Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
Jorge Paradela | Consejero de Industria, Energía y Minas
Sevilla/El responsable de las competencias autonómicas en Industria, Energía y Minas, el consejero Jorge Paradela (Sevilla, 1967), repasa en esta entrevista los retos y oportunidades que Andalucía afronta en estas materias.
–Uno de los objetivos que marcó el presidente al inicio de la legislatura es lograr que Andalucía mejore su PIB industrial. ¿Cómo va su consecución?
–Estamos en la línea correcta. Hemos crecido. El peso de la industria andaluza sobre la nacional ha aumentado en un punto porcentual, lo cual es bastante difícil de lograr en tres años. Y hemos logrado elevar el peso de la industria sobre la economía andaluza hasta el 13,5%. Y eso es también un registro muy bueno. Es el más alto en los últimos veinte años. Aún así, a mí me gusta explicar siempre que los objetivos de la Consejería en la parte de industria los fijamos en términos de captación de inversión industrial y en términos de valor añadido bruto. El objetivo que tenemos es el de alcanzar la cifra de 22.500 millones de euros en 2026 sobre euros constantes de 2021, y eso supondría hacer crecer la industria a la mayor tasa de los últimos veinte años. ¿Por qué me gusta expresarlo así? Pues porque verdaderamente hacer crecer el porcentaje de la industria sobre el PIB total no es nada fácil, ni siquiera para las economías más industrializadas, debido al ritmo tan rápido al que crece el sector servicios, en gran medida impulsado por la tecnología que computa fundamentalmente como servicio, salvo en la parte más estrictamente industrial. Entonces, siempre me gusta explicar que esos datos están apuntando muy bien. También el de la consecución de inversión industrial y de valor añadido bruto industrial. Vamos en la dirección correcta, pero no debemos obsesionarnos con que el único indicador sea el peso de la industria sobre el PIB de la economía andaluza.
–Respecto a esos 22.500 millones, ¿cómo estamos ahora?
–Si no recuerdo mal, el punto de partida eran 17.800 millones y creo que hemos cerrado 2022 rozando los 21.000. La cifra de 2023 todavía no la tenemos. Son cifras de econometría agregada, que todavía no tenemos. Pero pensamos que estamos bien, sobre todo por la captación de inversión industrial y el ritmo al cual avanzamos.
–Aunque prefiere medirlo con esos parámetros, ¿tiene el dato de cómo estamos? ¿Si hemos crecido en peso respecto al PIB total de la economía, porque el objetivo era el 18%, si no recuerdo mal?
–Para mí nunca fue ése el objetivo. El que yo pacto con el presidente Juanma Moreno es el que está establecido en términos de valor añadido bruto industrial. ¿Qué ocurre? Que lógicamente miramos esos indicadores. Ese 13,5% es el más alto que hemos tenido en 15 o 20 años. Pero yo siempre digo que no nos obsesionemos con ese dato. El importante para mí es el del valor añadido bruto industrial y, si me apuras, fíjate, para mí el peso de la industria andaluza sobre la nacional es más representativo, porque estamos terminando también un estudio comparado que hemos encargado a la Universidad Loyola. ¿Por qué? Pues porque se confirma un poco la intuición que yo tenía. Si miras economías muy volcadas a la industria, como la alemana –aunque ahora esté sufriendo un tanto y no me refiero a la coyuntura actual, sino a una serie histórica más amplia– como la checa o la húngara, casi nadie consigue hacer crecer de manera consistente el porcentaje sobre el PIB. Por lo que digo, aunque tú hagas la tarta más alta, más grande, que es de lo que se trata, hacerla avanzar al ritmo al que avanza el sector servicios, que además tiene el impulso de la tecnología, es muy difícil.
–¿Es más fácil que tengamos un crecimiento orgánico de la industria que ya tenemos o inorgánico, con nuevas industrias?
