Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
Contenido ofrecido por Agroseguro Andalucía
El seguro agrario nunca había alcanzado en Andalucía las cifras de indemnización que alcanzaremos en 2023: 135 millones de euros, a falta de concretar definitivamente la campaña de olivar o algunos otros siniestros que se puedan producir en las últimas semanas del año, así como los accidentes o enfermedades del ganado, que son una realidad del día a día. Hablamos con Juan Francisco Delgado Ruiz, Director Territorial de Agroseguro en Andalucía.
–¿Qué porcentaje de esos 135 millones ya han sido abonados?
–Una parte muy importante, en concreto 101 millones de euros. La mayor cantidad, casi 64 millones, se han pagado a los productores de cultivos herbáceos, principalmente cereal de invierno, girasol o legumbres a causa de los daños provocados por la falta de precipitaciones. Además, Agroseguro ha abonado otros 14 millones de euros a los citricultores asegurados o casi 10 millones en el conjunto de las líneas pecuarias. El resto, hasta completar los 135 millones de euros, corresponden a los daños que estimamos que tendrá el olivar y a siniestros de otras producciones.
–64 millones de euros en tan solo una línea de seguro son cifras bastante inusuales en Andalucía
–Totalmente inusuales, pero la sequía que se ha sufrido en el campo durante el primer semestre de 2023 no se puede comparar con prácticamente ninguna de las anteriores, solo con 2012. Han sido prácticamente seis meses sin una sola gota de agua, sin ningún día de respiro para los productores. Las lluvias llegaron cuando la cosecha ya no tenía ningún margen de recuperación.
–¿Qué superficie de herbáceos ha sufrido siniestro?
–En el total nacional son más de 2 millones de hectáreas de cultivos herbáceos, y más de 3 millones de hectáreas en el conjunto de todas las líneas de seguro, tanto por los daños causados por la sequía como por las tormentas de pedrisco, lluvia y viento que hemos sufrido durante el verano y muy especialmente en el mes de septiembre, con el paso constante de varias Depresiones Aisladas en Niveles Bajos (DANA). En el caso de Andalucía han sido casi 300.000 hectáreas siniestradas solo en herbáceos, lo que se traduce en que prácticamente el 100% de cerealistas que suscribieron una póliza en la pasada campaña han sufrido siniestro y han recibido su indemnización correspondiente.
–Casi 300.000 hectáreas, imagino que ha sido un reto.
–No hay duda. De hecho, en Andalucía la evaluación de daños comenzó a mediados de mayo, dos o tres semanas antes de lo habitual, respecto a otros años, para así poder adelantar todos los procesos, incluido el pago de indemnizaciones. Además, desde Agroseguro se facilitó que aquellos asegurados cuyas explotaciones no fueran viables para la producción de grano pudieran realizar un aprovechamiento en verde para forraje o para el ganado extensivo. Esta planificación tan exigente es la que nos ha permitido evaluar tal extensión de campo en tiempo y forma, y abonar las indemnizaciones en 23 días desde la tasación definitiva. Es decir, el año de la mayor sequía de nuestra historia y con casi 300.000 hectáreas evaluadas, los agricultores han recibido su indemnización –de media- 23 días después del paso del perito. Sabemos que los asegurados están muy satisfechos y reconocen a Agroseguro el esfuerzo realizado.
–¿Ha sido la peor sequía sufrida hasta ahora?
–En los años en los que hemos sufrido los peores siniestros de sequía la horquilla de superficie siniestrada a nivel nacional se ha situado entre 1 y 1,2 millones de hectáreas, sin embargo, en esta ocasión estamos hablando de más de 2 millones. En cuanto a las indemnizaciones, hasta ahora, la sequía de 2017 era la que alcanzaba la mayor cifra, con más de 180 millones de euros a nivel nacional, y en 2023 rozamos los 500 millones de euros.
–Se espera una campaña muy corta de olivar. ¿Se nota también en las cifras de siniestros?
–A esta fecha la campaña de evaluación de daños se ha iniciado en las producciones más tempranas, las de aceituna de mesa. A continuación, se seguirá con la aceituna de actitud mixta y las parcelas de recolección temprana destinadas a aceites ecológicos y “aceites verdes”; sin dilación en el tiempo entraremos al resto de aceituna de almazara. Estimamos que más del 70% de la superficie asegurada de olivar tiene siniestro, debido a la falta de precipitaciones, el calor extremo y también por el efecto de las tormentas de pedrisco. La estimación de daños que manejamos supera los 30 millones de euros, aunque es una cifra previa, a expensas de lo que se compruebe parcela a parcela. Son cifras muy elevadas y que dan buena muestra de la utilidad del seguro.
