Y a la patrona se vistió de luto
En su localidad natal el empresario explotó su imagen altruista y de mecenazgo, labor que canalizó a través de la Fundación Ruiz-Mateos, ahora cerrada tras la caída de Nueva Rumasa
No eran muy asiduas las visitas de José María Ruiz-Mateos a Rota, pero en la localidad estaba muy presente. Su presencia se fraguaba a través de la Fundación Alcalde Zoilo Ruiz-Mateos, una institución que estuvo operativa durante más de 30 años y que canalizó la labor altruista y de mecenazgo que el empresario explotó hasta la saciedad y con la que trató de contrarrestar su controvertida labor empresarial.
En la villa no llegó a haber empresas con el símbolo de la abeja-salvo la sucursal de algunas de las entidades bancarias que llegó a tener en su primer 'holding'- pero sí la acción de una fundación a la que muchos acudieron buscando la ayuda de 'Don José María', como algunos le llamaban. Desde su sede de la céntrica calle Charco (precisamente en la planta alta de la que fue una de las sedes del desaparecido Banco de Jerez) partieron numerosas donaciones que hicieron que muchos vieran en Ruiz-Mateos un empresario ejemplar y comprometido con su pueblo. Otros, en cambio, consideraban estas acciones una simple herramienta para ensalzar su imagen y maquillar sus errores empresariales.
Sin embargo, ayer, al menos entre los que acudieron al funeral, hubo un interés por destacar su labor altruista. Por eso, no fue de extrañar que ayer la patrona de Rota, la Virgen del Rosario, luciera vestida con saya y manto de negro en señal de luto -por cierto, regalada tiempo atrás por el propio empresario-. El hermano mayor de la hermandad del Rosario, Juan Antonio Díaz, justificaba la decisión en las numerosas donaciones que en vida hizo a la talla y a la corporación patronal. "Si fue coronada canónicamente fue gracias a José María Ruiz-Mateos; si tiene un paso fue gracias a José María Ruiz-Mateos; y su capilla y su retablo se pudieron restaurar en parte gracias a José María Ruiz-Mateos", sentenció.
Junto a la familia estuvo en todo momento Felipe Benítez Ruiz-Mateos, que fue alcalde de Rota entre 1987 y 1999. No en vano, dirigió la Fundación Alcalde Zoilo Ruiz-Mateos desde su retirada de la vida política hasta la caída de Nueva Rumasa, que conllevó el fin de la actividad de la institución.
La Fundación era el brazo ejecutor de las donaciones que el empresario autorizaba desde su chalé de Somosaguas, en Madrid. Sus contribuciones a los colegios de la congregación salesiana en la ciudad, la construcción de un templo en Costa Ballena o parte de la restauración de una de las capillas de la iglesia de la O fueron algunas de sus acciones benefactoras. A ello se unieron otras actuaciones a favor de la cultura como el apadrinamiento de dos bandas de música y del orfeón Virgen de la Escalera, que ayer precisamente cantó en su funeral; promovió escuelas-taller aprovechando los años de bonanza y de subvenciones para este tipo de actuaciones por parte de las administraciones públicas e hizo de la Fundación que acogiera durante décadas exposiciones y conferencias.
Incluso, abrió el Museo Ruiz-Mateos en un inmueble propiedad de la familia, una instalación que albergaba parte de la colección artística de la institución y que se abrió con el lema de ser el primer museo, y único, de la localidad pero permaneció abierto mientras estuvo viva la Fundación. Desde entonces, se encuentra cerrado a pesar de que el Ayuntamiento intentó reabrirlo asumiendo la propiedad del inmueble.
Tampoco pudo ejecutar uno de sus últimos proyectos, la construcción de una residencia para la tercera edad que llevaría el nombre de su madre. Para ello, logró que el Ayuntamiento le cediera una parcela en una de las zonas de mayor desarrollo urbanístico de la localidad ubicada, precisamente junto a la avenida que llevaba su nombre. Aquel proyecto cayó cuando también lo hizo el nuevo 'holding' sin, ni siquiera, poner un ladrillo en el solar.
En cambio, ayer nadie quería recordar ese "último capítulo" de su vida, tal y como apuntaba un familiar, sino recordar al otrora benefactor que fue capaz, a través de su fundación, de "monopolizar la vida cultural de Rota", tal y como apuntaba el pasado lunes a este periódico el ex alcalde Lorenzo Sánchez.
De hecho, este ex regidor promovió el nombramiento del empresario como hijo predilecto en 2006, aunque el pasado año, y debido a los problemas judiciales que arrastra la familia, hubo una propuesta realizada por el PSOE para dejar sin validez el reconocimiento. Entonces, el gobierno de PP y Roteños Unidos, con mayoría, paró la iniciativa alegando que aún no había sentencia firme alguna.
Pero a Ruiz-Mateos le gustaba mostrar su poder en Rota. Lo hizo por ejemplo en 2003 cuando no dudó en apadrinar, y asumir los correspondientes gastos, la coronación canónica de la patrona. Por eso, ayer a nadie le extrañó que la hermandad decidiera vestir de luto a la Virgen del Rosario; y menos que fuera enterrado donde él mismo había pedido autorización tiempo atrás al anterior prelado jerezano, Juan del Río, para que así se hiciera, en la cripta que él mismo mandó construir.
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