–Ésa es muy buena pregunta. Nosotros estamos en las dos cosas. Pensamos que ahora mismo cuando analizamos mes a mes cómo va la industria andaluza utilizando los códigos CNAE, sólo vamos a ver, el 79% de los CNAE está creciendo en Andalucía, incluso en la coyuntura más inmediata en los últimos meses, y solo el 21% estaría decreciendo. ¿Qué ocurre? Que ahí tienes incluidos algunos sectores que están sufriendo mucho. La agroindustria está sufriendo mucho como consecuencia de la sequía. También el sector químico por la vertiente de los fertilizantes y de nuevo como consecuencia de la sequía. Y en tercer lugar, la producción energética por cuestiones muy puntuales como son el cierre de la central térmica de Los Barrios y lo que está sufriendo la cogeneración desde hace tiempo. La coyuntura está siendo difícil por el enfriamiento de la economía europea y por el impacto de la sequía. Pero nosotros aún así vemos que el 79% de los códigos industriales, la industria manufacturera en muchas áreas, avanzan y lo que nos hace ser más optimistas respecto al futuro es el volumen de inversión industrial que vamos captando, que lógicamente, como sabe, son proyectos que ahora requieren su ejecución y su implementación.
–Se lo planteo porque, en teoría, la gran oportunidad que tiene Andalucía por sus recursos naturales, tanto solar como eólico, hace que sea un territorio interesante para instalar nuevas industrias, dado que el precio de la energía va a ser un factor clave. ¿Hay signos de que el crecimiento pueda ser por la vía inorgánica?
–Sí. Mi respuesta anterior es para decir que, efectivamente, es así. Si miramos las cifras de inversión hay que ejecutar inversión nueva, inorgánica. La respuesta es efectivamente favorable. Y lo es a pesar de que la coyuntura actual tiene las dificultades propias de la sequía, pero hay sectores que van bien también en el corto plazo, si bien eso sería orgánico fundamentalmente. Nosotros pensamos, estamos convencidos desde hace tiempo, de que la energía limpia a precios competitivos va a ser clave para localizar inversión industrial. Y ya estamos empezando a verlo en los proyectos que tenemos en la Unidad Aceleradora, en los 3.170 nuevos proyectos de inversión industrial que se han puesto en marcha en Andalucía en año y medio. Citaba los recursos naturales, el sol y el viento, a lo que añadimos la ubicación geográfica. Pero a mí me gusta destacar también siempre capacidades y conocimientos. La verdad es que la fortaleza que hay en ingeniería en Andalucía es una auténtica ventaja competitiva para la región. Las 16 escuelas de ingenieros que tenemos, han ido nutriendo a compañías de ingeniería muy conocidas por todos, por hablar de las que están ahora en un momento más prometedor como son Ghenova, Inerco, Ayesa, Cabitel en Huelva y también esa Abengoa que renace bajo Cox.
–De esos 3.170 proyectos que cita, ¿qué sectores son los que se están fijando en Andalucía?
–Hay un poco de todo. Primero me gusta explicar que geográficamente está muy repartido. Forma parte de la apuesta de la política industrial aterrizada en sectores concretos, pero que incide sobre territorios concretos también. Los 3.170 proyectos industriales nuevos se ubican en 322 municipios distintos. Esto no va sólo de grandes capitales o de grandes núcleos industriales. Otro dato que me gusta destacar es que el 11% de esos proyectos tienen alta componente tecnológica. Eso es interesante aunque queremos más. Decía que hay de todo. Evidentemente el sector aeroespacial está en un momento interesante. Como el naval y defensa, pero también, por ejemplo, frío industrial, automoción, piedra y mármol, metalúrgico...
–El sector eléctrico acaba de unirse para decir que la planificación del Gobierno central es deficiente. Este es un discurso que la Junta enarboló, que esta planificación se quedaba corta para las posibilidades que tenía Andalucía.