–El seguro de olivar no está muy extendido y tiene margen de mejora.
–Es cierto que la implantación del seguro de olivar es baja, pero creemos que la tendencia está cambiando, tras un año 2021 de fuertes y constantes pedriscos y dos campañas consecutivas, 2022 y 2023, de sequía. El olivarero no sentía hace unos años gran sensación de riesgo, pero algo está cambiando climáticamente y la perspectiva comienza a ser otra. También porque el productor que tiene seguro y ha sufrido siniestro, reconoce abiertamente el valor añadido que supone para su explotación contar con un seguro agrario.
–¿Qué cifras de aseguramiento se manejan, en general, en nuestra Comunidad Autónoma?
–Bastante positivas. El capital asegurado por el seguro agrario en Andalucía supera los 2.500 millones de euros, que se reparten entre muy diversas producciones: hortalizas (672 millones), fresón y frutos rojos (469 millones), herbáceos (281 millones), olivar (247 millones), cítricos (229 millones), planta viva (143 millones), así como frutos secos, frutales, ajo o cultivos tropicales. A todo ello habría que sumar 303 millones de euros de capital asegurado en el conjunto de los seguros pecuarios. Por tanto, el seguro agrario en la región ofrece cobertura a una parte muy importante de nuestra economía y nuestras explotaciones agropecuarias frente a la muy complicada realidad climática a la que se enfrentan.
–Los agricultores se encuentran en un momento crucial para asegurar la próxima campaña.
–Y para hacerlo en las mejores condiciones, además. Los productores de cultivos herbáceos tienen hasta el próximo 30 de noviembre para asegurar su cosecha 2024, pero en el caso de Andalucía y para aquellos que renueven su póliza antes del 31 de octubre, se pueden beneficiar de una bonificación del 5%. Sin duda, para muchos asegurados es un aliciente, porque están convencidos de la utilidad del seguro, y prefieren suscribir antes de esa fecha y contar con la bonificación. Los módulos de otoño, los que ahora están en periodo de contratación, son los que ofrecen la cobertura más completa al productor de herbáceos, ya que incluyen los riesgos de sequía, no nascencia, no implantación, helada y pedrisco, entre otros. Por eso, son también los que se contratan mayoritariamente a nivel nacional, y también en Andalucía.
–¿Y para el olivar, hasta qué fecha se puede asegurar?
–También hasta el 30 de noviembre. En este caso, los módulos de otoño además de incluir la cobertura más completa: frente a la sequía o el pedrisco, también permite asegurar de manera bianual, dos cosechas consecutivas en una misma póliza. Además, el final de año también es el momento de proteger otras muchas producciones presentes en nuestro campo: el almendro, el ajo, la uva de vino o los seguros pecuarios. Por tanto, es un buen momento para tomar decisiones que nos ayuden a afrontar el año 2024 con más seguridad, sabiendo que se cuenta con la protección del seguro agrario.
–¿Se mantiene el apoyo público al seguro agrario?
–Se mantiene, y se refuerza. Las Administraciones públicas tanto nacionales como autonómicas, siempre han mostrado su empatía por la situación del sector y han apoyado activamente al Sistema español de Seguros Agrarios Combinados a través de la concesión de subvenciones a las primas de los seguros. No hay que olvidar que la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA), dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha aprobado medidas consecutivas para incrementar la subvención que concede a los asegurados, especialmente tras sentir las repercusiones económicas de la guerra de Ucrania o tras comprobar la dimisión que tomaba la sequía de este año. Además, la Junta de Andalucía ha anunciado, y está trabajando en un convenio para descontar de manera automática el importe de la subvención autonómica. Es un anuncio de gran trascendencia que esperamos que pueda ver la luz muy pronto. Y, por último, no quiero olvidar el apoyo que ofrece el Consorcio de Compensación de Seguros a través del reaseguro público para compensar el exceso de siniestralidad. Por tanto, el apoyo de las Administraciones Públicas continúa y, además, en los últimos años no ha hecho otra cosa que reforzarse desde todos los ámbitos.
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