Disfrutar de la vida sin endeudarse
El covid-19 ha acrecentado la convicción de que la vida está para disfrutarla. Sin duda, es así. Aunque este buen propósito, llevado al extremo, provoca que, en una sociedad en la que el disfrute conlleva gasto, algunas personas recurran a un endeudamiento arriesgado. Dejar a un lado el vivir para trabajar y centrarnos en trabajar para vivir, pero sin derivar en trabajar para vivir endeudado.
Sin contar con los préstamos para nuestra vivienda habitual, algo lógico y dentro de la seguridad que buscamos para nuestra familia, se está generalizando el crédito para costear gastos corrientes, prescindibles o que se pueden rebajar. Por ejemplo, en Andalucía a menudo se acude al crédito para afrontar nuestra “cuesta de primavera”, en la que tenemos por delante la Semana Santa, las distintas fiestas regionales y, por supuesto, las vacaciones de verano; eso sería vivir por encima de nuestras posibilidades.
No insinuamos que renunciemos a esos momentos. Al contrario, debemos tenerlos muy presentes, pues son la guinda de nuestras vidas. Os proponemos que los abordemos mediante la previsión y no con la solución a corto plazo de los créditos, para evitar tener que cargar con las consecuencias.
La primera es el sobreesfuerzo que deberemos realizar para devolver el dinero. El Banco de España cifra en 64.633 millones de euros el crédito al consumo en bienes duraderos (para inversiones) y en otros 32.553 millones en bienes no duraderos (gastos) durante el primer trimestre de 2024. Ambos tienen una morosidad por encima de las hipotecas, pero, mientras los créditos dudosos en bienes duraderos son el 4% del total, en los no duraderos sube al 5%. Lógico, pues dejamos de pagar el préstamo para las vacaciones antes que el de la vivienda. Y aquí está la segunda consecuencia. Ante esta morosidad, se pagan más intereses, y se encarecen los bienes y servicios que adquirimos.
Evitar endeudarnos para estos gastos, recurrentes o extraordinarios, pasa por tenerlos presentes con mucha antelación. Ya sabemos que el próximo año habrá Semana Santa, Feria y verano. Eso nos permitirá ir ahorrando con una estrategia bien planificada. El acompañamiento de un asesor financiero nos puede permitir alcanzar nuestras metas a corto, medio y largo plazo, siempre según nuestro perfil de riesgo y características, para que no tengamos que recurrir al sobreendeudamiento para disfrutar de lo que nos hace felices. Porque, no nos olvidemos, los créditos (y los intereses) hay que devolverlos.
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