El último ajuste del presupuesto de la UE le cuesta a Andalucía 7.000 millones
Van Rompuy propone rebajar a casi la mitad los fondos estructurales que ahora reciben las regiones que salen de objetivo de convergencia · El coste para la comunidad sería de 1.000 millones anuales.
El presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, propuso ayer miércoles recortes en las ayudas comunitarias a las regiones y a la agricultura para el periodo 2014-2020 en un intento de contentar a los países contribuyentes netos y facilitar así un acuerdo sobre el presupuesto comunitario en la cumbre que se celebrará la semana que viene, el 22 y 23 de noviembre. Además, Van Rompuy planteó que se mantenga intacto en los próximos siete años el denominado cheque británico, la corrección presupuestaria de la que se beneficia Londres y que el resto de países quiere suprimir. Busca así sortear el posible veto con el que ya ha amenazado el primer ministro británico, David Cameron.
Los recortes perjudican especialmente a los países denominados amigos de la cohesión, entre ellos España y los países del Este de Europa, principales beneficiarios del presupuesto de la UE. Por lo que se refiere a la política de cohesión, la última propuesta de compromiso plantea un recorte de casi 70.000 millones de euros (de 379.243 millones que había propuesto Bruselas a 309.495 millones). La disminución podría afectar especialmente a Andalucía, Galicia, Castilla-La Mancha y Murcia, catalogadas por Bruselas como regiones en transición porque su nivel de renta se sitúa entre el 75% y el 90% de la media de la UE.
La propuesta original de la Comisión preveía que estas comunidades recibieran durante los próximos siete años como mínimo el 66% de los fondos del actual periodo 2007-2013. Sin embargo, el último compromiso disminuye este porcentaje casi diez puntos, hasta el 57%. Extremadura mantendrá el nivel de subvenciones del actual periodo 2007-2013 porque su PIB sigue siendo inferior al 75% de la media comunitaria. Canarias también tendrá ayudas específicas por su condición de región ultraperiférica. Por primera vez, España se convertirá durante los próximos siete años en contribuyente neto al presupuesto de la UE, según admitió el lunes el ministro de Economía, Luis de Guindos, que defendió mantener la política de cohesión y las ayudas agrícolas.
Sin embargo, la propuesta de compromiso también recorta las ayudas agrícolas en casi 20.000 millones de euros (de 386.472 millones a 364.472 millones). El nuevo fondo para crisis agrícolas que interesa a España se reduce de 3.500 a 2.800 millones de euros. En total, Van Rompuy propone un recorte de alrededor 60.000 millones de euros en el presupuesto 2014-2020 respecto a la propuesta original de la Comisión (973.207 millones de euros frente a 1,03 billones). Sin embargo, se han incorporado varios programas que estaban fuera de las perspectivas sin la financiación correspondiente con lo que la disminución global se estima en casi 80.000 millones. En contraste, los gastos de administración sólo se reducen un 0,6%.
En todo caso, los recortes propuestos por el presidente del Consejo Europeo están muy lejos de lo que exigen los contribuyentes netos, liderados por Reino Unido y Suecia. Su ministra de Asuntos Europeos, Birgitta Ohlsson, ya ha dicho que la propuesta de Van Rompuy "no es suficiente" y ha pedido más rebajas en agricultura. Dinamarca también ha amenazado con el veto si no recibe su propia compensación, que no está recogida en el plan Van Rompuy.
En contraste, la Comisión considera que la propuesta "preserva el equilibrio y el orden de prioridades correctos" pero ha lamentado las "reducciones significativas" en todos los capítulos respecto a su propuesta original. La propuesta de Van Rompuy pide además dedicar dos tercios de los ingresos de la nueva tasa a las transacciones financieras para financiar el presupuesto de la UE. Los 11 países que van a participar en este proyecto, entre ellos España, verían reducida proporcionalmente su contribución. Pero la mayoría de gobiernos quieren destinar los ingresos a sus presupuestos nacionales. La negociación del presupuesto 2014-2020 se verá todavía más complicada por la ruptura del diálogo entre la Eurocámara y los gobiernos sobre las cuentas de 2012 y 2013.
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