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“La fabricación de biocombustibles para aviones abre una oportunidad única para revitalizar el mundo rural”

Álvaro Macarro | Director de Aviación Sostenible de Cepsa

El directivo apunta al abastecimiento de materias primas como clave para impulsar una nueva industria que cambie el modelo económico

Álvaro Macarro, director de Aviación Sostenible de Cepsa.
Jesús Pulido

12 de octubre 2024 - 06:05

Huelva/La planta de biocombustibles 2G que desde el pasado mes de febrero construyen Cepsa y Bio-Oils junto al Parque Energético La Rábida en Palos de la Frontera es la punta de lanza de una estrategia nacional encaminada a acelerar la descarbonización del transporte aéreo en España y Europa. 

La factoría será la más importante del Sur del continente cuando entre en funcionamiento en 2026. Una puesta en marcha que Cepsa considera estratégica en su plan para producir un SAF (combustible sostenible para la aviación) competitivo tanto en calidad como en precio e impulsar una nueva industria en la que España puede encontrar una gran oportunidad, según sostiene el director de Aviación Sostenible de Cepsa, Álvaro Macarro

Pregunta.-¿Qué importancia tendrá la nueva planta de biocumbustibles 2G que se está construyendo en Palos para el futuro de la aviación nacional?

Respuesta.En el Energy Park La Rábida producimos volumen suficiente de SAF para atender la demanda actual del mercado nacional, pero el verdadero impulso para ser un auténtico referente en España y Europa nos los dará la nueva planta que estamos construyendo desde febrero de este año con Bio-Oils en Palos de la Frontera y que tendremos operativa en 2026. Ahí produciremos 500.000 toneladas de este combustible sostenible para la aviación y de diésel renovable, lo que nos va a permitir abastecer las demandas de todo el mercado, teniendo en cuenta el mandato de la Unión Europea de que a partir del 2030 el 6 por ciento del combustible de los aviones deberá ser sostenible, y se deberá alcanzar el 70 por ciento en 2050. 

P.-Actualmente la planta produce este biocombustible a partir de aceites de cocina usados. ¿Están abiertos a incorporar nuevas materias primas ante el paulatino crecimiento de la demanda?

R.Ahora mismo las tecnologías están muy abiertas. La materia prima es clave, y también su disponibilidad. Incorporaremos nuevas materias primas, como los residuos agrícolas y forestales. Tenemos que ser flexibles en cuanto a sus posibles usos, y todo lo que sea susceptible de utilizarse como materia prima para la fabricación de SAF lo tendremos en cuenta porque la demanda va a ser muy alta. 

P.-En este sentido, un entorno como el que supone Andalucía para el enclave industrial de Cepsa, con una intensa actividad agrícola, puede desempeñar un papel muy importante como suministradora de esa materia prima. 

R.Estamos en continua búsqueda de nuevas materias para su eligibilidad. Sin duda, la posibilidad de contar con un entorno con abundante materia prima como el que nos ofrece Andalucía debido a su actividad agrícola en provincias como Huelva, Sevilla, Jaén o Almería es estratégico para nosotros. 

P.-Sin embargo, actualmente ese flujo de materia prima aún no está estructurado y sigue siendo más fácil importarla. 

R.A día de hoy, la mayor parte de la oferta se sitúa fuera, principalmente en el Sudeste asiático. En Europa estamos trabajando para buscar esa materia prima de proximidad que agilice procesos, facilite transportes y abarate costes para conseguir un producto cada vez más escalable. 

P.-¿Se plantea Cepsa establecer su propia estructura logística para la obtención de esta materia prima o lo harán a través de acuerdos con otras compañías?

R.No nos cerramos ninguna puerta. Lo más importante en este sentido es cubrir la demanda que requeriremos para dar respuesta a las necesidades del mercado de la aviación. 

P.-Comentaba recientemente el CEO de Cepsa, Maarten Wetselaar, que los biocombustibles sintéticos, fabricados a partir de hidrógeno verde, serán también claves a medio plazo para alcanzar los objetivos de descarbonización. En este sentido, ¿qué importancia tendrá el Valle Andaluz del Hidrógeno que promueve Cepsa?

R.Es un enclave estratégico. Nuestro objetivo es convertirnos en líderes en la producción de SAF y también en SAF sintético. Las dos plantas de hidrógeno que vamos a construir en Palos de la Frontera y San Roque, en Cádiz, y que tienen previsto alcanzar su pico de rendimiento en 2028 nos van a permitir contar, entre otros usos para los que está destinado, con una materia primera como el hidrógeno verde que nos permitirá dar un salto cualitativo muy importante. 

P.¿Qué horizonte contempla para que esta tecnología pueda estar a pleno rendimiento?

R.Aún queda recorrido en cuanto a la maduración tecnológica de los e-SAF (sintéticos), pero el mandato europeo es que en 2030 el 1,2% de los combustibles para aviación deben ser de este tipo. El hecho de que nuestras factorías de hidrógeno verde de los energy parks de Palos y San Roque, más la nueva planta de producción de SAF en Palos, puedan estar a pleno rendimiento con mucho tiempo de antelación a ese horizonte nos hace ser optimistas en cuanto al desarrollo de esta tecnología. 

P.-¿Qué oportunidades ofrecerá a Andalucía la fabricación de SAF a gran escala con la planta que se está construyendo en Palos?

R.En primer lugar, se trata de una inversión de casi 1.200 millones de euros y la creación de 2.000 empleos entre directos e indirectos. Además, estamos hablando de una oportunidad para revitalizar la España rural. Es una oportunidad de país, de cambiar tanto el modelo económico como el rural. Tenemos la posibilidad de crear una nueva industria en la que el campo, y el mundo rural en general, va a tener una gran importancia porque necesitamos de esa materia prima de la que nos pueden proveer, y esa circularidad requiere de una innovación tecnológica que va a ser clave para que España se convierta en una potencia en la producción de estos combustibles para toda Europa. 

P.¿Está la industria de la aviación preparada para estos cambios?

R.Tenemos un primer horizonte que es el 1 de enero de 2025, en el que ya el 2 por ciento de los combustibles deben ser sostenibles. Toda la industria está empujando muchísimo, pero también esperamos el apoyo de las administraciones. En la medida en la que podamos avanzar iremos abaratando costes y logrando una maduración de rutas de la materia prima y conseguiremos un producto más escalable de cara al segundo escalón marcado para 2030, cuando el mandato ya impone el 6 por ciento. 

P.-Cepsa ya está suministrando SAF en siete aeropuertos en España. ¿Cómo está siendo la respuesta de las aerolíneas?

R.Estamos trabajando de manera conjunta. Hay cierta incertidumbre por los costes, todo lo nuevo siempre genera incertidumbre. Pero el sector está preparado para estos cambios. 

P.-Unos cambios que no pueden hacer sin el apoyo y la inversión de la Administración central. 

R.Es clave, y así lo hemos puesto sobre la mesa. Es necesario seguir invirtiendo. Para alcanzar los objetivos de descarbonización para 2050 y convertir a España en una potencia productora de estos combustibles serán necesarias 32 plantas de SAF por todo el territorio nacional. Estamos ante un encaje de oportunidad único. España es un país con una importante industria turística en la que la aviación es un factor clave. Tenemos aerolíneas potentes, un sistema logístico muy importante y aeropuertos perfectamente preparados. Es una oportunidad que España no debe perder. 

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