La empresa familiar llama a preservar la productividad ante la reducción de jornada
Sendagorta valora el cambio de discurso del Gobierno respecto al IEF
Los empresarios familiares esperan una leve mejora de la situación económica en 2024
Bilbao/El XXVI Congreso de la Empresa familiar se clausuraba al mismo tiempo que el presidente del Gobierno y secretario general del PSOÉ, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda del Ejecutivo y líder de Sumar, Yolanda Díaz, presentaban su acuerdo para intentar revalidar la coalición que ha gobernado España en los últimos años. Ese acuerdo tiene entre sus principales novedades la reducción de la jornada laboral para todos los trabajadores sujetos a convenio colectivos –unos 14 millones de españoles– a 37,5 horas semanales.
Al término del congreso de las empresas familiares, que suponen el 90% del tejido productivo, el 60% del PIB y el 70% del empleo en España, Andrés Sendagorta, presidente del Instituto de la Empresa Familiar, evitó criticar la reducción, que no quiso considerar ni negativa ni positiva, aunque sí llamó a preservar la competitividad y la productividad de las empresas.
El presidente de las empresas familiares, que acaba mandato y será relevado la próxima primavera, alegó no conocer en detalle el contenido del acuerdo entre PSOE y Sumar y no quiso ni siquiera decir si le parecía bien o mal que se rebaje la jornada laboral manteniendo el mismo salario.
Sendagorta argumentó que en el Congreso habían estado hablado de la conciliación, algo que le parece “fundamental”, pero añadió: “También tenemos que mantener la competitividad. Estos son equilibrios, hay que mantener varios platillos en el aire a la vez”.
“Si nosotros, que somos empresas familiares, no cuidamos el tema de la conciliación y todo ese tipo de cosas, ¿quién lo va a hacer?”, dijo, antes de precisar que ha de hacerse de manera que las empresas sigan siendo competitivas “porque si no, no tenemos nada que conciliar, nada más que estar sentados en un banco mirando amanecer”.
Los periodistas le rogaron que concretara si su postura era favorable o no. El empresario vasco contestó a la gallega: “Bueno, depende. Habrá que ver los casos en donde puede ser la jornada laboral de una manera [de conciliar], donde no puede serlo”.
El IEF y otras organizaciones empresariales abogan mucho por mejorar la productividad, así que se le preguntó a Sendagorta si recortar la jornada no la mermara. El también presidente de Sener tampoco quiso mojarse. “Bueno, habría que ver; no puedo decir ni sí ni no”.
Abundó en que “hay gente que puede hacer su trabajo en menos tiempo de una manera determinada”. A Sendagorta no le parece una cuestión matemática.
Al responder a los medios sobre estas medidas, que incluyen también adaptar impuestos temporales a la banca y las energéticas para extenderlos en el tiempo, Sendagorta evitó confrontar : “Esto no tiene que ser una pugna entre entre el Gobierno y los empresarios”. Para él, todos tienen “el mismo objetivo: que nuestras empresas sean competitivas, y para que lo sean, también tenemos que cuidar a nuestras personas y eso afecta pues la jornada laboral, entre otras muchas”.
Esta postura conciliadora estuvo también presente en el discurso que había pronunciado minutos antes para clausurar el XXVI Congreso Nacional de la Empresa Familiar, en el que Sendagorta valoró el cambio de actitud que ha visto en esta cita por parte de las instituciones y, singularmente, del Gobierno del Reino de España.
“Sois muchos los que me habéis transmitido lo impresionados que estáis por el tono positivo de los discursos que escuchamos ayer [por el lunes] de las diferentes autoridades que nos acompañaron en nuestro Congreso”, les dijo a los más de 500 empresarios que han venido a Bilbao a la cita anual de la empresa familiar. Y prosiguió: “Yo también lo estoy. Soy muy consciente de que hay que diferenciar entre las palabras y los hechos. No soy ingenuo.
Pero quisiera recordaros que, hasta hace bien poco, las palabras que escuchábamos no eran, ni de reconocimiento, ni lo cordiales que fueron en el día de ayer. Estamos avanzando”, concluyó.
El presidente del IEF interpreta por ello, que el mensaje de las empresas familiares “va calando, porque somos el reflejo de la realidad de la sociedad española”.
En línea con esa actitud, Sendagorta quitó hierro a que, por quinto año consecutivo, Pedro Sánchez haya declinado su invitación a intervenir en el Congreso, después de que se abriese una brecha nada más acceder al cargo en 2018.
“Yo le he invitado, que es mi trabajo”, dijo Sendagorta, quien además precisó que lo hace “con gusto”. “Estoy encantado de haber invitado y lo seguiría haciendo si fuese presidente el año que viene, que no lo voy a ser”.
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