Apipana contratará en Sevilla a 150 desarrolladores de software para casinos y juego on line

Ocupa las antiguas oficinas de ESIC en la Cartuja, con 2.000 metros cuadrados en el Edificio de Prensa

Gibraltar y Melilla colaboran para atraer empresas de juego online a la ciudad autónoma

Marcus Brackelmanss, fundador y director general general de Apipana Coding
Marcus Brackelmanss, fundador y director general general de Apipana Coding / Juan Carlos Vázquez Carli

Sevilla/Apipana, una tecnológica granadina con solo un año de vida, ha aterrizado en Sevilla a lo grande. Acaba de inaugurar en el Edificio de la Prensa de la Cartuja sus oficinas, con 2.000 metros cuadrados de superficie repartidas en tres plantas. Ha comenzado con 22 trabajadores pero busca talento para alcanzar los 50 empleados antes de este verano y los 150 en julio de 2026.

Marcus Brackelmanss (Alemania, 1970) fundó en febrero de 2024 Apipana tras haber sido ocho años director general de Novatec Software Engineering España, filial de la consultora informática alemana Novatec Consulting. “Desarrollamos software para clientes pero no cualquier software –explica-. Nos dirigimos especialmente a clientes del sector casinos y juego on line”.

Desde el Brexit, muchas empresas del sector de juego online dejaron Gibraltar y trasladaron sus licencias para operar en Ceuta, ciudad autónoma con un interesante régimen fiscal, y también a Andalucía. A empresas internacionales de ese sector dirige su atención Apipana, que por cláusulas de confidencialidad no puede desvelar quién es su principal cliente, para el que trabaja en su plataforma mundial de juego on line, que incluye póker, casino o apuestas deportivas, usada por millones de usuarios en los cinco continentes.

Competencia

“No sólo podemos hacer mejoras en programas informáticos, sino crear de cero programas específicos para esos clientes”, declara este directivo. Sobre el ‘boom’ de tecnológicas en Sevilla, asegura que no le preocupa la competencia “porque no competimos en precio ni en volumen. Nosotros somos caros. Las empresas de juego online exigen mucho pero están dispuestos a pagar bien”.

En su primer ejercicio económico, Apipana ha facturado 1,1 millón de euros, alcanzando ya el punto de equilibrio, y este año prevé cerrarlo con 9 millones de euros. “Tenemos que hacer las cosas muy bien para poder digerir un crecimiento así. Hay que saber gestionar el éxito. No tenemos ‘manager’, sino jefes de equipo cada quince personas para facilitar el trabajo”, asegura Brackelmanss. Para poder atender la creciente de demanda de servicios, la firma de Granada ya creció hasta el medio centenar de empleados y ampliará en breve sus oficinas allí para llegar a los mil metros cuadrados.

Marcus Brackelmanns junto a parte del equipo de Apipana en el PCT Cartuja
Marcus Brackelmanns junto a parte del equipo de Apipana en el PCT Cartuja / Juan Carlos Vázquez Carli

Para seguir creciendo, ahora ha desembarcado en el PCT Cartuja con un equipo de 22 personas, “aunque antes de julio esperamos llegar a los 50”, en su mayoría ingenieros informáticos. Para crecer en la capital andaluza, esta tecnológica ha alquilado las oficinas que ocupó ESIC en el Edificio de la Prensa., “Nuestro objetivo es alcanzar los 150 trabajadores en Sevilla en la segunda mitad de 2026”, puntualiza.

“Buscamos informáticos aunque no tienen que tener titulación. Lo importante es pasar nuestra entrevista con una parte teórica y otra práctica en la que los candidatos tienen que superar retos. Nos da igual la titulación, sólo queremos buenos profesionales y con buena actitud. Aunque sabemos que éste es un sector en el que no existe el desempleo, somos muy exigentes y sólo el 20% de los candidatos supera nuestras pruebas de selección. Sólo siendo muy exigente conseguiremos gente muy buena. Buscamos profesionales con experiencia, trabajadores que ya han aprendido lo que se hace bien y mal. De hecho, los trabajadores ‘junior’ que trabajan con nosotros se cuentan con los dedos de la mano”.

Modelo híbrido

Con una estructura muy horizontal, Apipana tiene una organización en la que los programadores tienen amplia libertad a la hora de trabajar. “Es un error contratar a gente muy preparada y explicarles luego cómo tienen que hacer mal las cosas. Si ellos conocen bien los objetivos, saben cómo conseguirlos”, manifiesta este alemán que reside en España desde los 12 años. En sus oficinas existe un modelo híbrido, de modo que los empleados tienen que trabajar de forma presencial tres días a la semana para favorecer las relaciones interpersonales y la generación de ideas. Además, en su empresa los empleados tienen 30 días laborales de vacaciones y cada cuatro años los trabajadores podrán tomar seis semanas adicionales con e l 100% de sueldo, una medida para favorecer la captación de talento en un sector con cero paro.

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