El FMI aconseja al BCE un solo recorte más de tipos en verano y dejar la tasa en el 2% salvo turbulencias

La entidad defiende que Europa apueste por más comercio, aunque debe vigilar la llegada de las exportaciones de China

Las políticas arancelarias de Trump generan incertidumbre y volatilidad en el mercado mundial del cereal

Alfred Kammer, director del departamento para Europa del FMI, en una imagen de archivo.
Alfred Kammer, director del departamento para Europa del FMI, en una imagen de archivo. / Annabelle Gordon/EFE

Madrid/El Fondo Monetario Internacional (FMI) aconseja al Banco Central Europeo (BCE) solo un recorte más de tipos de interés para dejar la tasa en el 2% salvo que se produzcan perturbaciones significativas. El organismo creo que la entidad que preside Christine Lagarde ha cosechado el éxito en su lucha contra la inflación y podría alcanzar su meta de estabilidad en la segunda mitad de 2025.

En su tradicional rueda de prensa en la última jornada de la reunión que cada primavera celebra el FMI en Washington, Alfred Kammer, director del departamento para Europa de la institución, ha destacado el "éxito en la lucha contra la inflación" en la Eurozona. De hecho, las previsiones del FMI contemplan que la región logre alcanzar la meta de estabilidad de precios del banco central en el segundo semestre de 2025, lo que para el BCE podría implicar un nuevo recorte de 25 puntos básicos en verano y, posteriormente, "mantener el tipo de interés en el 2% hasta que se produzcan perturbaciones importantes que obliguen a recalibrar la política monetaria".

"Tras el gran éxito del esfuerzo desinflacionario del BCE, los bancos centrales deberían seguir normalizando la política monetaria con cautela", señala el funcionario del FMI, para quien las tensiones globales podrían provocar un nuevo alza en las expectativas de precios, mientras que una peor evolución económica en Europa las presionaría a la baja.

Apuesta por más comercio

Para capear la incertidumbre actual, el director del departamento para Europa defiende la importancia de que el Viejo Continente "apueste por más comercio y no por menos", preservando su apertura comercial y ampliando su red de acuerdos de libre comercio. No obstante, avisa de la necesidad de vigilar cuidadosamente el impacto de la posible desviación del comercio con la llegada a Europa de exportaciones procedentes de China ante los elevados aranceles aplicados por Estados Unidos, que el FMI estima en un valor equivalente a alrededor del 0,25% del Producto Interior Bruto (PIB) de la Unión Europea, a corto plazo. "La desviación del comercio probablemente también reduciría los costes de los insumos para las empresas europeas y los precios para los consumidores", apunta la institución internacional, que considera "de una magnitud manejable" los impactos de este canal.

A nivel fiscal, subraya que cualquier apoyo a las empresas destinado a mitigar los impactos arancelarios "debería ser temporal y específico", ya que, si bien Europa debería proteger a las personas, "debemos ser cautelosos para no obstaculizar el inevitable cambio estructural".

Asimismo, considera que reconstruir los colchones fiscales sigue siendo una prioridad para la mayoría de países, por lo que aquellos con bajos déficits y deuda pueden asumir temporalmente el gasto prioritario en defensa, aunque con el tiempo deberán volver a los objetivos de sostenibilidad de la deuda, mientras que los países con altos niveles de deuda "deberían reasignar el gasto o aumentar los ingresos fiscales sin demora".

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