–Es así. Para nosotros se queda corta por dos vías. Una, para evacuar toda esa capacidad de generación renovable, y otra, para atender precisamente nueva demanda industrial. Y a ello responden las modificaciones puntuales sobre la planificación actual que le planteamos al Ministerio, tanto para generar más renovables como para, por ejemplo, atender necesidades en Córdoba, en el Valle del Guadiato y en Los Pedroches, pero también en Huelva, en la Faja Pirítica y en la zona de Colón cercana al puerto. Y así podríamos continuar con el anillo de Sevilla y un montón de posiciones nuevas que hemos reclamado. Lo que ha hecho el Miteco es abrir un nuevo ciclo de planificación, adelantarla. Y en esas conversaciones estamos. Ya nos hemos reunido con la Secretaría de Estado y volveremos a hacerlo ahora en marzo. También nos estamos reuniendo ya de manera formal con Red Eléctrica. Forma parte de nuestra obligación y lo hacemos encantados. La planificación no es suficiente para que España cumpla con sus objetivos, que son ambiciosos. Esos objetivos, sin que Andalucía tenga un papel importante, son difíciles de conseguir. Y no dejemos de mencionar que, además, Andalucía parte de una situación de infradotación respecto a la media nacional, con ese dato absolutamente riguroso de un 42% menos de kilómetros de red de transporte por millón de habitantes. No puedo estar más de acuerdo en que hay que ser más ambiciosos en la planificación.
–El Gobierno de Andalucía hace de la simplificación administrativa un eje para transformar la economía regional. El sector energético es precisamente uno de los que se queja más de que la burocracia está ralentizándolo. ¿Cómo va a influir este nuevo decreto de simplificación administrativa en problemas concretos como el plazo para desarrollar nuevas plantas renovables, las demoras en el pago de ayudas para el autoconsumo o los puntos de recarga eléctrica?
–Su pregunta alude a cuestiones que son muy distintas, todas relacionadas con la energía, pero de muy distinta índole.
–Sí, a distinta escala.
–La tramitación de un proyecto de energía renovable siempre va a ser compleja y prolija. Me gusta explicar siempre que para asegurar el respeto al entorno natural, pues antes de poner en marcha un proyecto hace falta un estudio sobre el comportamiento de la avifauna de al menos un año. Eso necesariamente va a ser así. Tramitar un proyecto, una instalación renovable de cierta dimensión siempre va a tener complejidad, vale. En segundo lugar, para las ayudas a la autoconsumo o para las ayudas a la adquisición del coche eléctrico hemos hecho un trabajo con el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) de simplificación, porque el modelo de tramitación que fijó el Estado es tremendamente complejo para nosotros, innecesariamente complejo. Entre diciembre y enero hemos acordado una serie de medidas de simplificación que van a beneficiar al conjunto de España. Pero quien ha llevado la voz cantante e impulsado esas conversaciones para hacer las cosas más sencillas es Andalucía. Si hablamos de los puntos de recarga de vehículo eléctrico es también un modelo complejo, con distintos niveles de decisión y de una cierta limitación. Ahí sí que vemos limitación en la potencia de distribución disponible actualmente para el despliegue de los puntos de recarga de vehículo eléctrico. En lo que nos compete en relación a Andalucía, simplifica, nosotros hemos propuesto una serie de cuestiones que son, por una parte, tendentes a evitar duplicidades y a basarnos más en la declaración responsable y el silencio positivo. Por ir a lo que tiene más calado en el aspecto de energía, porque muchas de nuestras propuestas tienen que ver con industria. Lo más destacado en el aspecto de energía es ir a un modelo de tramitación simplificada para las instalaciones de autoconsumo de hasta 500 kilovatios, que va a permitir que muchas empresas puedan apostar por el autoconsumo de una forma mucho más rápida.
–En el mix energético para la descarbonización, la Comisión Europea marcó el hidrógeno verde como uno de los vectores principales para llegar a donde la electrificación no lo hace. ¿Hay suficiente electricidad renovable y el agua necesaria para la demanda de hidrógeno verde?
