ellos, acaecido a principios de diciembre por la colisión de dos buques a 14 kilómetros del puerto, se suma al que se produjo el 1 de noviembre, que además provocó un vertido de parafina a las aguas. Este tipo de abordajes normalmente se producen cuando uno de los buques ralentiza la marcha en el concurrido Estrecho, antes de dirigirse a puerto. La propuesta para evitarlo es establecer dos fondeaderos exteriores, los cuales quedarían frente a la costa de Sotogrande, en San Roque, y de Manilva. De esta forma, se ampliaría el espacio de fondeo, lo que permitiría que más barcos puedan aguardar tranquilamente su entrada a puerto y evitar que queden en zona de tránsito.
Actualmente, el puerto algecireño cuenta con cuatro espacios de fondeo, todos ellos en el interior de la Bahía de Algeciras, con 1.332 hectáreas en total y capacidad para 33 buques, en los cuales las naves aguardan su turno de entrada a las terminales marítimas. Estos entornos se caracterizan por su ordenación y regulación, lo que permite un tráfico más seguro en la zona, pero tanto tanto la autoridad portuaria (APBA) como Marina Mercante consideran insuficiente ante las miles de escalas anuales que llegan a las terminales.
"No hay peor espacio marítimo que el que no está acotado, vallado, ordenado y controlado", explicaba recientemente Gerardo Landaluce, presidente de la APBA, en una entrevista en este periódico. A ojos del responsable del primer puerto de España en tráfico de mercancías, es necesario el fondeadero exterior para aumentar la seguridad en la navegación, más aún a la vista de las últimas colisiones provocadas en el Estrecho. "Hemos tenido un reciente episodio con el tema del abordaje de un buque que estaba esperando, si hubiese tenido la posibilidad de estar fondeado debidamente, no digo que se hubiese evitado, pero quizás se hubiese podido evitar", señalaba Landaluce en relación a la colisión de dos buques el pasado 1 de noviembre.
“Necesitamos una zona de seguridad para los barcos con destino a las zonas de fondeo tradicionales con las que cuenta la Autoridad Portuaria. Tener un buque al ralentí en el Estrecho puede no gustarme por las emisiones de CO2 a la atmósfera, pero hay una derivada más que es la seguridad en una de las zonas más transitadas del mundo", señaló en abril Benito Núñez Quintanilla, secretario general de Transporte Aéreo y Marítimo del Gobierno de España.
El ecosistema empresarial portuario también se ha mostrado en varias ocasiones a favor de esta iniciativa. La Asociación de Empresas de Servicios de la Bahía de Algeciras (Aesba), que agrupa a la gran mayoría del entorno empresarial portuario y que se ha mostrado muy vocal en este sentido, reiteró sus peticiones a raíz del incidente del pasado noviembre. José Antonio Fernández Viñas, presidente de la entidad, aseguró que "este incidente subraya el riesgo que implica tener buques maniobrando sin espacios adecuados", y aboga por que un nuevo fondeadero exterior reduciría este riesgo, posición que comparte la Confederación de Empresarios de Cádiz.
"El Estrecho ahora mismo es una auténtica autopista, por lo que cuanta más seguridad y ordenación, mejor", apunta Gerardo Landaluce, que confía en que la Dirección General de la Marina Mercante siga trabajando en la misma línea que viene haciéndolo hasta ahora para instaurar los fondeaderos.
Rechazos al fondeadero
La propuesta de instaurar los nuevos fondeaderos exteriores no es nueva, ya que lleva varios años de gestión y su primer esbozo data de 2016. Sin embargo, los rechazos institucionales y de agrupaciones ecologistas han puesto freno durante este tiempo a la iniciativa.
Quien más vocal se ha mostrado hasta ahora es el Ayuntamiento de San Roque, cuya costa sería la más afectada al ubicarse la mayor parte de los espacios señalados frente a Sotogrande. La afección al turismo es el principal argumento en contra que ha encontrado la propuesta del fondeadero desde su germen por parte de la corporación sanroqueña. El último episodio tuvo lugar en abril, cuando el Consistorio presentó alegaciones contra la propuesta más reciente, que ya recoge la deshabilitación durante el verano para evitar un impacto. En la misma línea se posicionó la vecina La Línea, que alertó de posibles "impactos irreversibles" tanto visuales como para el fondo marino.
También los ecologistas han plasmado su rechazo por el impacto que tendría la circulación de los buques por la zona. La asociación Verdemar señaló que "la mala planificación" terminó con el turismo en la Bahía de Algeciras y "ahora pretende sepultar el de Sotogrande, la Costa del Sol y los valores ambientales del Mar de Alborán" y protestó por la "mala gestión" del tráfico marítimo por parte de las administraciones españolas.
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