El aceite de oliva se pasa del aliño a la salsa con Acesur

Frente a aquellos que defienden que en la forma de elaborar el aceite y en su presentación ya está todo inventado, Acesur propone innovación. Uno de sus consejeros, Álvaro Guillén, cree que queda un camino largo por recorrer, en productos y en procesos. "En un sector que es conservador, una de nuestras patas es la I+D+i", proclama. Cada año, la empresa invierte un millón de euros en este concepto, el 0,5% de su facturación.

La última apuesta es el segmento de las salsas. El año pasado, Acesur adquirió Duendesol, una empresa radicada en Almedinilla (Córdoba) y dedicada a este tipo de productos. Ante el mal estado de las instalaciones, la firma decidió desmantelarlas y trasladar su producción a la planta de Vilches, en Jaén. La inversión, de 700.000 euros, ha permitido el desarrollo de nuevos formatos, que ahora se ponen en el mercado.

"De las once salsas que lanzamos, al menos cinco son innovadoras -afirma Guillén-; tenemos de alioliva, de alioli con aceite de oliva; dos tipos de tomate, ligero y picante; la vinagreta mediterránea con aceite de oliva y aceite balsámico de Módena; y la mexicana de aceite de oliva, exclusiva en el mercado". En todas ellas el aceite de oliva es un ingrediente fundamental.

También la presentación es avanzada, con la llamada etiqueta sleever, integrada en el propio envase; y con un sistema antigoteo que evita las manchas y que se desperdicie el producto al consumirse. El formato para la distribución es de 300 gramos, pero Acesur también produce otros de dos a cinco kilos para la restauración, "un sector con grandes posibilidades en cuanto a diversificación", afirma Guillén.

En lo que es la comercialización de aceite propiamente dicha, Acesur toma al menos dos caminos: uno, profundizar en los procedimientos mecánicos y manuales para conseguir el mejor producto; y el otro, buscar la excelencia a través de la incorporación de elementos como el Omega 3 o las vitaminas. Respecto a lo primero, tiene en el mercado La española gourmet, un aceite de oliva virgen extra obtenido de cosecha propia, concretamente de la Hacienda Guzmán, en el termino municipal de La Rinconada (Sevilla). "Es la primera producción de aceite de manzanilla de primera calidad, y la presentamos en vidrio opaco, porque protege al aceite de la luz y mantiene mejor la temperatura, lo que contribuye a conservar mejor el producto", explica Álvaro Guillén. Su destino es la alta restauración y las tiendas gourmet, "y en un 90% irá al mercado internacional, sobre todo a Alemania y China, donde hay 70 millones de personas con un alto poder adquisitivo". Paradójicamente, España, el principal productor del mundo, es el mercado donde menos llegan los aceites de más calidad de Acesur. Guillén afirma que, al verse como un producto de primera necesidad, cuando el oliva virgen supera un determinado umbral de precio ya no se vende. Eso no sucede en mercado exterior, donde el aceite, en el sector consumidor, es visto como un producto de lujo.

No sólo con este producto se dirige Acesur a segmentos específicos del mercado. Así, en semillas ha lanzado un aceite con omega 3 que es el primero funcional en España. Está enfocado a las personas que quieren "un producto extremadamente saludable", pero al mismo tiempo de sabor plano, sin la intensidad que tiene el oliva. La firma tiene en el mercado internacional productos funcionales similares, pero con aceite de oliva virgen extra. Eso no es posible en España, ya que aquí la ley prohíbe mezclar este aceite con cualquier otro producto. "Es inexplicable que en este país no exista un virgen extra enriquecido con omega 3, con lo que eso significaría en la mejora de la salud". En girasol, Coosol Premium está fabricado con un "alto contenido en ácido oleico y vitamina e". Y en oliva, la marca más emblemática de Acesur, La Española, cuenta con mil referencias diferentes en todo el mundo. Acesur comercializa también un paté de aceitunas que, cómo no, se destina en su mayor parte al mercado internacional.