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Valencia/La Junta de Accionistas de CaixaBank ha dado hoy luz verde a la fusión por absorción de Bankia, operación que permitirá crear el mayor banco de España y que supone la integración número 85 en los 115 años de historia del grupo de origen catalán.
La entidad ha celebrado esta junta extraordinaria, en la que ha estado representado el 70,33 % del capital, en el Palacio de Congresos de Valencia, el mismo recinto donde los accionistas de Bankia dieron el martes el visto bueno a esta operación de consolidación, que dará lugar a la nueva CaixaBank, con más de 20 millones de clientes, más de 50.000 empleados y 6.700 sucursales.
Tras la aprobación de la operación, avalada por el 99,71 % de los accionistas presentes o representados, CaixaBank y Bankia esperarán a recibir la autorización de los reguladores para culminar la fusión, que podría materializarse en el primer trimestre de 2021, si bien la integración operativa de las dos entidades se ejecutaría a finales de ese año.
El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, ha calificado de "histórica" esta junta y ha defendido que Bankia "es el mejor socio" con el que avanzar en el proceso de concentración bancaria que vive Europa.
En esta nueva ola de reestructuración del sector, CaixaBank ha querido anticiparse y "tener un papel protagonista" y, es por ello, que ha apostado por la fusión con Bankia para ganar escala y mejorar la eficiencia, especialmente en el actual contexto de bajos tipos de interés y empeoramiento de la situación económica por la pandemia.
La fusión dará lugar "a una entidad más sólida, más eficiente y más rentable", lo que "generará valor para clientes, accionistas, empleados y para el conjunto de la sociedad", ha destacado Gual, en su última intervención en la junta como presidente de CaixaBank.
"La operación que hoy presentamos será, sin duda, uno de los grandes hitos en la historia de la entidad. Estoy seguro que esto, que ya es evidente hoy, lo veremos aún con más claridad de aquí a unos años, cuando tendremos más perspectiva y habremos constatado el éxito de la operación", ha subrayado.
La nueva CaixaBank será el banco líder en España, con un volumen de activos superior a los 660.000 millones y cuotas de mercado cercanas al 25 %. La fusión, además, permitirá obtener sinergias superiores a los 1.000 millones de euros anuales: 290 millones procedentes de mayores ingresos y 770 millones de ahorro de costes.
"Se trata de cifras alcanzables y razonables y que hay que entender que no se obtienen todas el primer año, sino que se consiguen de manera progresiva a medida que se producen integraciones operativas y se materializan las oportunidades comerciales", ha indicado el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, que mantendrá este cargo en la nueva entidad, que presidirá José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de Bankia.
CaixaBank estima que la nueva entidad mejorará la ratio de cobertura de la morosidad en 3 puntos, contará con un incremento de los activos líquidos hasta los 128.000 millones y una ratio de solvencia core capital que excedería el mínimo requerido en más de 310 puntos básicos.
"La entidad resultante será, por tanto, una entidad fuerte, bien provisionada y bien capitalizada", ha incidido Gortázar, beneficiosa "para todos los grupos de interés".
Pero para alcanzar los ahorros previstos, ha indicado Gortázar, será necesaria una inversión en reestructuración por valor de unos 2.200 millones de euros, importe que se rentabilizará "en un plazo relativamente corto", ya que equivale a menos de tres años de los ahorros anuales previstos.
El ejecutivo ha reconocido que uno de los apartados "más críticos" de la reestructuración es la de personal, un tema que se abordará una vez cerrada la fusión legal.
"En este momento estamos trabajando en cuantificar el excedente de plantilla y en las fórmulas más adecuadas desde el punto de vista empresarial y también personal", ha subrayado Gortázar, que no ha concretado el alcance del ajuste laboral, pese a que diferentes sindicatos han aprovechado la junta para exponer su preocupación por esta situación y conocer la dimensión del recorte.
En el turno de respuestas a las cuestiones planteadas por los accionistas, Gortázar ha comentado que "el miope verá únicamente una reducción de puestos de trabajo a corto plazo, que evidentemente la va a haber", pero ha remarcado que esta medida será necesaria para garantizar el mantenimiento de los empleos a largo plazo.
Los antiguos accionistas de CaixaBank tendrán el 74,2 % del capital de la nueva entidad y los de Bankia, el 25,8 %.
Los principales accionistas serán Criteria-Fundación la Caixa, que poseerá el 30 %, y el Estado, a través del FROB, con un 16 %. Los inversores institucionales representarán el 37 %, y el 17 % restante quedará en manos de más de 750.000 pequeños accionistas.
El nuevo consejo estará compuesto por un tercio de consejeros provenientes de Bankia y dos tercios que vienen de CaixaBank.
Por categorías, dentro de los 15 miembros que compondrán el nuevo consejo habrá tres consejeros dominicales, dos representando a Criteria-Fundación la Caixa, y uno en nombre del FROB.
En este sentido, CaixaBank ha obtenido también el apoyo mayoritario de los accionistas para aprobar el nombramiento de los nuevos consejeros tras la integración: José Ignacio Goirigolzarri, Joaquí Ayuso, Francisco Javier Campo, Eva Castillo, María Teresa Santero y Fernando María Costa Duarte.
También formarán parte del Consejo de Administración los actuales consejeros de CaixaBank Gonzalo Gortázar (consejero delegado), Tomás Muniesa (vicepresidente), José Serna, María Verónica Fisas, Cristina Garmendia, María Amparo Moraleda, Eduardo Javier Sanchiz, John Shepard y Koro Usarraga.
La sociedad mantendrá su sede social en Valencia, donde actualmente tienen sus domicilios sociales CaixaBank y Bankia, y existirá una doble sede operativa en Barcelona y Madrid.
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