–Lo ha descrito bien. Al final, el hidrógeno se plantea como la solución a día de hoy más prometedora para descarbonizar industria pesada o que requiere energía de proceso a temperaturas altas. Y también el transporte, tanto el marítimo, y ahí aparece el metanol fundamentalmente, o el amoniaco, terrestre pesado, y también el aéreo por la vía de los combustibles sintéticos, que son aquellos que consisten en sumar hidrógeno con carbono capturado. El hidrógeno parece una solución muy interesante y Andalucía pues reúne las condiciones para convertirse en los mejores lugares para producirlo. Efectivamente, algunas de las modificaciones puntuales que nosotros planteamos tienen que ver con proyectos de hidrógeno. Fundamentalmente el gran Valle Andaluz del Hidrógeno Verde de Huelva y del Campo de Gibraltar, que requiere un nivel de potencia muy importante. Alguna de las modificaciones que el Gobierno central ha atendido están relacionadas con este proyecto. Y alguna más de las 18 que hemos planteado lo están con proyectos de hidrógeno verde.
–¿Y el agua?
–La mayor parte de proyectos que tenemos en cartera cuentan con aguas regeneradas o incluyen su propia desalación. Solo hay un proyecto de cierta envergadura que a mí me consta que ha pedido más agua en superficie. Así que en general la necesidad se cubre con agua regenerada o desalada. Y después, lo que a mí me gustó escuchar en el Congreso, que acaba de celebrarse en Huelva, es tenemos que ser conscientes de que esto, que es una gran apuesta para Andalucía, no es muy intensivo en consumo de agua. Al contrario, consume menos que la industria textil o que la propia industria agrícola. La toma de agua de electrolizador tiene el grosor de un bolígrafo de cuatro colores.
–A medio plazo hay proyectos de la envergadura del Valle del Hidrógeno que pueden instalarse en Andalucía o serán de menor tamaño?
–Hay que destacar que los 23 proyectos que están actualmente reflejados en nuestra hoja de ruta suponen un tercio del objetivo para el hidrógeno verde que se ha fijado el Gobierno de España en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima Ampliado. Y son los proyectos más maduros y prometedores. Es decir, ahí no estamos incluyendo todavía alguna iniciativa de gran envergadura que nosotros pensamos que va a terminar de confirmarse. Estamos hablando del proyecto conocido ya por todos de Cepsa con Maersk, a través de C2X, para producir metanol verde. Y estamos hablando también de un proyecto muy ambicioso en Carboneras al que todavía le falta concreción. Pero a tu pregunta, el más destacado es el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde. Y pensamos que hay iniciativas de envergadura todavía por venir y que van a llegar.
–Me decía una fuente de la industria movilidad que están muy atentos al desarrollo del hidrógeno en Andalucía, porque la industria del automóvil ha decidido en una primera fase de electrificación apostar por la batería, pero es consciente de que si para el transporte pesado el hidrógeno tiene éxito, en una fase posterior puede darse el salto a los coches que cualquiera de los andaluces que nos lea tiene. ¿Tiene alguna percepción sobre esto?
–En Huelva, en el Congreso, el presidente Juanma Moreno anunció que ponemos desde esta Consejería encima de la mesa ya 70 millones de euros para para incentivos relacionados con el hidrógeno verde y lo que queremos es incentivar la cadena de valor. Ahí estamos hablando tanto de estimular la inversión en fabricación de electrolizadores, pero también de tanques de almacenamiento, de pilas de combustible, de todo lo necesario para impulsar industrias en torno al hidrógeno verde. Y eso incluye también las hidrogeneras. Nosotros queremos impulsar la instalación de hidrogeneras porque efectivamente hay soluciones ya incluso para el transporte urbano en España en funcionamiento de forma todavía limitada. Pero en Barcelona o en Madrid eso existe de una forma más amplia. Nosotros nos gusta seguir las noticias de la de la industria. Hombre, es cierto que grandes fabricantes de automóviles lo que están haciendo es ir a por un mix de soluciones para el futuro. Toyota sigue apostando fuertemente por el hidrógeno y tuvimos ocasión de tener allí en el Congreso un par de vehículos de hidrógeno, además con un diseño fantástico. Y hace poco, recientemente, como me adelantó el ministro homónimo de Sajonia, y después lo confirmé en prensa al día siguiente, el grupo BMW ha decidido apostar también por el hidrógeno, no en lugar de los eléctricos, sino además de éstos. Se están buscando un abanico de opciones y para nosotros ese es un camino inteligente.
