Tribuna Económica
Carmen Pérez
T area para 2025
Ciclo Una mirada al futuro desde el presente: La digitalización y otros retos del sector agroalimentario andaluz: claves de futuro
El sector agroalimentario andaluz exhibe músculo y, aunque es consciente de sus debilidades, se muestra seguro y con los deberes hechos para encarar un futuro en el que la digitalización y la innovación serán los protagonistas, sin olvidar las exigencias de sostenibilidad.
Así se puso ayer de manifiesto en la conferencia-coloquio organizada por el Grupo Joly con el patrocinio de Fundación La Caixa, bajo el título La digitalización y otros retos del sector agroalimentario andaluz: claves de futuro, que se celebró en el Caixafórum de Sevilla.
Los participantes, moderados por Magdalena Trillo, asesora de Transformación Digital de Grupo Joly, coincidieron en que la digitalización es ya una realidad en cada uno de los ámbitos que conforman la agroalimentación. La presidenta de la Confederación Andaluza de Empresarios de Alimentación y Perfumería (CAEA), Virginia González, explicó que "la digitalización es reinventar una organización a través de la tecnología" y subrayó que en los últimos años la distribución ha incorporado las nuevas tecnologías en todos los campos, desde fabricantes a proveedores y relaciones con los clientes. Abogó por poner al consumidor en el centro y reclamó a la tecnología que ofrezca una gestión ordenada de los datos, "que es una necesidad imperiosa para avanzar en la innovación y la digitalización".
Expresó la singularidad del sector de Alimentación y Perfumería en la comunidad autónoma por la cercanía con el consumidor que, señaló, dispone de un supermercado por cada 2.000 habitantes "y eso es una joya que estamos dando a conocer con la campaña Del súper a la mesa.
También Álvaro Guillén, presidente de Landaluz (Asociación Empresarial de Alimentos de Andalucía), subrayó el papel estratégico del sector agroalimentario de la región, que se ha puesto de manifiesto durante la pandemia. Indicó que ahora está sufriendo la crisis de las materias primas con aumentos muy importantes de los costes de la energía y una creciente inflación, pero destacó que sigue siendo un referente, pues registra un mejor comportamiento que la economía en su conjunto.
"En la crisis de 2008 -dijo- nos reinventamos y el sector apostó por la innovación, por lo que España es referente a nivel mundial, liderando las exportaciones en sectores como el aceite, frutas y hortalizas o ibéricos". "Creo en la Marca España, que -señaló- ha dado un salto sin parangón en los últimos 15 años".
Guillén propuso cinco puntos clave para el desarrollo en los próximos: avanzar en la promoción, comercialización y apuesta por la calidad; la internacionalización de las empresas; la creación de valor; la innovación y la digitalización y, por último, la responsabilidad social y la sostenibilidad.
El director-gerente de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Jaime Martínez-Conradi, señaló que Andalucía es una potencia indiscutible en agroalimentación y resaltó que el modelo cooperativo mantiene a las empresas ligadas al territorio, generando riqueza y empleo, incluso en la crisis del Covid y ello con una especial atención al medio ambiente "porque la sostenibilidad es algo que las cooperativas llevan en su ADN; para las cooperativas el cuidado del entorno es una necesidad para la supervivencia de la actividad agraria". Aprovechó para referirse a la nueva Política Agrícola Comunitaria (PAC), que ahora se está articulando, y animó al Ministerio a que luche "para que la diversidad del sector agroalimentario andaluz sea tenida en cuenta".
Martínez-Conradi cuestionó que la cantidad que los fondos Next Generation van a dedicar al sector "1.000 millones de los 147.000 millones que se van a repartir" haga justicia al peso del conjunto agroalimentario y aprovechó para destacar que Andalucía es la comunidad que más proyectos ha presentado. También abogó porque se haga un buen uso de los fondos para la recuperación y recordó que cada año hay que devolver partidas por falta de ejecución.
Víctor Yuste, director general del Foro Interalimentario, también destacó que el sector agroalimentario "es de confianza, genera empleo y riqueza; en Andalucía es un ejemplo a seguir en internacionalización y en ecológico el agro es también el primer sector". "Fuimos esenciales, somos esenciales y espero que seamos esenciales", dijo al tiempo que alentó a convertir en oportunidades los retos de las directrices comunitarias como la estrategia De la Granja a la Mesa.
Llamó la atención sobre la resiliencia demostrada por todos los componentes de la cadena alimentaria durante la pandemia y pidió a las autoridades que no tomen medidas que afecte a sus componentes sin base científica "porque actuar con una base ideológica puede hacer mucho daño" y avisó de que aún queda mucho por hacer en cuestiones como el e-commerce y el blockchain. Para todo ello, en su opinión, es necesario disponer de los fondos necesarios; de inversión real porque "no podemos hablar sólo de I+D+i, sino de I+D+i más inversión y los fondos Next Generation pueden servir de palanca". A su vez Yuste apuntó que la gran asignatura pendiente del ámbito agroalimentario es saber comunicar a la sociedad todas esas fortalezas que se desgranaron durante el coloquio. "Tenemos que hacer lobby para ejercer influencia en la sociedad y llegar hasta el ciudadano, hasta el consumidor".
De hecho, la fortaleza de la cadena agroalimentaria, respetar el peso de cada uno de los eslabones, fue otro de los temas abordados en el coloquio y todos los ponentes se refirieron a la necesidad de ir a una los productores, industriales, distribuidores, insumos y consumidores a fin de "formar una cadena robusta y en permanente colaboración".
El problema de la falta de agua fue sacado en el coloquio por el director-gerente de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía y apoyado por sus contertulios que abordaron la necesidad del corredor del Mediterráneo, como infraestructura necesaria para el desarrollo del sector.
La integración de la mujer y de los jóvenes fue el último de los apartados que propuso la moderadora Magdalena Trillo y la valoración fue unánime: es necesario impulsar políticas para avanzar en ambas cuestiones.
El animado intercambio de ideas dejó claro que el sector agroalimentario andaluz mantiene una posición destacada en el ámbito internacional, y también que no está dispuesto a dormirse en los laureles y lejos de ello sigue empeñado en asumir los retos de innovación, sostenibilidad, calidad e internacionalización que su potencial requiere y los consumidores demandan.
El director de Relaciones Institucionales del Grupo Fundación La Caixa, Sergi Loughney, fue el encargado de abrir el coloquio sobre La digitalización y otros retos del sector agroalimentario andaluz: claves de futuro, organizado por Grupo Joly y La Caixa que se celebró ayer en Caixafórum.
Su mensaje fue meridiano: se pueden hacer las cosas de otra manera.
Se dirigió a un auditorio especializado en agroalimentación y no dudó en hacer una llamada a la lucha contra la exclusión social y a entender el mundo de la empresa "desde el optimismo", porque "la desigualdad necesita de la esperanza", aseveró Sergi Loughney.
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