–Vuelvo a la industria. Podemos crecer en industria del automóvil. Prácticamente sólo tenemos a Renault y Valeo. Perdimos Santana. ¿Hay opciones de que este tipo de planes haga que la industria del automóvil, que tiene un peso importante en España, empiece a fijarse en Andalucía?
–Hay alguna señal positiva para nosotros. Por ejemplo, el hecho de que Renault haya decidido localizar aquí en Sevilla la fabricación de las cajas de velocidades para todos los vehículos híbridos del grupo a nivel mundial es una gran noticia. Recientemente estuvimos reunidos con sus con sus máximos responsables y uno veía la recuperación de las cotas máximas de cajas de velocidades de vehículos de combustión que llegaron a fabricar y la proyección a futuro. Eso es muy interesante. También, por ejemplo, el hecho de que hayan radicado aquí en Sevilla el proyecto Refactory. Nosotros creemos firmemente en la industria de componentes, en el que vemos pujanza también. Por ejemplo, otro epicentro claro, es en Jaén. En Martos con Valeo, pero también con Gestamp. Y también con la electrónica, con el desarrollo de soluciones de tecnología para el vehículo, para el vehículo conectado y para el vehículo autónomo. Ahí hay empresas, sobre todo en Málaga, en este caso muy interesantes como Premo y Dekra. O el caso de Scoobic en Utrera, en Sevilla, para vehículos eléctricos de ultima milla. Pero en Andalucía, francamente, no tenemos ahora mismo encima de la mesa ninguna propuesta para para construir una fábrica de ensamblaje de coches. Pero sí pensamos que estamos en un momento interesante para la industria de componentes y desde luego desde aquí estamos decididos a impulsarla y por eso uno de los planes Crece está centrado ahí en la industria de automoción, buscando impulsar esa cadena de componentes.
–¿Esas fábricas de componentes pueden tener un efecto llamada para que sí haya a medio o largo plazo una planta de ensamblaje?
–A mí me gusta tener siempre los pies en el suelo. ¿Qué es lo que nos gustaría? Como un paso que nos parece más más tangible o más cercano, nosotros aspiramos a desarrollar un tejido auxiliar similar al que existe en la industria aeroespacial. Eso es lo que nos gustaría. Vinculado a los grandes nombres que hemos citado antes.
–Sí, pero la industria aeroespacial tiene aquí una empresa tractora que es la que ha fijado aquí al tejido auxiliar. Lo que plantea sería un modelo al contrario.
–Por qué no. Depende. Es decir, esas son las conversaciones que estamos teniendo aquí. A nosotros lo que nos gustaría es que al hilo de de ese nuevo planteamiento global de Renault, que incluso ahora tiene un nombre distinto como sociedad, Horse, se desarrolle un tejido auxiliar parecido al que hay alrededor de Airbus. Y lo mismo alrededor de los Valeo, Gestamp y compañía. Y después potenciar toda esa parte de electrónica vinculada al vehículo conectado. Si nosotros vemos la ocasión de captar lo que sería una auténtica fábrica y opciones pegadas al Perte VEC, al vehículo eléctrico, claro que iremos a por ella. Pero no me gusta hablar de promesas en el aire. Me parecemucho más realizable o tangible lo que lo que lo que trataba de describir.
–Por la trayectoria que tuvo Abengoa, Sevilla se ha convertido en un polo I+d+i sobre la aplicación del calor como fuente de energía en la industria. ¿Qué importancia le da a esto, porque al final la industria, mucha de la energía que necesita es para generar calor para sus procesos, pero que el propio calor puede ser una manera de descarbonización?
–Es verdad que tendemos a hablar de generación eléctrica renovable y no hablamos tanto de la energía térmica. Hemos puesto en marcha 139 nuevas instalaciones de biomasa para energía térmica industrial en Andalucía en el último año, en 2023 y como bien dice, al final hay muchos sectores que utilizan electricidad y utilizan calor en sus procesos. Hay casos muy emblemáticos como la planta termosolar que ha instalado Heineken aquí en su fábrica de Sevilla hasta casos menos conocidos en los que se están, sustituyendo bombas de calor que antes estaban alimentadas por Gas Natural por generación renovable. Incluso hidrógeno verde del que siempre hablamos para industria pesada, que habitualmente opera a grandes temperaturas, también se está investigando su aplicación a temperaturas medias para sustituir combustibles fósiles y disponer de energía térmica limpia, en este caso procedente de hidrógeno. Luego es un campo francamente interesante también y al que es verdad que en muchas conversaciones, y también incluso en Parlamento y en otros foros, le dedicamos menos tiempo que a la generación eléctrica renovable.
–El desarrollo de la nueva minería es otra de las apuestas de este gobierno. Pero es un sector que genera rechazo social. ¿Cómo espera combatirlo la Junta de Andalucía?
–Afortunadamente pensamos que que que esa visión está cambiando. Es cierto que para muchas personas la minería es un sector poco conocido y que asocian a casi como era el siglo pasado o el anterior. Para nosotros lo más importante es hacer ver y transmitir esa idea de que la minería, sobre todo la minería metálica, es un elemento esencial de la transición energética. Y en Andalucía hay mucha gente a favor de la transición energética, según nos consta. Sin cobre no puedes construir vehículos eléctricos, ni aerogeneradores, ni placas, ni plantas fotovoltaicas. Conectar la idea del desarrollo de la minería metálica con la transición energética es algo en lo que nos gusta siempre insistir. La minería hoy día es una actividad 100% responsable con la seguridad de las personas y comprometida con el medio ambiente. A ello responde tanto la Estrategia de Minería Sostenible de la Junta de Andalucía, de este Gobierno, como la propia actitud, disposición y los planes de labores y la estrategia de las compañías líderes. Por tanto, entre todos pensamos que es posible ir cambiando esa percepciones. Cuando uno visita una mina, yo he visitado ya unas cuantas, se da cuenta de la cantidad de puestos que hay totalmente digitalizados, con perforaciones en profundidad realizadas desde la superficie, desde un asiento de gamer. Y la cantidad de mujeres que hay trabajando en minería.
–Sin embargo, la percepción es que, a pesar de que hay proyectos, no terminan de cuajar. Está el nuevo proyecto de Cobre Las Cruces, que tiene ya todos los permisos, pero también su matriz está en una situación delicada financieramente y no se sabe qué va a pasar con él. Si se va desarrollar por First Quatum o está puesto a la venta. Y Aznalcollar sigue sin tener la autorización ambiental unificada, que sería el paso que falta para que empiece a funcionar ese proyecto.
–En mi experiencia como consejero en este año y medio, los proyectos de energías renovables son difíciles, los proyectos de industria son complejos y los proyectos de minería son los más complejos. Eso siempre me gusta. Y piense, por ejemplo, que hemos logrado autorizar una nueva mina, la de Masa Valverde, en en lo que se considera un récord en cuanto a plazos. Y han sido dos años. Las otras situaciones creo que son distintas. Lo de Mina Los Frailes responde a esa complejidad de la tramitación y si hay un proyecto aún más exigente es éste. Pero los pasos que se han dado en los últimos meses de tener el permiso de guas por fin y tener la declaración ambiental favorable es muy importante. Ahora estamos en este paso siguiente.
–No depende de esta Consejería la Declaración Unificada, pero, ¿usted es optimista en que se conceda, porque sin este paso la mina no se va a poder reabrir?
–Ese paso es imprescindible. Siempre los pies en el suelo. Pero pensamos que estamos en el camino adecuado. Y en cuanto a Las cruces, es un proyecto muy atractivo. Hablamos de una situación vinculada exclusivamente a decisiones en el ámbito privado de la mina, de la compañía propietaria y de su situación financiera. Pero tengo la tengo la confianza, casi la certeza, de que ese proyecto, con toda la investigación realizada y con todos los permisos disponibles, se llevará a cabo, sea con el actual propietario o sea con un futuro comprador.
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